Incognitapro

SERPIENTES Y ESCALERAS

Muchas cosas se cuentan sobre lo que ocurre en el gobierno de nueva visión. Hay versiones que por momentos parecían exageradas o que se quedaban en el plano del rumor. Ahora se difunden documentos y empiezan las investigaciones. ¿Hasta dónde puede llegar esta historia?

 

La asignación de 24 contratos por un monto superior a 130 millones de pesos a Jerónimo Bernal Soliveras, quien fungía como director general del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo, revivió un viejo debate sobre la manera de operar en el gobierno de Graco Ramírez. No hay forma convincente de que la administración perredista justifique este tipo de transacciones, el tema es tan complejo que provocó la inmediata renuncia del funcionario señalado y un pobre deslinde de la administración estatal. El problema de fondo sigue; ¿Qué otros asuntos similares veremos en las próximas semanas?

El gobernador de Morelos otorgó 24 contratos de obra pública por 130.5 millones de pesos a las empresas de uno de sus empleados, Jerónimo Bernal Soliveras, quien desde 2014 y hasta el lunes pasado ocupó el cargo de director general del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo. Los contratos fueron concedidos por la Comisión Estatal del Agua y la Secretaría de Obras Públicas a dos empresas en las que Bernal Soliveras participa como socio junto con su padre, Salvador Bernal Cela: Berso Edificaciones, SA de CV y Tekarq, SA de CV.

Al ser funcionario y contratista del mismo gobierno, Jerónimo Bernal viola la Ley Estatal de Responsabilidades de los Servidores Públicos de Morelos, que en el artículo 27, fracción X, establece que “los funcionarios públicos deben excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado…”

Con la renuncia del funcionario el ejecutivo intenta dar por cerrado el tema; dice que no hubo irregularidades porque cuando recibió los contratos de obra, Jerónimo Bernal no era aún integrante de la administración. El problema es que según la declaración patrimonial del funcionario aludido, en el 2014 ya era titular del fideicomiso.

La exposición de los 24 contratos de obra no es un asunto menor. El hecho constituye un delito que afecta no sólo al personaje e cuestión, también involucra al gobernador del estado, quien de manera directa (así lo establece la ley) lo designó.

Pero además de ello habría que observar que la información surge desde las entrañas del propio gobierno: hay copias de documentos y detalles sobre la vida personal de Jerónimo Bernal; también se filtran detalles de la forma de actuar del grupo al que pertenece y los nombres de los dos funcionarios que manejan los negocios del hijastro del gobernador: Andrik Ruiz de Chávez y Sergio Beltrán Toto.

Esta historia puede quedar, como muchas otras, enterradas temporalmente en el olvido. El gobierno de Graco Ramírez ha hecho de la corrupción un arte y de la manipulación su arma más poderosa. A lo largo de cuatro años el tabasqueño ha saqueado al estado y lo ha hecho a la vista de todos, con la complacencia del gobierno federal. Su administración ha endeudado al estado como nunca antes en la historia y los diputados de la pasada legislatura le permitieron gastar los recursos públicos sin la obligación de rendir cuentas. Todo, hasta ahora, ha salido como el tabasqueño ha querido.

La variable hoy es el tiempo. Graco Ramírez ha superado el cuarto año de su administración, enfrenta un severo desgaste político y tiene a la mayoría de los ciudadanos en su contra. Los resortes nacionales del perredista se han ido perdiendo y la utilidad que tiene con el gobierno federal es cada vez menor. Ítem más: los conflictos sociales y los constantes señalamientos de corrupción lo ubican en un punto riesgoso: el mandatario de Morelos podría ser el personaje perredista que complemente la tercia de gobernadores perseguidos por la justicia federal.

Para que la ley alcance a Graco hay muchas cosas que tendrían que suceder, empezando por la decisión del presidente para que las instituciones actúen. Pero aunque la fuerza política del tabasqueño le sirva como blindaje personal contra ciertas decisiones, lo que parece inevitable es que la justicia se aplique contra algunos de sus colaboradores y contra su hijo.

