I. Esmero. Con dedicación de orfebre fue delinéandose el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan los artículos 107 y 123 de la Constitución sobre justicia en materia laboral. La iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto pasó los más rigurosos filtros, aunque no ha sido sencillo, por lo que el esfuerzo se valora al doble. Ahora la resolución de los conflictos entre trabajadores y patrones estará a cargo de los tribunales laborales del Poder Judicial de la Federación o de las entidades, en sustitución de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, que desaparecen. Con estas reformas, México avanza en el respeto a los derechos de los trabajadores y en el acceso a una justicia laboral sin distingos. Mejor escenario, imposible.
II. Preocupante. La Cámara de Diputados, como caja de resonancia de lo que acontece en el día a día, no soslayó la lacerante realidad de que en México la tasa de suicidios muestra una tendencia creciente. En 2012 se registraron cinco mil casos y en 2013, seis mil. Bien por el Pleno de San Lázaro que por 377 votos a favor, uno en contra y una abstención aprobó una reforma a la Ley General de Salud para establecer la realización y promoción de acciones para la prevención de este fenómeno a causa de trastornos mentales, cuya iniciativa impulsó la diputada Karla Karina Osuna Carranco, quien sustentó que en México 40.8% de los casos ocurre en jóvenes de entre 15 y 29 años, con una tasa de incidencia de 7.5 suicidios por cada 100 mil habitantes.
III. La experiencia. Hace días, Manlio Fabio Beltrones, exdirigente del PRI, habló de Donald Trump, candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos. Como a un gran sector de la sociedad, al exsenador tampoco le gustó la visita del empresario a México. “Las expresiones del señor Trump son sumamente ofensivas para los mexicanos; no merecía haber sido invitado por el gobierno de México. Creo que fue una equivocación, el señor Trump no es un hombre de fiar”, afirmó. Independientemente de quién gane las elecciones, comentó, habrá que construir la relación binacional con base en la buena vecindad y el crecimiento económico en conjunto. No hay que olvidar que los mexicanos debemos construir nuestro propio destino.
IV. Todos parejos. Jesús Ortega, exdirigente nacional del PRD, consideró que los gobernadores que han sido suspendidos de sus derechos en el PRI o expulsados en el PAN, deben terminar en la cárcel y no sólo con una sanción partidaria. Según él, existen pruebas suficientes para que actúen instituciones como la PGR. Arremetió en contra de estos institutos políticos, a los que llamó oportunistas y demagógicos, pues dijo que siempre conocieron de los excesos de los involucrados. “¿A poco la PGR no sabía de los atracos desvergonzados de Guillermo Padrés en Sonora?”, cuestionó. Al menos el PRI y el PAN ya actuaron. El PRD sólo esconde la cabeza cuando le hablan, por ejemplo, de Ángel Aguirre, el exmandatario de Guerrero. Linda paloma no lo fue.
V. Debilitado. Un muerto y ocho lesionados dejó una riña más en el penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León. El enfrentamiento se dio justo en el momento en que el mandatario estatal, Jaime Rodríguez El Bronco, rendía su primer Informe de Gobierno en el Congreso local. Tras el motín, legisladores le pidieron a su gobernador mejorar la seguridad. Se trata del cuarto evento violento en el mismo penal en lo que va del año. En el primero hubo un saldo de 49 muertos. Rodríguez no puede con la agenda, lo persiguen la inseguridad, la corrupción y las promesas incumplidas. A nadie como a él se le desdibuja el 2018. De su primer informe nadie se acordó. La nota fue el penal.