Cd. de México (30 octubre 2016).- Lo primero que hace Enrique Ochoa al llegar a la entrevista es quitarse la corbata. No es sólo un asunto de comodidad, sino la necesidad de mandar un mensaje: que hay otra forma de hacer política. No obstante, él mismo reconoce que no es fácil que le crean, por eso insiste en que para convencer se necesitan hechos, no sólo declaraciones. Al mismo tiempo, en otro piso del edificio "López Mateos" de la sede nacional del PRI, la Comisión de Justicia Partidaria expulsaba al veracruzano Javier Duarte.
¿Cuál es el balance de estos primeros 100 días al frente del PRI?
Fueron muy buenos, visité 32 entidades federativas y lo que percibí fue una gran pluralidad política dentro del partido.
¿Y eso es bueno o malo?
Es muy bueno, le da mucha fortaleza al partido. Por el otro lado, es necesario convertir esa diversidad en unidad para convocar a la ciudadanía y enfrentar a los adversarios políticos. Tenemos estados en los que el priismo estatal perdió por vez primera la elección de gobernador. Entonces es natural que haya un sentimiento de desconcierto.
¿Encontraste en Veracruz o Chihuahua un priismo dolido?
Encontré un priismo en busca de respuestas, de un análisis crítico y autocrítico. Pero también lo encontré con un ánimo de renovación. No vi en ningún lugar, un sentimiento de pesimismo. Tenemos experiencia en ser oposición y recuperarnos, vamos a acompañar a los priistas de estados en donde perdimos la gubernatura para volver a ganar la confianza de los electores.
¿Te dejaron un PRI en ruinas?
No, de ninguna manera. Hay historias de éxito en el priismo regional, y hay historias también que requieren una revisión autocrítica en un proceso de diálogo, de apertura y de reconstrucción para volver a competir.
Después de Manlio Fabio Beltrones, ¿qué es lo peor que le pude pasar al PRI?
Bueno, de hecho, fue un muy buen dirigente. Le correspondió un proceso muy complejo con condiciones nacionales adversas, pero ganamos Colima dos veces, Tlaxcala, Zacatecas, Hidalgo; recuperamos Sinaloa y Oaxaca. Hay elementos positivos.
Pero los números no mienten: Beltrones es el presidente que más ha perdido, ni en el 2000 gobernó a tan poca gente el PRI...
Así es, pero en la misma elección compleja también hay escenarios y lecciones positivas que tenemos que recuperar. El balance es de una elección complicada, pero con resultados también favorables para el priismo.
¿Ninguna autocrítica?
La autocrítica la tenemos que ejercer en los aspectos que la ciudadanía claramente está reprobando, y no solamente ante el PRI, sino ante los partidos políticos en general.
La gente está harta de la corrupción y la impunidad. En ese sentido, el PRI tiene que rendir cuentas y por eso empezamos con un señalamiento muy puntual.
La expulsión de Javier Duarte...
Hace 100 días Javier Duarte era gobernador en funciones y tenía un blindaje institucional que le permitía enfrentar los señalamientos por corrupción e impunidad de una manera cómoda. Hoy no tiene ese blindaje, fue suspendido del partido, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria está sesionando para expulsarlo, tiene órdenes de aprehensión en su contra y es prófugo de la justicia. En 100 días.
De seguir por ese camino, ¿no te vas a quedar sin gobernadores?
Haremos lo que tenemos que hacer con aquellos que le incumplieron a la ciudadanía. En el PRI no caben los corruptos y esto tiene que cambiar. Por eso estamos actuando a través de las instituciones del Estado mexicano y apoyamos el Sistema Nacional Anticorrupción.
¿Qué representa el SNA?
Ésta es la oportunidad que tenemos en esta generación en materia de corrupción y de impunidad.
Si es tan importante el Sistema Nacional Anticorrupción, ¿cómo garantizas que no se va a integrar por cuotas partidistas, como el INE?
