La deuda en dólares de las empresas mexicanas se ha disparado y muchas empresas son ahorcadas por el aumento de sus pasivos, lo que ha motivado que diversas voces demanden respaldo para evitar un deterioro de la planta productiva.
De acuerdo con datos del Banxico, los pasivos en moneda extranjera del sector privado alcanzaron 93 mil 518 millones de dólares a junio de este año, lo que significa un crecimiento de 30 por ciento respecto al mismo periodo de 2012.
En contraste, las exportaciones no petroleras, realizadas principalmente por el sector privado, crecieron solamente 10 por ciento para el mismo lapso.
Esto significa que la capacidad de generación de dólares por parte de las empresas privadas, para cumplir sus compromisos en esa moneda, se ha deteriorado fuertemente.
La depreciación de nuestra moneda frente al dólar ha conducido a que el valor en pesos de la deuda privada en dólares sea actualmente 78 por ciento mayor a la que existía en el mismo periodo de hace cuatro años.
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Diversos empresarios y expertos señalaron la necesidad de instrumentar programas emergentes antes de que esta situación vaya a provocar una crisis de gran escala entre las empresas mexicanas.
La semana pasada se realizó un encuentro entre industriales y funcionarios de la Secretaría de Hacienda, de acuerdo con fuentes de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), durante el cual se acordó trabajar de manera coordinada en “contar con una política cambiaria eficiente”, informaron las fuentes.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) resaltó la necesidad de combatir la volatilidad de la moneda nacional.
“Estas variaciones erráticas no permiten planear y ahí es en donde las autoridades tienen un área de oportunidad”, señaló a El Financiero Gustavo de Hoyos Walther, líder del gremio empresarial.
Las emblemáticas América Móvil y Grupo Carso, por ejemplo, tienen pasivos por el equivalente a casi 80 mil millones de pesos y 10 mil millones de pesos, respectivamente. De esos totales, 61 por ciento para la primera y 50 por ciento, en el caso de la segunda, se encuentran en divisas extranjeras, de acuerdo con los reportes al tercer trimestre del año.
En contraste mantuvieron durante los últimos 12 meses un flujo de caja de apenas 31 mil 427 y 2 mil 750 millones de pesos en cada caso.
Esos montos aunados a sus bajos ingresos en dólares suponen un reto financiero.
Al respecto analistas debaten en torno a la conveniencia de que el gobierno intervenga como lo hizo durante otras crisis históricas.
En 1982 el gobierno debió inventar un sistema para ayudar a las empresas a hacer frente a sus deudas externas con el Ficorca (Fideicomiso de Cobertura de Riesgo Cambiario), destacó Luis Foncerrada.
La estrategia surgió porque el gobierno había sido responsable de un error al mantener el tipo de cambio fijo, señaló Foncerrada, director del Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP).
“Esto lo negociamos José Ángel Gurría, Ernesto Zedillo y yo”, detalló. “Ahora no hay punto de comparación para pensar en un sistema como el Ficorca, esa vez porque fue error del gobierno”, opinó Foncerrada.
En 1994 se dejó flotar el peso y el Banco de México introdujo un esquema de futuros que después se convirtieron en operaciones de mercado, explicó Miguel González, director del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM.
Agregó que el Banxico enfrentó la crisis global de 2009 con medidas similares como la venta de dólares para contar con la suficiente liquidez en el mercado cambiario, además de la contratación de la Línea de Crédito Flexible con el FMI por 47 mil millones de dólares.
EL TAMAÑO DEL PROBLEMA
En su reciente informe sobre México, el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló que casi una cuarta parte de la deuda corporativa privada en circulación está denominada en dólares y que representa cerca del 25 por ciento del PIB.
La institución calificó esa cifra como relativamente baja y con una exposición a divisas extranjeras topada a través de coberturas financieras.
*Con información de Leticia Hernández, Erick Gallardo y Abraham González