En los últimos casos de corrupción en diferentes estados lo que ha llamado la atención es el proceso contra los gobernadores (Andrés Granier de Tabasco, Luis Armando Reynoso Femat de Aguascalientes, Fausto Vallejo de Michoacán, Guillermo Padrés de Sonora y Javier Duarte de Veracruz), pero habría que recordar que antes de que la ley o la política los tocara, muchos funcionarios de esas administraciones fueron encarcelados. Al hablar del proceso contra gobernadores, debemos tomar en cuenta que la línea incluye a muchos de sus colaboradores.

Ese escenario puede advertir lo que viene en Morelos. En algunas instancias del gobierno federal ya se están revisando y documentando las acciones de diferentes funcionarios locales, se sigue la línea de actuación del hijo del gobernador y se han  identificado a los personajes a través de los cuales operan; Andrik y Toto, los más llamativos.

Hasta ahora se trata de una investigación y la acumulación de pruebas, del cruce de datos, de la confirmación de expedientes y de la observación del modo de vivir de los personajes en cuestión. Lo que no existe aún es la orden para actuar; esa es una decisión política que podría nunca llegar, pero también podría darse en cualquier momento.

En el centro del país ya se observa a Morelos como un caso peculiar en donde la deuda pública ha aumentado exponencialmente, las contrataciones se operan a través de empresas previamente seleccionadas y hay personajes cuyo proceder es, por decir lo menos, sospechoso. Hablan, entre otros, de un tal Agustín Pérez, de Alejandro Alonso y de Antonio Erazo.

Lo publicado hace unos días por el periódico El Financiero podría ser el principio de muchas historias más. Los detalles revelados y las documentales expuestas no surgieron de una página de internet, sino de una oficina del propio gobierno de Graco Ramírez y de alguien cercano al grupo de Gayosso.

Algo esta pasando que comienzan a revelarse datos duros que confirman lo que hasta hace poco eran sólo rumores. Los nombres de los personajes revelados y las investigaciones que se siguen desde México advierten que el tema de corrupción en Morelos comienza observarse de manera diferente.

Quizá la justicia no alcance por el momento a Graco Ramírez, pero el caso de su hijastro y de sus operadores, dicen, va en una canasta distinta.

  • posdata

Lo que vemos en el Congreso de Morelos es, por decir lo menos, extraño.

Ayer se viralizó un documento que muestra la nómina que tendrían los integrantes de la legislatura 53; ahí se detalla el número de empleados que acompaña a cada legislador y el costo que implica cada uno de ellos.

La difusión de esta lista generó revuelo dentro y fuera del recinto legislativo, a muchos diputados les enojó la publicación, la negaron, la descalificaron y otros señalaron a quien, según ellos, la había filtrado.

Lo llamativo no es sólo el contenido de la nómina y la forma tan ingrata y desigual como se estarían gastando los recursos legislativos; también es peculiar el canal que se utilizó para dar a conocer la información.

La nota aparece un par de días después de que al gobierno estatal le explotó el tema de los 24 contratos otorgados al director del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo. Casualmente, como ha ocurrido en otras ocasiones en los últimos meses, cada vez que al gobernador le aparece un escándalo, surge otro mayor en contra de los legisladores que desvía la atención y hacen ver mal al congreso en su conjunto.

La información en cuestión no es fácil de conseguir, esos datos no están al alcance de cualquiera, ni siquiera del total de los miembros del parlamento. Sólo los diputados que integran la cúpula legislativa y la encargada de las finanzas del congreso tienen acceso a esa información.

Pero insisto: lo llamativo es el momento en que surge esa lista y el conducto que se utilizó para hacerla pública; cualquiera con dos dedos de frente puede percibir que no fue un canal cualquiera y también que esa información daña a la cámara en su conjunto.

