- Crece deuda 14.2 puntos en este sexenio
- Percepción de fragilidad confirma las advertencias de calificadoras
- Destacan acelerada alza en los pasivos durante los últimos años
- Apoyan cuatro miembros de Junta de Gobierno paquete 2017
Uno de los principales factores internos que afectó la depreciación del peso frente al dólar en las más recientes jornadas fue la debilidad de las finanzas públicas, reconoció el Banco de México (Banxico).
De acuerdo con la minuta 46 de la reunión de política monetaria del pasado 29 de septiembre, uno de los miembros de la junta de gobierno del banco central destacó el acelerado crecimiento de la deuda pública corno proporción del producto interno bruto en años recientes.
En 2012, la deuda pública era equivalente a 34.3% del PIB. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público calcula que llegue a 48.5% al cierre de este año, un incremento de 14.2 puntos porcentuales durante esta administración.
Banxico detalló en el documento que como consecuencia de este deterioro la mayoría de los integrantes destacaron que ciertos indicadores de prima de riesgo se incrementaron.
Esta percepción de fragilidad, argumentaron, se confirma con las advertencias emitidas este año por agencias calificadoras como Standard and Poor's y Moody's.
En la reunión, donde se decidió, por unanimidad, incrementar la tasa de interés de 4.25% a 4.75%, no hubo la misma votación en cuanto al respaldo del paquete económico 2017 que presentó el gobierno federal al Congreso de la Unión.
De los cinco miembros de la junta de gobierno del Banxico cuatro apoyaron el proyecto.
La mayoría estableció que si bien va por el camino conecto es indispensable la aprobación y la adecuada ejecución de las acciones fiscales planteadas en el paquete.
"La mayoría de los integrantes coincidieron en que las medidas de consolidación fiscal que han sido propuestas en el paquete económico pre - sentad o por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso de la Unión van en la dirección correcta", se relata en la minuta.
La debilidad de las finanzas públicas fue uno de los factores internos que afectaron a la depreciación del peso frente al dólar en las más recientes jornadas, reconoció el Banco de México (Banxico).
De acuerdo con la minuta número 46 de la reunión de política monetaria del pasado 29 de septiembre, uno de los miembros de la Junta de Gobierno destacó los persistentes y elevados requerimientos financieros del sector público y un acelerado crecimiento de la razón deuda pública a PIB en los últimos años.
La deuda pública, que en 2012 era equivalente a 34.3% del PIB, para el cierre de este año la Secretaría de Hacienda prevé que llegue a 48.5%. En ese lapso, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (la versión más ampliada de la deuda) pasó de 37.7% y se calcula finalice en 50.5% en este ejercicio.
A consecuencia de este deterioro, la mayoría de los integrantes destacó que ciertos indicadores de prima de riesgo se han incrementado.
Para la mayor parte de los reunidos en la Junta de Gobierno, la percepción de esta fragilidad fiscal se confirma con las advertencias emitidas este año por las agencias calificadoras, detalló el texto del Banxico.
Durante 2016, las agencias Standard and Poor’s y Moody’s revisaron la perspectiva de la nota crediticia del país, de estable a negativa, argumentando el tema de la deuda como la principal causa del ajuste.
En la reunión a la cual asistió por primera vez la subsecretaria de Hacienda, Vanesa Rubio quien tiene voz pero no voto los cinco integrantes de la Junta de Gobierno decidieron subir medio punto la tasa de referencia para quedar en 4.75%.
Si bien la decisión de apretar la política monetaria fue por consenso, no así el respaldo al paquete económico 2017, sólo cuatro lo apoyó.
La mayoría dijo que si bien se va por el camino correcto, es indispensable el aval y la adecuada ejecución de las acciones fiscales planteadas.
Además, cuatro de los cinco integrantes destacaron que con el paquete fiscal propuesto se prevé alcanzar un superávit primario a partir de 2017 y estabilizar la razón de deuda pública a PIB también a partir de ese año, lo que permitirá absorber choques del exterior de manera más eficiente y propiciar mejores saldos de la cuenta corriente.
Uno señaló que, de cumplirse estas acciones, sería un primer paso hacia una estabilización y un cambio de tendencia en el saldo de la deuda.
Pero otro puntualizó que es indispensable tomar todas las medidas necesarias para convencer a los mercados del compromiso de las autoridades para garantizar la reducción del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en los próximos años, principalmente ante la perspectiva de bajos precios y producción del petróleo.
Señaló que existen límites de seguir sustentando el ajuste a través de un menor gasto de inversión dado el ascenso en el gasto corriente.
Incluso uno advirtió que ante un entorno incierto y cambiante, las autoridades fiscales deben estar preparadas para realizar más ajustes.
Finalmente, un integrante apuntó que es necesario mantener la estabilidad financiera y continuar con los esfuerzos de ajuste estructural.