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COORDENADAS

¿Comprar o no comprar?, esa es la cuestión

 

 
 

 

¿Comprar o no comprar? Esa es la cuestión.

A partir de mañana comienza El Buen Fin.

Las ventas que se efectúen desde mañana y hasta el próximo lunes se perfilan como las mayores de la historia desde que se inventó este esquema.



Diversos lectores nos han escrito preguntándonos si es razonable gastar este fin de semana y aprovechar algunas de las promociones que van a presentarse, o si es mejor reservarse.



La experiencia nos indica que más que grandes descuentos, lo que este fin de semana tendremos son muchas facilidades de pago, principalmente derivadas de esquemas de meses sin intereses en tarjetas de crédito, o bien, descuentos aplicables en monederos electrónicos que aseguran nuevas compras para los establecimientos.



Hay varios datos adicionales a considerar.



Las tasas de interés han ido para arriba. La TIIE a 28 días, que es una de las referencias más comunes para los créditos, creció ya en este año de 3.32 a 5.35 por ciento. Esto equivale a un incremento de 61 por ciento en ese parámetro del costo del crédito.



Sin embargo, hay tasas que aún no han repercutido este incremento pero que tarde o temprano lo van a hacer.



Todos los indicios señalan que hoy el Banco de México aumentará su tasa de referencia y eso va a incrementar adicionalmente el costo del crédito.



La perspectiva de mayores tasas en el futuro es un incentivo para aprovechar las tasas que hoy prevalecen, o los esquemas de pagos a meses sin intereses que seguramente van a estar por doquier este fin de semana.



Bancos y establecimientos comerciales perciben que la época de vacas gordas para ambos sectores puede estar llegando a su fin.



Hay diversos indicadores que señalan que los primeros meses de 2017 pueden ser caracterizados por una inflación más alta, por mayores costos del crédito y por una mayor cautela en el gasto de los consumidores.



Para quienes ofrecen bienes, servicios o financiamiento, importa amarrar desde ahora compromisos de pago para 2017.



El esquema puede ser un ‘gana-gana’, para consumidores, bancos y establecimientos, pero bajo ciertas condiciones. Le comento algunas.



1.- Haga cuentas. Considere todos los pagos de sus deudas que tendrá en el futuro y proyectando un esquema que por lo menos duplique los pagos mínimos que les son requeridos en sus tarjetas, por ningún motivo, el total debe rebasar 30 por ciento de sus ingresos regulares.



Si en su proyección lo rebasan, no se endeude más.



2.- Evalúe la seguridad de sus ingresos. Si es usted un asalariado, evalúe con cuidado la probabilidad de que permanezca en su empresa o institución. Tome en cuenta que la menor actividad económica que se prevé implicará tal vez ajustes de personal en todos los sectores.



3.- Si tiene certeza de sus ingresos, considere el costo de oportunidad de no aprovechar tasas bajas y condiciones de crédito, que seguramente no estarán más en el corto plazo, y que harían adecuado hacer compras ahora, que de todas formas tendría que hacer en el futuro, pero con mayores costos.



No se vuelva usted tacaño, pero tampoco piense que en el mundo no ha pasado nada.



Estamos –y lo estábamos aun sin Trump– frente a una de las condiciones económicas más complejas de las últimas décadas.



Trate de encontrar un difícil equilibrio. Y si no lo encuentra, mejor peque de conservador y no de arriesgado.



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Nacional