Tenemos que acreditarlo en los hechos, en esos procesos de construcción de instituciones. Pero déjame darte una motivación: tengo una hija de dos años cuatro meses y quiero que ella viva en un país donde la corrupción tenga una solución institucional; que el país en el que ella crezca sea mejor por lo que hicimos los de mi generación.
Estás pidiendo un voto de confianza a un país que ve pasar la Casa Blancas, las de Malinalco, los favores a OHL... ¿Cómo te van a creer?
Se tiene que acreditar en los hechos, en las palabras y en los hechos.
Pese a todas las evidencias, Duarte sigue libre...
Confío en que la autoridad haga que la orden de aprehensión se cumpla. De hecho, le exijo a esa autoridad que haga su trabajo. Cuando tú tomas acciones de rendición política de cuentas, mandas una señal potente a la jurisdiccional de que no vas a encubrir ni proteger a nadie. Es tan relevante esto, que por eso le ha costado tanto trabajo al PAN tomar sus decisiones.
¿A qué te refieres?
¿Por qué se tardan un año en suspender a Guillermo Padrés? Lo convocaron y asistió cuando ya tenía órdenes de aprehensión giradas en Sonora y estaba bajo investigación por la Federación. ¿Por qué no lo remitieron a la autoridad en ese momento? Lo encubrieron cuando estuvo ahí. Eso es lo que hace falta en México: rendición de cuentas políticas, que los partidos se hagan cargo ante la ciudadanía de responder y señalar cuando políticos de su partido fallan. Los corruptos deben terminar en la cárcel.
El Presidente ya no se acuerda que consideraba a Duarte un ejemplo del nuevo PRI. Tú, ¿cuándo te diste cuenta de que era un pillo?
Cuando llegué al partido, revisando la acción de inconstitucionalidad que propuso el Presidente de la República, advertí que claramente esas instituciones eran una simulación a lo que el Sistema Nacional Anticorrupción tenía como principal propósito.
¿Antes de eso lo veías a él y a César Duarte y a Roberto Borge como gobernadores modelo?
No tuve la oportunidad de conocerlos ni de tratarlos.
En serio, ¿ni como priista los veías?
Te digo que no crucé camino con ellos. Lo que fui advirtiendo con las investigaciones de las autoridades, con lo que se reveló en los medios de comunicación y con sus propias declaraciones, es que Duarte no merecía ser priista y que el PRI tenía que actuar para hacer justicia.
¿A quién quieres convencer?, ¿a la sociedad, a los priistas?
A los mexicanos. Me dirijo a los mexicanos que se levantan temprano en la mañana y trabajan mañana, tarde y noche para construir un mejor país.
¿Crees que te creen?
Eso lo tengo que acreditar en los hechos. Yo no espero una reacción fácil; estoy convocando a que trabajemos juntos por un propósito común de mejorar estas condiciones.
Para convencer a la sociedad, ¿el Presidente es una carga?
De ninguna manera. El Presidente de la República es el mejor activo político que tiene el PRI, porque en cualquier sistema presidencial o parlamentario, el partido que está en el gobierno ve reflejado ante la ciudadanía el éxito de sus políticas públicas a partir del trabajo del titular del ejecutivo.
El reto en 2018 será convencer a los millennials. ¿Cómo conectar con ellos sin usar filtros de Snapchat?
Hay un cambio muy importante y positivo en cómo procesan la información las nuevas generaciones. Tenemos que ser mucho más claros y convincentes en presentar nuestras ideas y en sumarnos a sus preocupaciones. Llevo 10 años dando clases de Derecho Constitucional en la UNAM y, por ejemplo, cuando van a entrar a trabajar, más que la paga les preocupa cuál es el propósito de la empresa. Son preguntas distintas las que se hacen los jóvenes de hoy.
¿No te desanima su apatía ante la política?
Me da la impresión de que son extraordinariamente políticos, pero entienden la política de manera distinta a nuestra generación. Los partidos políticos han ido perdiendo ante estas nuevas generaciones la representatividad de sus aspiraciones políticas, ese es el primer reto.
