El presidente Enrique Peña Nieto y el presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, acordaron reunirse durante el periodo de transición para definir el rumbo que habrá de tomar la relación entre ambos países.
Buscaremos en esta nueva etapa de la relación bilateral “oportunidades que beneficien a ambas sociedades. Lo haremos con ánimo constructivo a partir de nuestras fortalezas como nación, y con base en el respeto mutuo a nuestras soberanías”, subrayó.
Tras señalar que se encuentra “optimista” de cara al cambio de gobierno en Estados Unidos, el mandatario mexicano dijo que con Trump coincidió “en que debemos de trabajar por una relación de confianza, de futuro compartido, porque nuestros países son muy importantes el uno para el otro”.
Acordamos —agregó— que nuestros equipos entren en contacto para empezar a delinear una nueva agenda de trabajo que incorpore los temas de interés común, como son la seguridad, la cooperación y la prosperidad de nuestras sociedades.
El jefe del Ejecutivo reafirmó que el diálogo para crear acuerdos sigue siendo el mejor camino para México y consideró que los mexicanos vamos a iniciar esta etapa con seguridad, con determinación, pero lo más importante, en unidad.
ECONOMÍA BLINDADA. Por otra parte, el presidente Peña Nieto dijo que la economía mexicana está blindada y tiene fundamentos sólidos que se continuarán preservando.
“México tiene sus fortalezas, hemos venido trabajando siempre precisamente para cuidar nuestros fundamentales macroeconómicos, para preservar nuestro clima de estabilidad y esto, pues no está exento de muchos factores externos que, ustedes aprecian en distintos países, generan enorme volatilidad”, refirió luego de que el dólar rebasara los 20 pesos.
Un día después del proceso electoral en Estados Unidos, el jefe del Ejecutivo ofreció un mensaje, y posteriormente breves declaraciones a medios, en las cuales dejó en claro que sostuvo una conversación telefónica con Trump y durante la misma no se tocó el tema del muro.
“Fue una llamada de felicitación por el triunfo obtenido y para reiterarle, como lo hiciera en el encuentro que sostuvimos hace unos meses (el 31 de agosto en Los Pinos), la disposición que siempre tendrá el gobierno de México y mi gobierno para construir con el gobierno de Estados Unidos una agenda de trabajo”, refirió desde el Salón Adolfo López Mateos.
“PROTEGER A LOS MEXICANOS, MI PRIORIDAD”. En este contexto, el presidente Peña Nieto expuso: “En todo momento, mi prioridad ha sido y seguirá siendo cuidar a México y proteger a los mexicanos”.
Afirmó que “como Presidente de México, me entregaré con toda mi capacidad, auténticamente en cuerpo y alma, a velar por los derechos, el bienestar y los intereses de los mexicanos, donde quiera que se encuentren”.
El primer mandatario recordó que el martes, en su discurso de victoria, el presidente electo de los Estados Unidos de América, Donald Trump, expresó “su disposición para trabajar con todos, con todas las personas y todas las naciones, buscando coincidencias y no hostilidad; alianzas y no conflictos; y México comparte esta visión”.
Recordó que “es mucho lo que los mexicanos hemos logrado con el trabajo de las generaciones que nos han antecedido, y es mucho lo que tenemos que forjar hacia adelante”.
Indicó que “el nuestro es un país unido, valioso y valiente. Estoy seguro de que juntos, trabajando todos por México, habremos de fortalecernos y aprovechar las oportunidades de esta nueva etapa en la relación con los Estados Unidos, un país amigo y un país aliado”.
Desde su perspectiva, las elecciones abren “un nuevo capítulo en la relación de México y Estados Unidos que implicará un cambio, un reto, pero también, hay que decirlo, una gran oportunidad”.
Afirmó que “con la sociedad norteamericana tenemos lazos inseparables. El mejor ejemplo es la comunidad mexicana que vive en Estados Unidos: son familias que contribuyen todos los días al desarrollo de ambas naciones”.