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SERPIENTES Y ESCALERAS

Ya lo advirtió el auditor Vicente Loredo “El proceso administrativo de responsabilidades va en serio y lo verán la siguiente semana; no es un simple llamado a misa, Vera Jiménez podría ser inhabilitado hasta por 10 años para ocupar un cargo público”. ¿Otro ataque a la UAEM?

 

La auditoría que realizó la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización a la UAEM puede ser el pretexto ideal para sacar a Alejandro Vera de la contienda electoral del 2018. Hasta ahora todas las acusaciones hechas en contra de la universidad se han desvanecido, pero la actuación de Vicente Loredo puede ser clave en la ruta política que ha trazado el gobernador en contra del líder universitario. El objetivo de la ESAF es inhabilitar al rector para sacarlo de la carrera por la sucesión en Morelos.

Desde hace varios meses la UAEM y el gobierno estatal se han enfrascado en una lucha frontal en donde los primeros defienden su autonomía y el segundo dice que combate la corrupción. Como nunca antes en la historia de Morelos el gobernador se convirtió en enemigo personal del rector y éste se asumió como la contraparte política del jefe del ejecutivo.

Los agravios entre uno y otro han sido fuertes y ya llegaron a un punto sin retorno. A pesar de lo dañino que para ambas instituciones ha sido este enfrentamiento, nunca hubo puntos de coincidencia ni un momento de prudencia que evitara el choque de trenes. Hoy la UAEM se ha declarado abiertamente anti graquista y el gobierno de Nueva Visión quiere meter a la cárcel a Alejandro Vera.

Desde hace tiempo Graco Ramírez ha acusado al rector de desviar recursos, de llevar a la universidad a la quiebra y hasta anticipó que vendría una fuerte sanción de la Auditoría Superior de la Federación para Alejandro Vera. Sin tener facultades para ello, el gobernador se convirtió en analista del manejo financiero universitario, vocero de una institución federal y persecutor personal del rector.

Pero a pesar de los anuncios y las advertencias, de las declaraciones públicas y los debates, hasta ahora nada de lo que predijo el gobernador ha sucedido. Contrario a ello la UAEM ha ido solventando una a una las observaciones federales y avanzado en la revisión que les han hecho, dejando en claro que no hay desviaciones de recursos ni mucho menos el mega fraude que acusó el tabasqueño.

La crisis financiera de la universidad continúa, es fuerte, es producto (como el de otras muchas universidades del país) del régimen de pensiones y jubilaciones y necesita del apoyo federal para poder subsanarse. El problema económico de la UAEM es de conocimiento federal y desde ahí debe venir la ayuda, porque el gobierno estatal se ha cerrado al diálogo y ha condicionado el apoyo a la renuncia de Vera.

Pero a pesar de que en el plano federal los temas se han ido solventando uno a uno, en lo local puede venir un nuevo golpe a partir de la auditoría que llevó a cabo la ESAF. El auditor podría jugar un papel muy peligroso en esta historia y convertirse en instrumento de revancha política, con los costos legales personales que ello trae consigo.

En un principio la ESAF contrató a contadores externos para llevar a cabo la revisión, pero las dificultades económicas por las que atraviesa el congreso obligó al organismo fiscalizador a prescindir de esos servicios desde el mes de septiembre; la revisión la concluyó el personal a cargo de la contadora América López Rodríguez, Auditora Especial de Organismos Públicos "A".

En un primer reporte se dijo que no se habían encontrado faltas significativas en la revisión, aunque a decir de algunos integrantes del equipo que llevó a cabo el procedimiento, se giró la instrucción de “magnificar” las observaciones para crear un escándalo mediático. Engrandecer las cosas puede provocar un nuevo debate público, pero no tendría el sustento jurídico para llegar a las consecuencias que se buscan desde el ejecutivo y exhibiría al organismo y a sus integrantes.

Una vez que los procedimientos federales han sido solventados, la única opción que le queda al gobernador para actuar contra el rector es la vía local (la ESAF). El objetivo de quienes impulsan la auditoría no es clarificar el manejo de los recursos universitarios, sino inhabilitar al rector para que quede imposibilitado de participar en la siguiente contienda electoral. Un candidato menos en la boleta.

Manipular la ESAF para descalificar a un posible contendiente a la gubernatura es una jugada de alto riesgo para quienes la impulsan. Si los procedimientos no se sustentan bien en lo jurídico y se soportan correctamente en lo financiero, el procedimiento se caerá y lo único que se logrará es volver a encender los ánimos en la universidad y sacar a los alumnos a las calles.

¿En qué momento a este gobierno se le acabó la capacidad de dialogar para llegar a acuerdos? ¿Hasta cuándo querrán seguir generando odios y multiplicando enemigos? ¿No se dan cuenta que pronto entrarán a la recta final del sexenio?

  • posdata

Los diputados del congreso tomarán esta semana una decisión clave para la historia electoral de Morelos en el 2018. De confirmarse lo dicho por varios de ellos, en las próximas horas se dará entrada a la solicitud de revocación de mandato al alcalde de Cuernavaca y el expediente se turnará a la comisión de gobernación para su inmediato análisis.

De ser ciertos los comentarios, por allá del viernes Cuauhtémoc Blanco Bravo tendrá que comparecer ante el congreso y presentar pruebas en su defensa; si no hay cambios sustantivos, en la sesión de la semana siguiente los legisladores votarán la destitución del edil capitalino.

La solicitud de juicio al presidente municipal de Cuernavaca será en fast track; detrás de la petición hecha por un grupo de regidores existe un ánimo colectivo en la cámara por quitar del camino a un personaje que ha resultado incómodo para toda la clase política y ha despreciado a casi todos los sectores de poder.

