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SERPIENTES Y ESCALERAS

Cuauhtémoc Blanco ha sido invitado a pedir licencia al cargo; la solicitud la hacen 20 legisladores de Morelos. El alcalde de Cuernavaca vive momentos difíciles: no ha podido estabilizar su gobierno, es atacado fuertemente por sus ex aliados y ahora los diputados le ponen el dedo. Hay dos opciones para el futbolista: 1- Que tire la toalla y se vaya desde ahora o 2- Que cambie de estrategia, opere, recomponga su administración y gane el 2018. Si no ajusta su estrategia, la caída de Blanco es inminente.

 

La vida de Cuauhtémoc Blanco nunca ha sido sencilla; no lo fue en el deporte, ni en su vida personal personal, ni tampoco lo es en su primera incursión en política. Como alcalde de Cuernavaca el ex futbolista está viviendo momentos difíciles: participa en un juego que no conoce, en una cancha que no domina, con reglas que no entiende y con un equipo que no le ayuda. Por diferentes razones el ex capitán americanista se ha convertido en el enemigo de todos los políticos y de algunos ciudadanos.

Desde que inició su faceta como político, Blanco Bravo mostró tremendas limitaciones sobre el servicio público. No me refiero a los indispensables conocimientos sobre administración y manejo de leyes, a la imprescindible sensibilidad social o ineludible vocación de servicio; hablo de algo básico: sentido común. Cuauhtémoc Blanco entró a la política de la mano de dos pillos y tras pelearse con ellos se puso en manos de otros pillos.

El cansancio ciudadano con una clase política impresentable, que ha traicionado una y otra vez la confianza de la gente, que ha mentido, que ha robado, que ha abusado de los recursos y que se burla del enojo colectivo, dio como resultado un viraje total en la historia política de la capital. La gente le dio la espalda a los partidos y eligió a alguien distinto.

Los ciudadanos de Cuernavaca votaron por algo diferente, por alguien que no nació aquí y ni siquiera conoce la ciudad. Todos sabíamos que Cuauhtémoc Blanco no cumplía los requisitos de ley, que no tenía residencia ni tampoco conocía el municipio que pretendía gobernar. Aún así era mejor que lo que presentaron los partidos de siempre.

Lo que sucedió alrededor de Blanco fue secreto a voces: todos notaron que era una candidatura de ocurrencia, que el futbolista no quería ganar y que el objetivo del PSD era mantener el registro. Lo que nadie midió fue el tamaño del enfado ciudadano y el repudio colectivo a la clase política. Muchos calificaron de pendejos a los ciudadanos de Cuernavaca por votar por Cuauhtémoc, pero nadie se detuvo a pensar en las razones que llevaron a la gente a actuar de esa forma.

Cuauhtémoc Blanco ganó la elección sin propuestas, sin ideas y casi sin hablar. Su discurso se resumió a la descalificación de la clase política y la solicitud de un voto de confianza. La indiferencia que causó al deportista el resultado electoral quedó de manifiesto cuando ni siquiera se presentó a recibir la constancia de mayoría que lo acreditaba como alcalde electo. A Blanco le contrataron para hacer campaña, no para gobernar.

Pero a pesar de todo, no es eso lo que hoy tiene a Cuauhtémoc Blanco en una encrucijada. La historia de su candidatura, de su campaña y de su arranque de gobierno es una mezcla de comedias y dramas que muchas veces terminaron en tragedia: el alcalde llegó a Morelos de la mano de dos hermanos de muy mala fama, conocidos por sus ambiciones y sus inmensas limitaciones neuronales; Blanco creyó en ellos, confió en ellos y a la vuelta del tiempo se dio cuenta que estaba en las manos de unos pillos.

El alcalde capitalino hizo muy bien en deslindarse de los hermanos Yáñez y en marcar distancia del PSD, pero falló al ponerse en manos del hijo del gobernador, pues este personaje se ha caracterizado por echar a perder todo lo que toca y en el caso concreto de Cuernavaca, su actuar es sumamente perverso: aparentemente ayuda al futbolista, pero es él quien da alas a los hermanos Yáñez y ha inducido la actuación de la fiscalía.

