Bienvenida su “grosera candidatura”: Carreño
Durante la comida del Foro Impulsando a México, de El Financiero e Interacciones, el subsecretario para América del Norte de la cancillería, Paulo Carreño, hizo señalamientos precisos sobre temas sensibles que no deben pasar como nota de pie página de ese magnífico evento celebrado el martes aquí en la Ciudad de México.
Primero, el Tratado de Libre Comercio no se va a renegociar, gane quien gane la elección presidencial en Estados Unidos.
Expuso Carreño que un acuerdo comercial que lleva veinte años ciertamente es perfectible. Y es perfectible en aquello que no se podía prever en ese entonces –comercio electrónico, por ejemplo– y que ahora son tema. Hay mecanismos para sumar acuerdos complementarios. “Yo creo que se pueden usar muchos verbos:
modernizar, actualizar, sumar, mejorar, incluso revisar, pero aquí renegociar no se puede”.
¿Puede un Presidente desmontar la relación económica de un manotazo?
Tal vez hay una persona que desconoce el Tratado y su importancia y hace campaña para quedar bien con un grupo que tampoco lo conoce, como ha quedado claro a lo largo de esta campaña, dice el subsecretario. Y explica: Lo que hay son empresarios de los dos lados de la frontera que comercian un millón de dólares por minuto, 500 mil automóviles que cruzan diariamente de manera lícita, y un millón de personas que cruzan todos los días también de manera legal.
Incluso, añade, ya no tenemos una relación de compra-venta, sino que ya hacemos cosas juntos y las vendemos. Es decir, hacemos automóviles que cruzan hasta ocho veces la frontera antes de convertirse en producto final. Hay productos del sector alimenticio que cruzan cuatro veces la frontera.
Más gráfico aún: por cada dólar que Estados Unidos le compra a México, 40 centavos son de producción estadounidense. Ya estamos cerca de decir que un producto no es hecho en México o en EU, sino en Norteamérica.
Le comenté al subsecretario Carreño King que en Estados Unidos hay una mala percepción de México que ahora se articula en un discurso de odio, con Trump, que nos acusa de intoxicar a sus jóvenes con heroína y cocaína, de llenarlos de migrantes, de tener ciudades extremadamente violentas, de que hay policías coludidas con el narco, de pagar mal a trabajadores calificados… y que en buena medida tenían razón.
Leonardo Kourchenko expuso la preocupación del equipo de Hillary Clinton por las violaciones a derechos humanos en México, lo cual también es cierto.
Ante ello Paulo Carreño expuso que “no tenemos que cambiar para quedar bien con ellos, tenemos que cambiar porque esa es nuestra misión como país, y es la tarea del gobierno. Espero que también sea la del siguiente, y no para firmar un próximo tratado ni para caerle bien a un candidato”.
Lo mismo en derechos humanos, “México tiene que atender, enfrentar y resolver ese tema independientemente de quién gane la elección, e independientemente de si hubiera o no elecciones en Estados Unidos”.
Como nunca, México ha sido cuestionado por un candidato a la Presidencia de Estados Unidos, pero ello tiene un lado positivo, de acuerdo con el punto de vista del subsecretario Carreño: yo creo que en la próxima elección los mexicanos en ese país y los mexicoamericanos se van a ver mucho más actuantes. “Y si ello fuera a causa del señor Donald Trump, bienvenida su burda y grosera candidatura”.
Twitter: @PabloHiriart