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SERPIENTES Y ESCALERAS

Jerónimo Bernal, director del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo, firmó contratos como funcionario y como administrador de sus empresas. Entre otras leyes viola la Estatal de Responsabilidades de Servidores Públicos. Para el gobierno estatal esto no es delito, ni siquiera está mal.

Otro escándalo de corrupción ha detonado en Morelos; uno más en el gobierno del PRD. De nueva cuenta se documentan actos irregulares, fuera de la ley y a todas luces ilegales. La respuesta oficial siempre es la negación, la mentira, aunque en este último caso se añade la inmediata renuncia del funcionario señalado. Si no hay nada irregular en los contratos ¿Por qué renunció Bernal? Graco Ramírez sigue los mismos pasos de Javier Duarte.

Según una nota publicada por el periódico El Financiero, el gobierno de Graco Ramírez otorgó 24 contratos de obra pública por un monto superior a los 130.5 millones de pesos a las empresas de uno de sus empleados, Jerónimo Bernal Soliveras, hasta el lunes pasado director del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo.

La investigación que realizó Héctor Gutiérrez se acompaña de la copia los contratos otorgados por la Comisión Estatal de Agua y la Secretaría de Obras Públicas del gobierno de Morelos. Jerónimo Bernal y su padre son socios de la empresa Berso Edificaciones SA de CV y Tekarq SA de CV, ambas receptoras de dichos contratos.

La reacción a lo publicado por El Financiero fue inmediata. Unas horas después de que se conociera de los contratos, el gobierno de Graco Ramírez a través de su oficina de Comunicación Social informó que “con apego a la política de rendición de cuentas, Jerónimo Bernal Soliveras presentó su renuncia al cargo de director general del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo”.

El comunicado afirma que el gobernador Graco Ramírez no otorga contratos de obra, pues éstos se asignan mediante procesos regulados por la Ley de Obra Pública y Servicios Relacionados con la Misma del Estado de Morelos. “Los contratos a que refiere la nota informativa fueron firmados en el año 2014. Bernal Soliveras se integró como director del Fideicomiso el 7 de enero de 2015”. De acuerdo con su declaración patrimonial correspondiente al año 2014, revira el rotativo, en ese año ya figuraba como director general del Fideicomiso.

Lo evidenciado por El Financiero es parte de una historia por muchos conocida en Morelos. La obra pública, los contratos, las adquisiciones y en general todos los negocios que se hacen en el estado pasan por el escritorio de Rodrigo Gayosso. Nada se hace, se contrata o se paga si no tiene el visto bueno del hijastro del gobernador y de su esposa; ambos marcan la pauta de las finanzas del estado y sin su autorización, nadie accede al padrón de proveedores de este gobierno.

Desde el inicio del sexenio Gayosso Cepeda colocó en las áreas financieras de las dependencias a gente de su absoluta confianza. Se trata de personajes que responden a sus intereses, que en muchos casos no tienen ni la formación académica ni el perfil profesional para los cargos, pero gozan de la confianza del hijastro porque le garantizan obediencia absoluta.

En esa línea está Andrik Ruiz de Chávez en la secretaría de salud y Sergio Beltrán Toto en la secretaría de obras. Ambos se han hecho millonarios a la sombra de Rodrigo, tienen hoy muchas propiedades e incluso hacen negocios en paralelo a lo que les autoriza el hijastro. En los últimos años Beltrán Toto, por ejemplo, adquirió varias propiedades en Cuernavaca, Tequesquitengo y Acapulco, al tiempo de comprar vehículos de lujo y establecer diversos negocios. Rodrigo conoció a Sergio Beltrán Toto cuando ambos laboraban para Manuel Martínez Garrigós en el gobierno de Cuernavaca.

Basta seguir la línea de los personajes y su relación con la familia de poder para entender cómo funcionan las cosas en este gobierno. Jerónimo Bernal conoció a Rodrigo Gayosso a través de Andrik Ruiz de Chávez cuando el primero era una especie de cadenero-gerente en el extinto bar Alebrije; fue colocado en el gobierno estatal por indicaciones directas del hijo del gobernador. Hasta antes de su incursión en el servicio público Bernal no tenía la solvencia económica de hoy, ni había incursionado en negocios como los que últimamente hace con el gobierno estatal. Sus empresas nacieron con esta administración.

