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TEMPLO MAYOR

A VER en qué terminan tanto la nueva Ley de Transparencia como el Sistema Nacional Anticorrupción que van de la mano... pero no precisamente de los legisladores.

TANTO a activistas como a servidores públicos interesados en hacer avanzar ambas reformas les inquietan tres asuntos.

UNO, sólo siete estados han homologado su legislación local en materia de transparencia a los términos de la ley federal. Dos, el plazo -claro, con los legisladores es un mero decir- para sacar adelante esa norma es el 5 de mayo. Y, tres, si la aprobación de esas reformas se entrelaza con las campañas electorales será muuuy difícil que prospere.

OJALÁ y que no quede en transparentar la corrupción en un marco de impunidad.

 

POR CIERTO que más de uno al interior del PAN se pregunta de cuál fumó Roberto Gil.

Y NO por otra cosa, sino porque se suponía que la prioridad albiazul para este periodo de sesiones era sacar adelante el paquete anticorrupción.

PERO en lugar de eso, el senador se sacó de la manga su propuesta para legalizar el consumo y la comercialización de la mariguana, iniciativa de la que, al parecer, ni siquiera le avisó a su líder nacional, Ricardo Anaya.

EN EL BÚNKER de la colonia Del Valle saben que el tema de la mariguana es muy escandaloso, por lo que podría terminar opacando el del combate a la corrupción. Y eso los tiene como en un mal viaje.

 

 

Y QUE aterrizan en la realidad al director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Alexandro Argudín.

AHORA que el funcionario compareció ante los diputados de la Comisión de Transportes, trató de descalificar y minimizar el informe de la Comisión Federal de Competencia Económica sobre las deficiencias operativas en el AICM.

DE HECHO, según Argudín el aeropuerto "trabaja satisfactoriamente". Y ahí fue donde brincó Miguel Ángel Salim, quien le preguntó si estaba hablando del aeropuerto capitalino... ¡o del de Atlanta!

DESPUÉS DE ESO, Argudín ya no levantó el vuelo.

 

ALLÁ en Chiapas, donde hasta los Jaguares son verdes -como el partido en el gobierno-, se cuenta una historia extraña: que "alguien" no dejó al delantero argentino Silvio Romero regresar a su país, pese a que ya no quería jugar en México.

SEGÚN el entorno del jugador, aquello no fue una petición sino una orden, pues ese "alguien" es dueño de un porcentaje de Romero, o para ser exactos, de su ficha como futbolista.

¿Y QUÉ tiene de extraño esto? Que según quienes comentan la historia, ese alguien trabaja en el gobierno chiapaneco, que tanto le ha invertido, precisamente, al equipo que hoy enfrenta serios problemas económicos.

¿SABRÁ el gobernador Manuel Velasco quién es ese "alguien" que anda invirtiendo en jugadores internacionales? Es pregunta con chanfle.

Ámbito: 
Nacional