El papa apoya a Peña Nieto
De manera insólita —y ante el silencio de propios y extraños—, el papa Francisco apoyó la iniciativa de Enrique Peña sobre matrimonios igualitarios.
¡Sí, aunque usted no lo crea!
Y es que el primer día como nuncio apostólico, Franco Coppola —quien llegó a México el 28 de septiembre— aseguró que todas las personas que son parte de la comunidad y de la diversidad sexual deben gozar de los mismos derechos que todos los mexicanos.
Dijo que los miembros de la Iglesia católica que busquen pronunciarse sobre el llamado “matrimonio igualitario” deben seguir el ejemplo del papa Francisco.
En conferencia de prensa —luego de entregar sus cartas credenciales de embajador de la santa sede—, Coppola comentó: “los homosexuales son personas como todos y no hay motivo para negarles derechos de los que cualquier hombre o mujer goza simplemente por ser seres humanos… y el matrimonio es uno de éstos derechos”.
Curiosamente, nadie dijo nada de esa declaración, ni quienes apoyan los matrimonios igualitarios ni aquellos que los combaten.
Pero más curioso es que si se compara la declaración de Coppola con la exposición de motivos de la iniciativa que Peña envió al Congreso, se verá que casi son idénticas. ¿Lo dudan?
Dice la iniciativa de EPN, enviada al Congreso: “la presente administración se ha propuesto evitar que en las dependencias de la Administración Pública Federal se reproduzcan los roles y estereotipos de género que inciden en la desigualdad, la exclusión y discriminación…”.
Señala que a partir del Artículo primero constitucional —dice que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos y prohibir todo tipo de discriminación por preferencias sexuales— se recomendó ajustar la legislación e incorporar un lenguaje incluyente para eliminar todas las formas de discriminación.
Por eso se propuso la reformar el Artículo 4o. constitucional “con el objeto de establecer el derecho de las personas mayores de 18 años a contraer matrimonio, así como la protección de dicho derecho, que no podrá ser restringido por origen étnico o nacional, género, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, preferencias sexuales o cualquier otra que atente contra la dignidad humana”.
Casi idénticas las declaraciones del nuncio Coppola y la iniciativa que EPN envió al Congreso.
¿Por qué, entonces, la Iglesia católica mexicana satanizó y combatió esa iniciativa y por qué el PRI la congeló? ¿Por qué el silencio de todos respecto de la declaración de Coppola?
Feliz coincidencia y sospechoso silencio.
Al tiempo