Lo publicado por El Financiero es interesante no sólo porque hace público algo que es secreto a voces en Morelos; pareciera que se trata de la filtración de información y documentos desde dentro del propio gobierno y con detalles que proporciona gentes cercanas a ese grupo. Hasta ahora la información dura sobre la operación de ese cártel no había visto la luz pública, todo quedaba en dichos y rumores que, aunque se pueden confirmar con el ritmo de vida de los personajes, no se había podido documentar como lo hizo el rotativo.

Algo ha sucedió entre ellos, algo que ha generado incomodidad, enojo o quizá miedo por el tamaño de las acciones que están llevando a cabo. Los últimos cuatro años el grupo que rodea al hijo del gobernador ha actuado con absoluta libertad, no han cuidado las formas, no han sido discretos y por el contrario, se han jactado del enorme poder y dinero que tienen gracias a la influencia de Gayosso en el gobernador.

Pero insisto: algo cambió. Podría ser que alguien de ese grupo se ha cansado de tantos abusos y comienza a filtrar documentos que confirman el actuar de dichos personajes. Este primer golpe fue muy duro, tanto que obligó al personaje señalado a renunciar inmediatamente al cargo y al gobierno estatal a emitir un torpe y poco convincente comunicado.

Lo que hace Rodrigo Gayosso y su grupo de amigos en el gobierno de Graco Ramírez no es muy diferente a lo que hicieron los amigos y familiares de Javier Duarte en Veracruz. Es más, en algunos casos hablamos de acciones exactamente iguales, con procedimientos espejo en los cuales se repiten todo lo realizado por el prófugo ex gobernador veracruzano.

Habrá que ver que más información se filtra y hasta que punto el gobierno federal voltea la vista a Morelos. Ahora se detalló la entrega de 24 contratos por más de 130 millones de pesos a un funcionario estatal; más adelante podría documentarse la forma como este gobierno ha adquirido más de mil millones de pesos en medicamentos en procesos de adjudicación directa a un empresario del Estado de México, dueño por cierto, del equipo Zacatepec y Jardines de México.

La lucha anticorrupción es un asunto que está tomando fuerza en la agenda nacional y que Enrique Peña Nieto ya no puede evadir. La presión social hizo que el gobierno federal procediera contra varios ex gobernadores y llevara a la cárcel a funcionarios, familiares y socios de las figuras del poder. Algunos ex mandatarios ya están tras las rejas (Andrés Granier de Tabasco y Luis Armando Reynoso Femat de Aguascalientes) y otros más están prófugos de la justicia.

Lo llamativo de las historias ha sido el nombre de los ex gobernadores, pero no han sido sólo ellos quienes han pisado la cárcel. En todos los casos el procedimiento alcanzó a funcionarios de todos los niveles; familiares, amigos e hijos de ex gobernadores enfrentan procesos administrativos y penales, algunos de ellos tras las rejas.

Lo documentado esta semana sobre uno de los personajes cercanos al círculo de poder de Rodrigo Gayosso es el primero de varios asuntos que van a ventilarse. Este tipo de cosas puede definir la decisión que las mesas de poder nacional se tomará respecto al perredista que entrará a la agenda anti corrupción que hoy tiene a un panista (Guillermo Padrés, de Sonora) y a un priísta (Javier Duarte, de Veracruz).

Pero sobre todo, lo de fondo, es que al comenzarse a documentar este tipo de acciones, se añaden elementos sólidos a una investigación que ya está abierta en el gobierno federal en contra de Rodrigo Gayosso y que podría tomar forma a mediados del próximo año, cuando el proceso electoral arranque.

En la tierra de Duarte le llamaron el Cártel de Veracruz; aquí puede conocérseles como el Cártel de Gayosso.

  • posdata

Este día el grupo parlamentario del PRD en el congreso de Morelos podría aumentar. Si los acuerdos internos se materializan, Silvia Irra, José Manuel Tablas y Edwin Brito se unirán al partido del Sol Azteca, con lo que esa representación podría llegar a 12 integrantes.