Las cantidades de las que se hablan son, en algunos casos, estratosféricas. No hay manera de justificar nóminas de ese tamaño, ni quedarían dudas sobre el porqué de la debacle financiera del poder legislativo. Eso, claro, suponiendo que los datos sean reales.

La publicación fue un doble golpe al congreso: afuera la sociedad dio por buena la lista, la aceptó sin reservas, la viralizó y la utilizó para volver a cuestionar la probidad de nuestros representantes populares. Hacia adentro causó discordia, generó enojo y confirmó que hay varios tipos de diputados.

Personalmente me pregunto ¿Por qué pegarle a los diputados? ¿Por qué golpear desde casa a una institución que ha sido solidaria con el ejecutivo? ¿Qué ganaron exponiendo a los legisladores, particularmente a quienes son aliados del gobernador y miembros de su partido? ¿Quién y qué gana con esta historia?

Independientemente del origen de la filtración, el canal para su difusión deja muchas cosas en que pensar.

No hay casualidades en política, cuentan los hombres viejos del poder.

  • nota

Hugo Manuel Salgado Bahena cumplirá el próximo lunes 43 años de edad. Inteligente, honesto y trabajador, Hugo Manuel es un joven que desde muy temprana edad, hace 22 años, comenzó su carrera notarial asentando notas marginales, hasta que hace 4 años fue designado titular de la notaría Once de Cuernavaca.

Hijo de un gran ser humano, maestro, notario y amigo, Hugo Manuel lleva en la sangre el linaje de una familia que ha crecido gracias a su esfuerzo y con acciones se ha ganado el respeto y el cariño de quienes les conocen.

Abrazo con cariño a Hugo Manuel, a su calidad humana, a su profesionalismo y a su dedicación.

Es un orgullo para Hugo, su papá y para todos quienes le conocemos.

  • post it

No se si las cifras que filtraron ayer sobre la nómina de los diputados son reales. Aún suponiendo que los datos sean verídicos, no tengo la nómina anterior para compararla con lo que reciben hoy los equipos parlamentarios.

Si los datos son genuinos la pregunta es obvia: ¿No que el malo era Paco?

  • redes sociales

Las redes sociales se han convertido el en hilo conductor de mucha información. A través de esos medios la gente se informa, opina, debate y arma su criterio.

A este gobierno le apasionan las redes sociales, le disgustan los medios de comunicación y aborrece a los reporteros. Los gobiernícolas suponen que troleando, contratando publicidad en Facebook y amedrentando, controlan la situación y se libran de los problemas que les agobian. Los graquistas se apasionan con las redes sociales, pero han demostrado su ineptitud para manejarlas. No hay actualmente en Morelos un personaje público tan repudiado como Graco Ramírez… Ni Manuel Martínez Garrigós.

Lo que no se han detenido a pensar los estrategas de comunicación de este gobierno es que las redes sociales y los medios de comunicación son medios complementarios; los primeros se nutren de los segundos y en muchos casos, cuando hay una buena sincronía entre ambos, la fuerza de un medio formal se multiplica en los espacios virtuales.

Este gobierno intenta afanosamente callar voces incómodas: ataca, amenaza y persigue, como si con ello resolviera sus dificultades.

Ya no hay manera de callar.

Ni ganas de callarse.

  • es viernes

Hay música, hay poemas, hay imágenes, hay pinturas, hay esculturas, hay atardeceres, hay noches, hay mañanas, hay días… y hay modos de hablar que propician el encuentro amoroso.

Alguien dijo que la belleza es el resplandor de la verdad o el abrazo fraterno de un amigo. Si al ser amado le ofreces verdad y belleza sazonadas con ternura, sinceridad y amor, el encuentro se cumplirá.

Por eso: Hoy toca.

Comentarios para una columna alegre: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx

Ámbito: 
Local
Autor(es):