Los golpes que recibe el alcalde de Cuernavaca tienen mucho que ver con Julio y Roberto Yáñez, pero también con Rodrigo Gayosso. Lo que vemos es una embestida burda, cínica y absolutamente torpe de dos personas dispuestas a auto flagelarse con tal de obtener revancha y de un joven que confunde la compra de voluntades con operación política.

No queda duda que Cuauhtémoc Blanco ha cometido muchos errores, que violentó leyes y no ha podido estabilizar su gobierno; es claro que el futbolista no sabe qué hacer con la ciudad, ni entiende aún el tamaño del problema en el que se ha metido. Pero frente a ello hay otros personajes que le acusan de bandido, de tramposo, de traidor, de corrupto… cuando son ellos (Julio y Roberto) quienes orquestaron todas las tropelías que hoy achacan al futbolista y son ellos (Gayosso y Graco) quienes pretenden destituirlo.

El punto fino de esta historia no es el contrato, ni los 7 millones, ni tampoco la falsedad de declaraciones y de documentos; lo que ha hecho coincidir a muchos políticos y a todos los partidos es que a pesar de sus errores, de sus inconsistencias y de sus ausencias, Cuauhtémoc Blanco sigue siendo mejor visto que los políticos de siempre y se perfila como el candidato más fuerte a la gubernatura.

A la clase política le interesa detener al alcalde de Cuernavaca y el camino para hacerlo es destituirlo. Si no bajan a Blanco de la carrera antes del 2018, es muy difícil que cualquier otro candidato le gane en las urnas.

Tristemente, en lugar de buscar mejores perfiles, de tratar de recuperar confianza ciudadana o darle respeto a la actividad política, los actores de poder quieren eliminar a quienes les hagan ver peor de lo que son.

  • posdata

Cuauhtémoc Blanco no es un buen alcalde, ni tampoco es un ciudadano ejemplar, pero para muchos ciudadanos es mejor que los políticos.

Los diputados apuestan por la caída del futbolista y tienen razones para ello, pero no han actuado con la misma firmeza en el caso de un gobernador que ha cometido peores acciones que el edil.

El congreso apuesta por aniquilar a un serio aspirante para el 2018, pero si no lo anulan definitivamente, lo van a hacer crecer.

Recuerden: golpe que no mata, fortalece.

  • nota

Los diputados del Congreso de Morelos pidieron a Cuauhtémoc Blanco que solicite licencia temporal al cargo de alcalde de Cuernavaca; el objetivo, dicen, es que permita que avancen las investigaciones en su contra desde la Fiscalía de Morelos.

De los 20 votos que construyeron el exhorto, 18 fueron a favor, uno en contra (Calvo) y uno se abstuvo (Escamilla). Los motivos que expusieron los legisladores para formalizar su petición fueron los siguientes:

  1. La Fiscalía del Estado de Morelos a través de la Coordinación Central de Servicios Periciales hizo publico el tercer dictamen en materia de grafoscopia respecto del contrato que el ahora Alcalde Cuauhtémoc Blanco Bravo firmó con el Partido Social Demócrata de Morelos, el dictamen confirma que la firma plasmada en el contrato es legítima, que sí pertenece él, así se hace constar en el oficio de rubro SM-33248, mediante el cual la Fiscalía de Morelos afirma que al ahora alcalde firmó contrato de prestación de servicios, así como cuatro cartas compromiso y un manifiesto del Partido Social Demócrata, Instituto Político que habría pagado 7 millones de pesos para postularlo como candidato a la alcaldía de la ciudad de Cuernavaca.
  2. De comprobarse estos hechos, el ahora alcalde podría incurrir en diversos delitos de carácter federal y local, en el caso de los delitos del orden federal “La Ley General en Materia de Delitos Electorales” establece en su artículo 15 que se impondrán entre mil y cinco mil días multa, y de cinco a quince años de prisión” a quien por sí o por interpósita persona, realice, destine, utilice o reciba aportaciones de dinero o en especie a favor de algún precandidato, candidato, partido político, coalición o agrupación política, cuando exista una prohibición legal para ello, cuando los fondos o bienes tengan un origen ilícito o en montos que rebasen los permitidos por la ley”. La pena prevista en el párrafo anterior aumenta hasta 50% cuando la conducta se realiza en apoyo de una precampaña o campaña electoral.
  3. El Instituto Nacional Electoral a través de su unidad de fiscalización dará vista a la Procuraduría General de la Republica a través de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales. Para el caso de los delitos del orden local el Código Penal para el Estado de Morelos establece las sanciones para quien incurra en falsedad de declaración y extorsión.