Con este número de diputados el PRD estaría en condiciones de atajar muchas votaciones que requieren de las dos terceras partes del congreso, pero no resuelve los problemas de fondo que padece ese partido y el gobierno que representan.

Si en lugar de buscar más diputados para frenar acciones, los estrategas graquistas se dedicaran a resolver conflictos, establecer puentes de comunicación y canales de diálogo, otra historia veríamos en Morelos.

Insisto: Marco Adame cerró su administración con muchos diputados sumados a su partido… y de nada le sirvió.

  • nota

Así lo detalla El Financiero en su nota del lunes:

“Algunos de los contratos que le fueron otorgados están firmados por el propio Bernal Soliveras, ya como funcionario público y en su carácter de “administrador único” de sus empresas –en otros la firma es de su padre o de una de sus empleadas–, como el número SOP-SSES-DGN-L.P.F.-012/2014, de fecha 31 de octubre de 2014, otorgado a Berso Edificaciones, SA de CV, por la cantidad de 17 millones 200 mil 405 pesos y 45 centavos, y cuyo objetivo fue la “construcción de Centro Comercial Antonio Rivapalacio López, mercado Benito Juárez y mercado Margarita Maza de Juárez”.

Para efectos legales, Bernal Soliveras es, además de funcionario público con Graco Ramírez, proveedor en el mismo gobierno, en el cual sus empresas concursan por contratos de obra pública.

A Bernal lo nombró el propio mandatario perredista, así lo muestra el Reglamento Interior del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo: “La persona Titular del Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado de Morelos nombrará a la persona Titular de la Dirección General, quien tendrá, además, el carácter de Delegado Fiduciario Especial y ejecutor de la administración del Fideicomiso y de los acuerdos del Comité, para lo cual contará con Poder General para Pleitos y Cobranzas, Actos de Administración y aún de Dominio en los términos que le sean otorgados por la Fiduciaria”.

Bernal, con el aval de Graco, viola la Ley Estatal de Responsabilidades de los Servidores Públicos de Morelos, pues en el artículo 27, fracción X, se establece que “los funcionarios públicos deben excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado…”

Hasta antes de la administración de Graco Ramírez, el “arquitecto” Jerónimo Bernal Soliveras (de acuerdo con el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP no existen datos de que cuente con cédula profesional) se desempeñó como “cadenero” –persona que controla el acceso– en una discoteca denominada Taizz. De acuerdo con las correspondientes actas constitutivas –de las que El Financiero tiene copia–, entre 2012 y 2013 creó sus dos empresas y hoy goza de jugosos contratos del gobierno estatal.
Además, la esposa del funcionario, Elsa Dávila Iragorri, hasta hace poco jefa de Eventos de la Gubernatura, así como la actual jefa de los Servicios de Salud del estado, Georgina Rubio Bravo, y el actual secretario de Salud del estado, Andrik Ruiz de Chávez, fueron todos compañeros de escuela –Colegio Marymountain– de Rodrigo Gayosso Cepeda, presidente estatal del PRD e hijastro de Graco Ramírez.”

  • post it

El delegado del CEN del PRI llegó a Morelos desde su natal Veracruz. Vino, según lo comunicó en su momento el comité nacional, a poner orden en el partido y preparar las cosas para el proceso electoral del 2018.

La intención era buena, aunque como siempre en ese partido, la acción no resultó como esperaban. A Morelos la dirigencia nacional del PRI siempre lo ha tratado con desprecio, quizá por ello la rebeldía característica del priísmo morelense.

Cada vez que el CEN manda un delegado a Morelos, pareciera que eligen a la mejor joya de Almoloya; ya tuvimos aquí a René Juárez Cisneros, a Jorge Schiaffino y ahora está Fernando Charlestón. Cualquiera de ellos podría fácilmente ser compañero de celda del Chapo en el Altiplano.

Fernando Charlestón, por ejemplo, es parte del Cártel de Veracruz y está incluido en la lista de personajes a las cuales la PGR les sigue la pista por el desfalco millonario en aquel estado. ¿Viene a poner orden a Morelos o a negociar la plaza?

Cuando el PRI manda ese tipo de personajes a Morelos, confirma que no le interesa la tierra de Zapata.

  • redes sociales

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