Cd. de México (13 octubre 2016).- Redes de tráfico de personas en las que participarían policías y ex agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) explotan la oleada de indocumentados africanos, haitianos y cubanos que se registra este año en México.
La SSP de Chiapas detuvo el martes a un grupo de traficantes en el que había 21 policías de Chiapa de Corzo que escoltaban un camión en el que viajaban 19 centroamericanos.
Según las investigaciones federales, ex funcionarios del INM emiten documentos falsos y cobran por "asesorías" de trámites innecesarios. Incluso se han detectado papeles apócrifos que se venden hasta en 500 dólares.
Jordan Alegría, delegado del INM en Chiapas, reportó que, en los últimos meses, se han registrado 60 casos de haitianos y africanos con papelería apócrifa
"Hay algunas redes que, indudablemente, tienen guías. Hemos detectado algunas personas que se dedican a este tráfico de personas y los asuntos se han puesto a disposición de la autoridad investigadora", explicó.
Hace una semana, la Procuraduría de Chiapas detuvo al agente federal Freddy Castillo por extorsionar con 2 mil dólares a dos cubanos, a quienes retuvo su pasaporte.
Además, el INM cesó a tres agentes de la estación Siglo 21, de Tapachula, por estar involucrados en actos de corrupción contra migrantes isleños.
Luis García Villagrán, coordinador del Centro de Dignificación Humana, acusó que existe una red de corrupción que opera dentro de las instituciones.
El número de migrantes de origen africano asegurados entre enero y agosto de este año se incrementó 436 por ciento respecto al mismo periodo de 2015.
De acuerdo con cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob), en ocho meses se alojaron en estaciones migratorias a 7 mil 366 africanos, lo que contrasta con los mil 373 registrados el año pasado.
El 70 por ciento del total de los africanos detenidos proviene de la República Democrática del Congo (RDC), país que vivió una guerra civil entre 1993 y 2005.
El resto procede principalmente de Ghana, Senegal, Somalia, Guinea y Malí.
De acuerdo con el Pew Research Center, entre el 1 de octubre de 2015 y el 30 de septiembre de 2016, Estados Unidos admitió a 16 mil 370 refugiados provenientes de la RDC, país que encabezó la lista seguido de Siria.
Las personas de la RDC que admite el Gobierno estadounidense llegan de campos de refugiados instalados en África, en espera de reasentamiento en otros países.
En su legislación, Estados Unidos considera como refugiado a cualquier persona "afuera" de ese país que sea motivo de preocupación humanitaria especial para EU y tenga un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política.
Jorge Tenorio, especialista sobre África de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, señaló que no hay ninguna situación particular actualmente en la RDC que explique la salida de personas de ese país con destino a Estados Unidos.
"No hay algo ahora que explique tal cual que estén saliendo de esa manera masiva", comentó.
"Lo que empezó a suceder es que muchos migrantes, aunque no fueran de África ni de la RDC, tenían que decir en México que venían de la RDC. Este fenómeno es interesante, por el imaginario de la RDC, que siempre ha sido una cuestión de crisis, guerras y conflictos étnicos".
Fuentes del Instituto Nacional de Migración (INM) reconocieron que las cifras reportadas por la Secretaría de Gobernación son imprecisas, pues la mayoría de los migrantes que se identifican como congoleses son, de hecho, originarios de Haití.
Indicaron que los haitianos se presentan en las estaciones migratorias y se ostentan como nacionales de la República Democrática del Congo para evitar ser retornados al país caribeño, pero no traen documentos, por lo que las autoridades migratorias no tienen posibilidad de comprobar su nacionalidad.
Es por ello que los isleños obtienen un oficio de salida para transitar por el País y llegar a la frontera norte, donde solicitan asilo al Gobierno de Estados Unidos.
Hasta hace unas semanas, el país vecino mantenía una política de no deportación de haitianos.
Con información de Silvia Garduño