I. Recobrar confianza. El presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, dijo que continuará con sus recorridos por el país para establecer un acercamiento permanente con los ciudadanos y también con los dirigentes, militantes y simpatizantes priistas. Ochoa aseveró que su gira de trabajo de cien días por las 32 entidades federativas resultó exitosa. Pero si el principal partido político quiere recobrar lo perdido en las pasadas elecciones, debe reforzar su contacto real con la gente y, desde luego, con sus liderazgos estatales, pues ello consolidará la unidad y la solidaridad del priismo en torno a un bien común: el fortalecimiento de un México con futuro cierto.
II. Lealtad. Ante la arremetida que sufre el líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, por el doble rol que asume, de dirigente partidario y de velado aspirante presidencial, el coordinador blanquiazul en la Cámara de Diputados, Marko Cortés, salió en su defensa. Cortés aseguró que dichos ataques no constituyen “fuego amigo”, pues, a su juicio, provienen de otras formaciones políticas que miran al Joven maravilla como una amenaza para el proceso electoral de 2018 por su buen desempeño al frente del PAN y sus triunfos en los comicios de junio pasado. No hay duda: el legislador es de probada lealtad.
III. Buenas noticias. Hace mucho que no se escuchaba que Pemex tendría un superávit. Se espera para 2017. En la magna organización empresarial, como la llamó Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, se han tomado decisiones trascendentales. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció la presentación del Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos 2016-2021, cuya finalidad es fortalecer y modernizar a la paraestatal. “Este plan representa una ruta clara, responsable e innovadora para fortalecer y modernizar a Pemex, la gran empresa mexicana”, escribió en Twitter el Ejecutivo federal. Joaquín Coldwell, por su parte, señaló que este plan toma como eje rector la rentabilidad. Todo va sobre ruedas en torno al petróleo. Y las reformas ya surten efecto. Aquí, sí, futuro promisorio.
IV. Amigos en fuga. La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió siete fichas rojas y 12 azules para ubicar, detener y, en su caso, extraditar a 19 colaboradores cercanos al exmandatario panista de Sonora, Guillermo Padrés, considerados como prófugos de la justicia por incurrir en actos de corrupción y estar, todos, ilocalizables. Salvador Ávila, vocero de la Fiscalía Especializada para la Investigación de Hechos de Corrupción, advirtió que en los próximos días la cifra podría llegar hasta 22 exfuncionarios fichados por la Interpol. Lo último que se supo de Padrés es que teme ser aprehendido y ser expuesto en público. ¿Miedo no le dio desangrar al erario, verdad?
V. Sin apoyo. El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, salió en defensa de su territorio. Reconoció que no está satisfecho con los niveles de inseguridad, a pesar de que la información más reciente en ese rubro reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía mostró una disminución de 32%. Admitió que la seguridad es la exigencia más común. “Si bien la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública nos dice que se ha reducido la incidencia delictiva, no estoy satisfecho, hasta que no vea realmente que tenemos tranquilidad y paz en las calles”, expresó Ávila. Con ediles como Edgar Olvera, de Naucalpan, que no se haga ilusiones. No es el único intranquilo. Y con ese tipo de alcaldes, no hay buenos augurios.