Larga marcha
Margarita Zavala ya emprendió la larga marcha que podría llevarla de regreso a Los Pinos, casona que habitó seis años.
Está en campaña siguiendo el adagio que le sirvió de maravilla a los tres últimos presidentes del país: Al que madruga Dios le ayuda. O por lo menos le proporciona una ventaja que los
hace inalcanzables.
Fox, Calderón y Peña comenzaron a mover sus piezas mucho antes del inicio formal del proceso. Margarita anda en las mismas.
Los sondeos la ubican de manera consistente a la cabeza de los aspirantes para el 2018, pero la verdad es que los encuestadores andan de capa caída en todo el mundo. No hay nada decidido.
Asoma la mezquindad
Gonzalo Rivas protagonizó un acto de heroísmo a la vista de todos. Perdió la vida tratando de salvar la vida de otros, incluido un número indeterminado de normalistas de Ayotzinapa.
Ya no está entre nosotros. Su viuda recibirá la medalla Belisario Domínguez post mortem.
Ante estas circunstancias es doblemente patética la conducta de quienes han intentado descalificar la decisión de los senadores de otorgarle el reconocimiento.
Actores políticos vinculados al partido Morena e incluso los medios nacionales que han hecho del caso Ayotzinapa una cruzada se han sumado a la ruin estrategia.
Son incapaces de tener un gesto noble con un ciudadano común y corriente que, en el momento de la verdad, se transformó en héroe.
Del llamado Buen fin
Los organizadores de la estrategia de mercadeo llamada el Buen Fin sostienen que su intención es reactivar la economía, alentando el poder de consumo de los ciudadanos.
Se habla de ofertas, descuentos, oportunidades. Se presenta como un gesto de solidaridad con la gente. ¿Lo es?
Lo cierto es que las condiciones predominantes en estos días llaman a la cautela, no al despilfarro.
Los ciudadanos tienen que ejercer de manera responsable su poder de compra, en el entendido de que se abrió a nivel global un periodo de incertidumbre.
Que nadie haga cuentas alegres y que se aprovechen las ofertas en caso de que sean reales y no quimeras del re etiquetado.
Una oportunidad para el TTP
Está fuera de discusión que el nuevo gobierno de Estados Unidos, el que arranca en enero del 2017, no firmará el Acuerdo de Asociación Transpacífico.
¿Esto supone que el TPP debe recibir los santos óleos? La mayoría de los analistas dicen que sí, pero varios de los países firmantes sostienen que la noticia del fallecimiento del acuerdo es ligeramente prematura.
Los embajadores en México de media docena de países firmantes del Acuerdo, Nueva Zelanda, Japón, Vietnam, Malasia, Australia y Perú, buscan impulsar que la asociación comercial siga adelante, aunque Estados Unidos esté fuera de la jugada.
El periodo de proteccionismo que avizora ese país no tiene que contagiar a todos los demás.