LOS MENTIROSOS, TRAMPOSOS Y CORRUPTOS HERMANOS ROBERTO Y JULIO YÁÑEZ MORENO, YA HUELEN A CÁRCEL
La Fiscalía General del Estado de Morelos debe actuar de inmediato contra los hermanos Roberto Carlos y Julio César Yáñez Moreno, al incurrir en delitos graves como es la falsificación de documentos oficiales, así como el desprestigio a la ciudad de Cuernavaca tras comprobarse que hubo dolo, premeditación y alevosía en un presunto contrato de servicios con el alcalde Cuauhtémoc Blanco Bravo, de quien han asegurado le dieron siete millones para que fuera candidato del Partido Social Demócrata.
La perito Adriana Chávez Avilés, cuyo prestigio es demasiado amplio, reveló que hubo “falsificación por imitación” en las firmas del ex jugador de futbol, como una venganza para intentar su desprestigio.
Es por lo anterior que hoy, el secretario Municipal del ayuntamiento de Cuernavaca, Guillermo Arroyo Cruz, informó que hay un delito por parte de la familia Yáñez Moreno contra el alcalde citadino que debe ser sancionado.
Cierto es que los hermanos Roberto Carlos y Julio César han creado una telenovela contra Cuauhtémoc Blanco por impedir seguir con el saqueo a las finanzas públicas de la capital morelense, de las que se sintieron propietarios.
El “error” del ex jugador fue haber quitado de la nómina a la familia Yáñez Moreno, de sus negocios y otros abusos que cometieron hasta hace algunos meses, que van contra los intereses de la sociedad.
En respuesta, los Yáñez, sobre todo Roberto Carlos, inventó un presunto contrato de prestaciones, en el que supuestamente habría recibido el edil capitalino siete millones de pesos para ser candidato del PSD a la presidencia municipal.
En respuesta, el mismo Blanco acudió a la Fiscalía para levantar la carpeta de investigación correspondiente sobre actos de difamación, falsificación de documentos oficiales y lo que resulte responsable, que quedó bajo el número de expediente SC01/7335/29016.
Sobre el mismo documento ministerial, la perito responsable de cotejar las firmas de Blanco Bravo resolvió que hay falsificación de las mismas, porque es diferente el diseño.
La contundencia del ministerio público del fuero común en los resultados de grafoscopia ahora deben también dar resultados en la detención de un personaje que es un fraude y que ha cometido ese mismo delito, Roberto Carlos Yáñez Moreno.
De igual manera, también debe darse el desafuero del hoy diputado local pesedista Julio César Yáñez Moreno, para ser llevado a juicio de responsabilidades constitucionales por incurrir en los mismos delitos que su hermano.
El trabajo de la Fiscalía sobre el Caso Cuauhtémoc no termina en solo dar respuesta sobre la falsificación de firmas y/o documentos oficiales en perjuicio de una persona, también otro de los afectados es el secretario Técnico del ayuntamiento de Cuernavaca, José Manuel Sanz Rivera, así como 10 ciudadanos más.
En términos jurídicos, los actos realizados por Roberto Carlos y Julio César no son solamente para un caso de escándalo mediático, sino que van más allá al haber engañado una empresa como es Televisa y una periodista con reconocimiento, Denisse Maerker, quienes mantienen bajo reserva su derecho de denunciar a los hermanos.
Sin embargo, como Morelos es el lugar donde priva la impunidad y mentira, como principal política pública establecida desde el mismo Poder Ejecutivo, seguramente los hermanos Yáñez Moreno continuarán como lo que son: vividores del poder y manchando la imagen de quien se les ponga de frente.
No hay al momento una sola sanción hacia la familia Yáñez Moreno a pesar de tener en su contra varias denuncias, sobre todo por actos de abuso, de corrupción y otros en agravio de la sociedad desde que Roberto Carlos era diputado local.
Su principal escudo es el Partido Socialdemócrata que les sirve también como bastión para seguir en la nómina oficial, con las prerrogativas que reciben mensualmente del dinero público.
El Caso Cuauhtémoc debe ser el principio de toda una serie de delitos por los que deben ser sancionados ejemplarmente los hermanos Roberto Carlos y Julio César Yáñez, de lo contrario la Fiscalía General del Estado, continuará siendo un elefante blanco y de desconfianza social.
El daño hecho por ambos vividores no es solamente contra Blanco, también en perjuicio de la sociedad citadina que vio como, ambos, en cerca de seis meses con el manejo del ayuntamiento hicieron negocios y disfrutaron de los impuestos que difícilmente pagan los ciudadanos.