Curiosamente, aunque el proceso contra Cuauhtémoc Blanco se vio venir desde hace bastante tiempo, nadie del ayuntamiento ha abierto canales de diálogo o de comunicación con el congreso; no hay una defensa sólida del gobierno capitalino ni un cabildeo político para suavizar las cosas. Aunque al futbolista las denuncias y ataques políticos le hacen “lo que el viento a Juárez” (sic), de parte de su equipo no existe operación con diputados, partidos políticos o actores de poder que ayuden a resolver el tema.

Como se ven las cosas, sin operación municipal y un ataque frontal de parte de Rodrigo Gayosso, es altamente probable que estemos viendo los últimos días de gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Si el presidente municipal no actúa y su equipo no establece de inmediato un canal de negociación con el congreso, el bloque que ya se ha formado en su contra formalizará su destitución durante la primera sesión del mes de diciembre.

Pero la historia no concluye ahí para Blanco Bravo. El interés de quitarlo del camino rumbo al 2018 no termina con su salida del ayuntamiento. Rodrigo Gayosso ve al futbolista como el único personaje capaz de arrebatarle la gubernatura y por tal motivo busca que además de su destitución, se inicie un proceso que lo encarcele o al menos lo inhabilite. Sin inhabilitación, Cuauhtémoc Blanco es más peligroso fuera que dentro del ayuntamiento.

El dirigente estatal del PRD presume que tiene controlado al PRI y comprado al PAN, pero asume que Cuauhtémoc Blanco puede ser el elemento que le descomponga el escenario y, aún sin partido, anule sus posibilidades de ganar la gubernatura en el 2018. Por ello el objetivo es expulsarlo de la alcaldía para quitarle reflectores y procesarlo jurídicamente para que quede impedido de participar en la siguiente elección.

Pero aunque todo parece estar listo para la destitución de Cuauhtémoc Blanco, la operación de último momento podría modificar o al menos retrasar las cosas. El viernes la dirigencia estatal del PAN advirtió que sus diputados no votarían a favor de esa propuesta ni se prestarían a las “calenturas y revanchas” del hijastro del gobernador. Si el equipo del futbolista se mueve en dos vías (jurídica y política) y aprovecha su bono social, podría contener a los legisladores.

Entendamos algo: la destitución de Cuauhtémoc Blanco de la alcaldía sería resultado de su inelegibilidad a partir de una demanda que se ha interpuesto en su contra ante la Fepade; el punto es que aún no hay una sentencia en ese sentido y los diputados cometerían un exceso si juzgan el hecho antes que las autoridades competentes resolvieran el tema.

Paralelamente el alcalde podría recurrir a un juicio de protección a los derechos políticos y abrir inmediatamente canales de diálogo con diputados locales, y las dirigencias locales y nacionales del PRI y de otros partidos que no estén totalmente del lado del gobernador. Si Cuauhtémoc consigue 11 votos, el juicio no avanza.

Esta semana es clave para saber qué ocurrirá en Cuernavaca. Blanco ha cometido varios errores, su equipo no opera políticamente, no tiene una buena defensa jurídica y su actitud personal le ha enemistado con muchos actores de poder locales. Aún así el desgaste de quien busca su destitución es mayor y ese factor podría ser social y políticamente clave para su defensa.

Pero si no opera de inmediato, esta semana podría ser la última del ex futbolista como presidente municipal de Cuernavaca.

  • nota

Hasta el viernes al medio día, en Morelos se habían registrado 439 ejecuciones y 79 feminicidios. Me refiero a hechos documentados, comprobables, independientemente de las cifras oficiales.

Los números son de terror y reflejan la severa crisis de inseguridad y violencia que se vive en Morelos. más allá de discursos festivos y autoalabanzas, es urgente que autoridades federales, estatales y municipales en conjunto con los otros dos poderes revisen la estrategia de seguridad y ajusten lo que no está funcionando.

Es imposible defender la efectividad de una estrategia cuando se contabiliza más de una ejecución al día y nuestra entidad está ubicada entre los cinco estados más peligrosos del país.

Ya no es por una cuestión política, se trata de la tranquilidad y la seguridad de todos los que aquí vivimos.

  • post it

Si las cosas le salen bien a Rodrigo Gayosso, en los próximos días podría dejar fuera de la contienda del 2018 a dos fuertes aspirantes a la gubernatura: Cuauhtémoc Blanco y Alejandro Vera. En las mediciones del hijastro sólo esos dos personajes le pueden hacer sombra en su camino a la gubernatura y por ello es necesario quitarlos del camino a como de lugar.

La popularidad del ex futbolista y la fuerza social del rector son elementos que el dirigente del PRD no puede vencer y no son los únicos factores que van a jugar en su contra en la siguiente elección. La actitud avasalladora del junior le ha granjeado muchas animadversiones al grado que hoy Gayosso parece tener muchos más enemigos que el propio Graco.

La estrategia se doblar o aniquilar a los rivales ha funcionado hasta ahora, pero a un costo muy elevado para el régimen. Si alguno de los dos personajes antes mencionado (o cualquiera de los muchos enemigos que ha creado) superan los embates políticos, la revancha puede ser terrible y las consecuencias pueden incluir procedimientos que le quiten hasta su libertad en el año siete.

Con tanto poder en sus manos Rodrigo Gayosso pudo convertirse en el gran generador de consensos y acuerdos para desde ahí caminar tranquilo hacia la gubernatura, pero el carácter y temperamento del muchacho pudo más que su capacidad de análisis y medición de riesgos.

La soberbia es una terrible consejera en política… y en la vida.

  • redes sociales

Tuiteo, luego existo… después gobierno.

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