Incognitapro

VIDA POLÍTICA

MATIAS QUIROZ MEDINA, EL  TRAFICANTE DE INFLUENCIAS Y CABEZA DE UNA RED DE COMPLICIDADES

 

El médico partero, hoy en funciones de secretario de gobierno, Matías Quiroz Medina, detrás de esa fachada de ser un personaje tranquilo y negociador, tiene un largo historial negativo, en perjuicio de los morelenses y para beneficio personal.

Los intereses del doctor con su cara de buena gente, su caminar tranquilo no son más que de un personaje mustio, que suele tejer fino para sacar provecho de su “buen carácter”.

Una vez más bajo el abuso del poder, Matías Quiroz es señalado por tráfico de influencias y hacer del Colegio de Notarios Públicos del Estado de Morelos un círculo de personajes dedicados a violar la ley, en confabulación de la presidenta de los fedatarios, Patricia Mariscal Vega.

Hoy, a su principal protegido y ex director General Jurídico en la Secretaría de Gobierno, Raúl Israel Hernández Cruz, lo impondrá como titular de la Notaría número 13, bajo la violación del marco legal.

Morelos está convertido por la actual administración en tierra de impunidad y de protección hacia los delincuentes desde quien encabeza el Poder Ejecutivo y su segundo de abordo, ahora pretenden darle la honorabilidad a un sujeto que también le dieron un buen salario y quizá desde su cargo realizó los grandes negocios.

Raúl Israel Hernández Ruiz desde la Dirección General Jurídica de la Secretaría de Gobierno realizó negocios con el tráfico de influencias, utilizó las oficinas públicas para realizar labores de su profesión para asuntos particulares y también afectó el Estado del Derecho en beneficio personal.

Quiroz Medina incurre en actos de corrupción que también son solapados por el encargado de sancionarlos en Morelos, Juan Salazar Núñez, porque pareciera que hoy el gobierno estatal más que ser una oficina de apoyo hacia la sociedad, la han convertido en un centro de reunión y desde ahí planear y operar  grandes negocios.

No es la primera ocasión que dentro de la administración de Graco Ramírez es entregada una notaría de manera ilegal y con el consentimiento de la presidenta del Colegio de Notarios Públicos estatal, Patricia Mariscal Vega, quien también forma parte de la complicidad en los grandes y jugosos negocios del Ejecutivo local.

Pero Patricia Mariscal también ha cobrado y bien las facturas para que sus allegados estén vinculados en los negocios de los fedatarios, como es el caso de su hijo, Gerardo Cortina Mariscal al que se le otorgó la notaría número 12.

Pero para que nadie hable y todos los notarios también sean parte de las complicidades del gobierno estatal el hijo de la notaria Marinela Gándara, Uriel Carmona Gándara, también quedó beneficiado con una oficina de fedatario.

No son los únicos, la descendencia del notario José Antonio Acosta Pérez, José Antonio Acosta Moreno, es otro personaje que recibió la titularidad de una Notaría, al igual que el de Hugo Salgado Castañeda, Hugo Manuel Salgado Bahena, y por si fuera poco hasta su sobrina Sandra Denisse Gómez Salgado es una flamante notaria.

El problema es que no solo las concesiones o títulos fueron otorgados fuera del marco de la ley estatal, sino que también afectaron diversas disposiciones de la Constitución Política Mexicana y sus derivaciones federales al dejar de finiquitar conforme a derecho las Notarías 6, 8 y 10 de Cuernavaca y asignarlas a hijos de fedatarios.

En sí, Matías Quiroz Medina desde la Secretaría de Gobierno actúa con una total falta de respeto a la legalidad, hace negocios y sobre todo complicidades que van en perjuicio de todos los residentes del estado.

Sabe el ex presidente municipal de Tlaltizapán y oriundo de la delegación Milpa Alta, de la Ciudad de México, que por sus mañas y abusos en el poder nadie lo sancionará, porque cuenta con el aval de su jefe y del fiscal anticorrupción, Juan Salazar Núñez.

De tal manera, en complicidad con el Colegio de Notarios Públicos del Estado de Morelos la repartición de las oficinas fedatarias son al por mayor, sobre todo para los familiares de quienes hoy son millonarios con el manejo de la buena fe social.

Más que una relación institucional, entre el gobierno del estado con el Colegio de Notarios Públicos, sin duda hay grandes negocios, grandes complicidades y una red de corrupción muy interesante que deja como resultado pobreza e impunidad en perjuicio de los morelenses. ¡Que vergüenza!

Ámbito: 
Local