“Los diputados creemos en la honestidad del Presidente Municipal de Cuernavaca, pero no debemos pasar por alto la situación legal del Alcalde que se complica cada vez más. Nos parece prudente que para efecto de esclarecer los diversos hechos que se le imputan al ciudadano Cuauhtémoc Blanco Bravo, sería conveniente para él y para el Municipio de Cuernavaca que solicitara licencia temporal al cargo de Presidente Municipal, lo que le permitirá resolver sus problemas personales, defenderse de quienes lo acusan, y con ello tratar limpiar su nombre y reputación. Una vez concluidas las investigaciones así como deslinde de responsabilidades podría regresar el cargo.

De no atender este llamado a tiempo el Presidente Municipal de Cuernavaca corre el riesgo de que en los próximos días o meses, se complementen diversos mandamientos judiciales en su contra, lo que generaría incertidumbre política y social en el Municipio, además de un ambiente de ingobernabilidad, que aunado a los problemas económicos y de inseguridad que vive Cuernavaca la conflictuaría aún más; confiamos en la sensibilidad política del Alcalde para que presente su solicitud de licencia al de manera temporal, y que esta solicitud no llegue demasiado tarde cuando los problemas de ingobernabilidad sean mayores”

  • post it

La ley es muy clara cuando se refiere a los requisitos que se deben cumplir para ser notario en Morelos. Los lineamientos son públicos y marcan, entre otras cosas, una probada (y certificada) experiencia en la actividad notarial.

Muchos abogados se han especializado en el servicio notarial con la esperanza de poder obtener una notaría; detrás de cada fedatario público hay mucho esfuerzo, preparación y experiencia en el tema, por eso es tan difícil alcanzar un espacio de este tipo.

Al final de su gobierno Sergio Estrada Cajigal entregó una notaría a uno de sus amigos: Luis Edgardo Gómez Pineda; el ex consejero jurídico pudo adjudicarse una posición de este tipo porque, además de la simpatía del ejecutivo, tenía la formación profesional y se separó del cargo mucho tiempo antes para poder cumplir con los requisitos que marcaba la ley: acreditar trabajo dentro de una notaría.

No es extraño que los gobernadores intenten regalar una notaría a sus cuates, pero siempre que eso ha sucedido, cuidan de que el abogado en cuestión cumpla con los requisitos que marca la ley.

Hoy en el Morelos de Graco existe un nuevo intento por hacer notario a un funcionario; Alberto Barona quiere ser fedatario público, pero no cuenta con los requisitos que establece la ley para serlo. Para ser Notario el funcionario debe acreditar que laboró durante más de un año en una notaría (y documentar su experiencia), situación que resulta imposible toda vez que esa labor no puede combinarse con la función pública que realiza.

Dicen que Alberto Barona ha pedido a varios notarios que le certifiquen la experiencia y añaden que ante la negativa a dicha solicitud (validar algo así tendría repercusiones legales muy serias para el notario), pretenden modificar la ley para eliminar ese requisito.

Hay que ver hasta donde llega este gobierno en su intento de hacer notario a un funcionario. Torcer la ley no es algo que incomode o que no haya hecho esta administración.

  • redes sociales

Es sorprendente el compromiso social y la buena fe de nuestros legisladores en el caso del alcalde de Cuernavaca; su benevolencia es casi tan grande como su responsabilidad pública y la observancia por las leyes que juraron respetar y hacer valer.

Aplaudo la oportuna actuación que tienen en el caso de Cuauhtémoc Blanco y reconozco la puntualidad de sus razonamientos. Sólo pregunto:

¿Por qué no han actuado con la misma firmeza y decisión en el caso del gobernador Graco Ramírez?

Comentarios para una columna sonriente: eolopacheco@elregional.com.mx

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