¿Qué te hace diferente a Ricardo Anaya?
Ricardo Anaya ha estado del lado equivocado en la historia de Guillermo Padrés. Sentarse un año para tomar una decisión sobre una persona que ha sido señalada por múltiples actos de corrupción marca una clara diferencia con lo que yo hice en los primeros 100 días.
¿Qué te hace diferente a Andrés Manuel?
¡Muchas cosas! Andrés Manuel López Obrador es un mentiroso. Además, le saca al debate.
¿Contigo se acabó la sana distancia entre el PRI y el gobierno?
Sí, yo lo que propongo es una cercanía democrática, respetuosa de la ley. La relación entre el partido y gobierno de su partido tiene que ser cercana para brindarle soluciones a la ciudadanía.
¿Quién es tu modelo a seguir en la política?
A mí me gusta mucho el presidente Lázaro Cárdenas. La reforma energética que impulsó le dio a México viabilidad por décadas.
¿Cómo quieres ser recordado en el PRI?
Como un presidente que, a partir del reconocimiento de la pluralidad política, construyó espacios de unidad política para ser competitivos ante la ciudadanía y los electores.
¿Qué haces cuando no estás en la grilla?
Disfruto mucho de mi familia. A mí me llegó tarde la felicidad: me casé hace poco más de tres años y un año después de eso tuvimos a nuestra hija. Verla crecer ha sido para nosotros la posibilidad de evolucionar de ser una pareja a ser una familia. Aun cuando los días son largos y regreso a casa tarde, me levantó muy temprano para poder disfrutar a Sofía María en las mañanas.
¿La apoyarías si quisiera entrar a la política?
Sí, por supuesto. Que ella se dedique a la profesión que le guste, pero la política es una actividad extraordinaria, es muy positiva.
¿Aspiras ser Presidente de la República?
No.
¿Nunca?
Nunca. Jamás.
No me digas que te da miedo...
No miedo, pero le guardo demasiado respeto a una oficina de esa magnitud. Además, como presidente del PRI y de cualquier partido político, la responsabilidad es con los militantes y con los ciudadanos; jugar a tener dos cachuchas es la receta directa al fracaso. Es incorrecta y no es justo con el resto de los militantes que sí pueden aspirar.
¿Cuál quieres que sea tu epitafio?
Pues... ¿Para qué te miento? No pienso en la muerte en este momento. Cuando yo tenía 26 años mi padre murió en un accidente repentino. Él era magistrado de circuito en Veracruz y venía a vernos los fines de semana, se accidentó en su camioneta y poco tiempo después falleció en el hospital. Ese día cambió mi vida: pasé de ser un hijo de familia, a ser el referente en mi casa. He asumido una responsabilidad personalísima que he disfrutado mucho, pero no me veo como una persona que enfrente la muerte. Creo que se me ha dado la tarea de enfrentar todos los días la vida.
CINCO DATOS
1. Fue alumno de Luis Videgaray en la licenciatura de Economía, en el ITAM. Simultáneamente estudió Derecho en la UNAM. Tiene dos maestrías y un doctorado en la universidad de Columbia.
2. Aunque ahora presume haberse afiliado al PRI a los 19 años, en octubre de 2010 negó su militancia al comparecer ante diputados, dentro del proceso de selección de consejeros electorales del entonces IFE.
3. En su #3de3, declaró tener 50 taxis y una amplia colección de arte, que, según se sabe, incluye tres pinturas de Frida Kahlo, entre otros bienes.
4. Ha sido consejero electoral del Distrito 21 del DF, asesor del Secretario de Energía, funcionario del Tribunal Electoral federal, integrante del equipo de transición de Enrique Peña, consejero de Pemex, subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía y director general de la Comisión Federal de Electricidad.
5. Cobró un millón 200 mil pesos como liquidación tras renunciar a la CFE. Hora de publicación: