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VIDA POLÍTICA

 TERMINAN CON ABUSOS DE MINORÍAS EN EL CONGRESO LOCAL

El abuso que incurrieron algunos diputados locales en el uso de los recursos financieros, hoy son resueltos mediante una reingeniería por parte de quienes presiden la Mesa Directiva y la Junta Política y de Gobierno.

Desde el año 2003, el Congreso de Morelos no había presentado problemas financieros o por desvíos de recursos públicos, en aquella legislatura el entonces trío de representantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) incurrió en la “desaparición” de 10 millones de pesos, entonces otorgados por el gobernador Sergio Alberto Estrada Cajigal Ramírez para la compra de un terreno a fin de iniciar la construcción de una nueva sede para el Poder Legislativo.

Al parecer son las minorías las que siempre incurren en los excesos, como en aquellos años cuando José Luis Correa Villanueva, Jorge Messeguer Guillén y Silvia D´ Granda presumían que tres eran más que 20 y lo demostraron como magos al disipar el monto millonario antes referido.

Los excesos en el Congreso local, principalmente de los “líderes” de las fracciones parlamentarias, que son solamente uno, hoy mantienen al Congreso en un estado financiero lamentable, al exigir “mayores espacios” como son el tener en la nómina a las dirigencias de los partidos políticos a los que pertenecen.

No son los únicos, también hay familiares de primer, segundo y tercer grado quienes cobraron salarios que van de los ocho mil a 25 mil pesos mensuales, quienes tenían plazas de secretarios técnicos, asesores, directores de área y otras.

La sustancia es que los aviadores estaban asignados, sin laborar, en la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), en Investigaciones Legislativas, la Secretaría de Administración y otras en las que solamente solían presentarse a firmar.

Días antes del “despido injustificado” de algunos ex trabajadores los coordinadores parlamentarios solicitaron a sus compañeros la relación de su personal y en dónde estaban asignados, además del salario que percibían.

Todos la enviaron y fueron “descubiertas” varias plazas de personajes de la vida política estatal, que tenían grandes salarios sin tener que acudir al Poder Legislativo ni a cobrar.

Al conocer lo anterior, la Presidenta de la Mesa Directiva, Beatriz Vicera Alatriste, como el presidente de la Junta Política y de Gobierno, Julio Espín Navarrete, de inmediato actuaron.

La primera acción de ambos fue arquear el estado de las finanzas del Poder Legislativo, proponer una serie de acciones para disminuir el déficit económico y ligar acuerdos con sus pares.

El primer paso fue disminuir la gruesa nómina y evitar mayores gastos personales, posteriormente asumir responsabilidades y evitar -hasta donde sea posible-, para el próximo año, aumentar los gastos personales de cada diputado.

La reingeniería financiera planteada por ambos diputados no queda solo para el presente año, sino en llegar a la profesionalización de los trabajadores del Poder Legislativo y evitar con ello sea un lugar en donde siga la llegada de comités -completos- de partidos políticos para solamente que cobren sus dirigentes y ayudantes.

El rescate financiero del Congreso local no es solamente despedir a cerca de 200 trabajadores recomendados por los diputados, también es lograr reducir su gasto corriente y en asuntos extraordinarios, porque han rechazado el aumento del tres por ciento a su partida presupuestal otorgada para el próximo año.

Los recursos financieros serán remitidos para un mejor funcionamiento del Poder Judicial, o bien de las dependencias que requieran del recurso, anunció el diputado Julio Espín Navarrete.

En las restricciones del gasto, contempló evitar a futuro abusos en el incremento a la nómina, con base a una reforma a la Ley Orgánica que será presentada al pleno para su aprobación.

Tanto Espín Navarrete como Vicera Alatriste han presentado a sus compañeros todo un programa de austeridad, aprobado para disminuir los gastos personales de cada diputado.

De lo anterior quienes más sufrirán ese tipo de recortes están los diputados de la chiquillada como el de Partido Socialdemócrata, Julio César Yáñez Moreno; de Encuentro Social, Efraín Esaú Mondragón; de Edwin Brito, del Partido del Trabajo, por mencionar algunos.

Por lo pronto, en lo que resta del año se acabaron los privilegios y aviadores al interior del Poder Legislativo, para ellos llegó Beatriz Visera y Julio Espín a poner orden, aunque se enojen las minorías.

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