:Que el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho, prefirió asistir a la clausura del Congreso Agrario que recibir y acompañar a la titular de la Sedatu, Rosario Robles, durante su comparecencia ante Comisiones Unidas, como pasa con otros secretarios de Estado.
En tanto, el vicecoordinador y ex secretario de la misma dependencia, Jorge Carlos Ramírez Marín, llegó hora y media tarde a la comparecencia y al término se limitó a saludarla y ni a la puerta la acompañó.
¿Siguen sin verla como una de los suyos?
:Que desde la semana pasada, una vez confirmado el triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la titular de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, se reunieron para arrastrar el lápiz y calcular la dimensión que puede alcanzar la expulsión de mexicanos que permanecen de manera ilegal en aquel país, con base en datos de los consulados y las autoridades de seguridad y migración.
La cifra no se acercó al millón y eso bajó la presión en el gobierno federal, en tanto se conocen las acciones que echará a andar el magnate a partir del 20 de enero, cuando tome posesión en la Casa Blanca.
:Que este fin de semana, 19 y 20 de noviembre, Andrés Manuel López Obrador, aspirante presidencial por el Movimiento de Regeneración Nacional, dejará ver con qué viene para el 2018.
Con motivo del congreso nacional extraordinario de ese partido, que se celebrará en Azcapotzalco, Ciudad de México, se congregarán todas las huestes del tabasqueño, quien dará a conocer los 50 lineamientos básicos de su proyecto de nación “para sacar a México del atraso”, con el que se lanzará una vez más a la contienda.
Y aunque seguramente evitará llamar al voto por él, el acto será algo muy parecido a un arranque de campaña.
:Que la situación de violencia es tal en la zona conurbada del Estado de México que convoyes militares resguardaron las compras del Buen Fin en Tlalnepantla, además de los operativos policiacos habituales.
Les faltaría asomarse otra vez en Tultitlán, donde suele haber asaltos de grupos armados y no asaltantes solitarios.