La sordera civil ante las fuerzas armadas
El artículo 89 de la Constitución ordena al Presidente “preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la fuerza armada permanente… para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación”.
No hay “ley respectiva” que norme lo relativo a la “seguridad interior”. Los militares están pidiendo que se legisle una hace por lo menos ocho años.
Legisladores y gobernantes han desoído esta petición e incluso han votado contra ella, pues hubo ya un proyecto de ley de seguridad interior que hace seis años fue aprobado por el Senado, pero se congeló en la Cámara de Diputados.
Cito una reflexión de hace cinco años:
“Las fuerzas armadas son el garante de la seguridad nacional. Las policías de todos los niveles se encargan de la seguridad pública. En varias regiones del país los problemas de inseguridad han creado condiciones de que van más allá de lo que llamamos seguridad pública.
“Las fuerzas armadas sugieren incorporar a las leyes el concepto de seguridad interior y que se les faculte, bajo ese paraguas, a realizar las funciones y operativos más bien de carácter policiaco en que se han comprometido estos años.
“¿Cuál es la línea que divide la seguridad pública de la seguridad interior? Es la línea que se cruza cuando la inseguridad es tal que pone en riesgo el funcionamiento de las instituciones del Estado o las garantías básicas de la vida de los ciudadanos.
“Por ejemplo, cuando las escuelas deben cerrarse por las condiciones de inseguridad imperantes. Cuando por las mismas razones no se pueden instalar casillas electorales o levantar los datos del censo. Cuando no se puede circular sin riesgo por carreteras o regiones del país”.
Escribí lo anterior en este mismo espacio el 8 de agosto de 2011. Legisladores y políticos no se han movido una pulgada desde su negativa anterior a legislar. Llevan todos esos años de sordera y de irresponsabilidad.
Los militares tienen razón de estar hartos.
(Aclaración: el artículo de Federico Reyes Heroles citado ayer en este espacio apareció en el diario Excélsior 5/10/16)