II. Los Yáñez. Los hermanos Julio y Roberto Yáñez, quienes invitaron a Cuauhtémoc Blanco a candidatearse como edil para Cuernavaca por el Partido Social Demócrata, son los más arrepentidos. Ahora peleados con el “edil”, piden que se le quite el cargo al exfutbolista. Que ni siquiera atiende en las oficinas del ayuntamiento, sino su expromotor, José Manuel Sanz. El Cuau se salvó de ser destituido por una denuncia en su contra; liquidará en abonos a cinco exempleados que lo demandaron. Blanco afirmó que no va a renunciar, pese a que el Congreso estatal se lo ha pedido. ¿Por qué lo invitaron? “Para sacar a los partidos provisionales del poder”, justificó Julio Yáñez. ¿E invitar a un inepto era la solución? Aquí nadie se lava las manos.
I. Tacos, joven. En una mesa de diálogo sobre la paridad y la violencia de género, organizada por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, el magistrado presidente de la Sala Regional de Xalapa del TEPJF, Juan Manuel Sánchez Macías, salió en “defensa” de las capacidades de las mujeres para obtener puestos de trabajo: “...Yo lo que quiero es que lleguen porque realmente tienen capacidad, como todas las aquí presentes (...) y no porque están bien buenas y tienen unas nalgas exquisitas”, dijo. Obvio, el TEPJF se deslindó de sus declaraciones y varias diputadas exigieron destituirlo. Por otro lado, Jaime Rodríguez El Bronco, gobernador de NL, aseveró que el muro de Trump “es puro pedo”. Qué nivel. Calaña política, muy bajo nivel.
III. Que calle la bala. El 16 de noviembre, el Senado iniciará un foro de debate para encontrar puntos a favor y en contra de la propuesta del legislador panista Jorge Luis Preciado, en la que promueve el uso de armas por parte de ciudadanos. Habrá invitados nacionales y extranjeros. “En otros países que permiten a sus ciudadanos armarse, en Uruguay, en Chile, en Guatemala, en Suiza, se vio una disminución en los índices de criminalidad, ya que los criminales saben que las personas pueden traer consigo un arma”, indicó Preciado en una entrevista. Recuérdenlo: en México la sangre hierve a otra temperatura. Armas, no. Imagínese a los déspotas que usted conoce cargados de plomo.
IV. El que se lleva se aguanta. Las elecciones en EU fueron un nítido experimento social que arrojó diversas lecturas. La que más atañe a México es la franca intromisión de los mexicanos en esos comicios. Senadores de todos los partidos se pusieron la camiseta por Hillary. A título personal, Mariana Gómez del Campo, del PAN, repartió playeras con las que manifestó su apoyo a la candidata. Los perredistas Dolores Padierna y Zoé Robledo no dudaron en apoyarla. Bueno, Marcelo Ebrard, exjefe de Gobierno del DF, reapareció y promovió el voto por Hillary. Una pregunta para ahora que les agarre la resaca por las elecciones en EU: ¿qué harán cuando allende las fronteras se vuelquen y nos digan por quién votar en 2018? ¿Apelarán a la soberanía? El que se ríe se lleva.
V. Ah, verdad... La visita que el entonces candidato republicano, Donald Trump, realizó a nuestro país fue criticada no sólo en México sino en la Unión Americana y el chivo expiatorio favorito no fue otro sino el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Fue tal el encono en el interior del gobierno y la esporádica como ruda crítica en las redes sociales, que Videgaray quedó fuera de la jugada, aun cuando, gracias a decisiones tomadas por la institución que dirigía, la estabilidad económica en el país se mantuvo incluso en medio del volátil entorno mundial. Pues bien, esa relación de tejido fino, antes duramente criticada, quizá ayudará ante el nuevo contexto mundial