Supongo que el ilegal candidato presidencial se refiere al Itinerario político del martes 22 de noviembre, titulado “Es La Chingada de AMLO igual a 10 casas blancas”, donde cuestionamos incongruencias del discurso de austeridad de AMLO y el paraíso natural de su propiedad.
Si ese inocuo texto motivó el enojo del moderno mesías de los mortales mexicanos, le pido perdón, no sea que al final de los tiempos mi destino sea el infierno. Pero también hago aclaraciones obligadas.
1. Para empezar, queda claro que AMLO no maneja su cuenta de Twitter. ¿Por qué? Porque el texto de referenia se publicó el martes 22 y en el tuit se habla de “hoy”, a pesar de que se difundió el miércoles 23.
2. Además dice el tuit: “Hoy me calumnia el ponzoñoso Alemán…”. Según la Real Academia, “calumnia es una acusación falsa, hecha para causar daño, o la imputación de un delito a sabiendas de su falsedad”.
3. Queda claro que AMLO, o quien escribe los tuits en su cuenta, incurre en todo lo que acusa. ¿Por qué? Porque todos los datos duros del texto en cuestión fueron obtenidos del puño y letra de AMLO —según texto de Reforma del 13 de noviembre pasado— y del reportaje de Excélsior del 14 de septiembre, sobre el rancho La Chingada. Lo demás son sumas, restas y el legítimo ejercicio del género periodístico de opinión.
4. AMLO me llama “ponzoñoso”. Es decir, “que tiene ponzoña; nocivo para la salud espiritual o perjudicial para las buenas costumbres”. ¡Gracias, Andrés! Es un elogio que me consideres un periodista “perjudicial para las buenas costumbres”, sobre todo “tus buenas costumbres”.
5. Luego dice AMLO “nunca le contesto” al ponzoñoso Alemán. Pero me contestas en el tuit en cuestión. ¿En qué quedamos, Andrés?
6. Y al final, en una suerte de traición subconsciente, AMLO revela uno de sus secretos mejor guardados. Dice: “‘Pegarme’ es una industria lucrativa. A eso se dedican muchos gacetilleros vendidos”.
7. ¡Gracias por la confesión, Andrés! Y es que todos los periodistas críticos de tus diálogos con el cielo han sido víctimas de esa “industria lucrativa” de pegarle al crítico y al mensajero. ¿Cuánto gasta Morena en bots y en plumas a sueldo en La Jornada, Proceso y Reforma? Industria lucrativa, Andrés, que luego de tu tuit contra mi persona desató miles de insultos y amenazas.
Y gracias, porque tus tuits son calca al carbón de otros tuits de Evo Morales, Nicolás Maduro, Rafael Correa y Cristina Fernández, sátrapas que, igual que tú, prometen el paraíso en la tierra.
Dice @EvoEsPueblo: “Mentir y robar es algo indigno para el ser humano. Otro periodismo que informe la verdad es posible”. 29 de septiembre de 2016. “Autoridades democráticamente electas que son antiimperialistas somos víctimas en América Latina por la prensa que representa al imperio”. 30 de septiembre de 2016.
Dice @NiclasMaduro: “Desde Colombia la prensa de la Oligarquía Santandereana que siempre odió a Venezuela, a Bolívar y no pudo con Chávez vaticina lo peor a Vzla”. 22 de febrero de 2015.
Dice Rafael Correa (@MashiRafael) el 30 de mayo de 2014: “Aunque ya nada nos debería sorprender, ahora ciertos medios y ‘analistas’ critican el ‘dinero electrónico’, que no es otra cosa que pagos…”. “... las investigaciones siguen. Ya la prensa corrupta de siempre los declaró inocentes, y pareciera que no existió delito…”.
Dice Cristina Fernández (@CFKargentina): “Ataque especulativo sobre la moneda amplificado hasta el ridículo por los buitres locales. En especial por su radio preferida: Radio Buitre”. 18 de septiembre de 2014.
En mayo de 2016, El País reveló que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, pidió a sus seguidores en redes sociales perseguir a sus críticos. Para ello exhibió las fotografías de los periodistas. En agosto y septiembre de 2016, el plantón de AMLO difundió fotografías de los periodistas críticos del derrotado candidato presidencial.
Semanas antes de julio de 2006, el principal esbirro de AMLO exigió a diarios y medios electrónicos despedir a sus críticos, Ricardo Alemán entre ellos. Hoy vuelve a las andadas.
¡Perdón, Andrés, no comulgo con tu iglesia, soy un pecador, pero no temo a tu venganza divina, porque creo en la democracia!
Al tiempo.