Hablando de migración… la omisión mexicana
Suele suceder que cuando se quiere solucionar un problema con tres parches vuelve a aparecer.
Hace dos años, condiciones sociales y económicas en Centroamérica provocaron una crisis migratoria de menores de edad no acompañados que pretenden llegar a Estados Unidos pasando por nuestro territorio.
Con ayuda estadunidense se reforzó la frontera sur, se tomaron algunas medidas en los estados de tránsito y se redujo el número. La crisis está de vuelta.
Según la oficina estadunidense de migración, estos son los menores no acompañados detenidos en los últimos cuatro años: 2013: 38 mil 759; 2014: 68 mil 541; 2015: 39 mil 970; 2016: 59 mil 692 (estos ciclos anuales son medidos en “años fiscales estadunidenses que van del 1 de octubre al último de septiembre).
Tanto en 2014 como en 2016 hubo más menores centroamericanos que mexicanos detenidos.
Ayer, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos dio a conocer un informe bastante duro de la situación y de cómo la ha manejado el gobierno y el Estado mexicanos. Advierte primero lo obvio, la situación no mejorará hasta que “las condiciones de violencia o de precariedad no mejoren en sus países de origen” y para eso no hay fecha.
Dice la CNDH: “El Estado mexicano ha suscrito y ratificado una cantidad considerable de tratados internacionales para la protección de los derechos humanos de la niñez. Algunos de ellos fueron objeto de estudio en el presente informe. Así también ha aceptado la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no obstante, de los elementos con los que cuenta esta comisión nacional es posible concluir que aun y cuando han existido avances legislativos en la materia, su aplicación dista mucho de ser la correcta para garantizar la protección integral de los menores no acompañados.
“…Actualmente la determinación del Interés Superior de la Niñez de menores no acompañados es efectuada únicamente por el INM; sin embargo, no cuenta con los servidores públicos especializados para ello. Es una contradicción que el Instituto Nacional de Migración continúe determinando el Interés Superior de la Niñez de los menores, pues esa es la institución que decide su detención”.
El informe completo argumenta, y creo que bien, que criminalizar a los menores, que es lo que hacemos, no solo no sirve, sino va contra todo lo que México dice y ha firmado.
La crisis, sigue.