Los golpes de Graco a la democracia
En su afán de allanarse el camino de cara a las elecciones 2018, el desgobernador Graco Ramírez ha dado terribles golpes a la democracia en la entidad, al pretender apartar del camino a sus opositores y, eventualmente, apoderarse del órgano electoral.
El sedicente luchador de izquierda y dedócrata tiene en su haber:
1.- La lucha que ha volcado contra el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera, no solamente por denunciar la retención de recursos de la máxima casa de estudios, o por confrontarlo abiertamente, sino porque constituye un fuerte candidato para el 2018, que contrario a lo que ocurre al tabasqueño, Vera sí es bien visto por los diferentes sectores sociales.
2.- Si bien no por el desempeño, pero sí por el carisma que arrastra entre la gente, Cuauhtémoc Blanco, alcalde de Cuernavaca, también está en la mira para evitar su postulación a la gubernatura en el 2018. Cuando la gente votó por el ex futbolista, efectivamente sabía que no tenía ninguna capacidad política y administrativa. Pero más de alguno cuestionó: “¿Acaso los que hoy desgobiernan y que dicen tener toda una vida viviendo del erario en distintas posiciones lo han hecho mejor?” Pues bien, la reedición del voto de castigo y de repudio a Graco que se dio en 2015, venciendo al aparato gubernamental, bien puede presentarse en la elección 2018, sólo por evitar toda huella del tirano.
3.- En venganza por el apoyo que esperaba y que no recibió del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana en la elección 2015, el desgobernador de Morelos ordenó a sus esbirros del Congreso local reducir drásticamente el presupuesto para el órgano electoral para ahorcarlo. Eventualmente, cuando existía la posibilidad de una consulta pública que llevase a la revocación de mandato del Graco-Duarte, soltó dinero para el Instituto, para tenerlo a su favor. Al darse cuenta que la mejor solución era simplemente evitar el proceso de consulta, lamentó el dinero que le dio al Impepac. Pero eso no ha borrado su rencor ni su necesidad de tener un Instituto a modo que legitime una elección de estado para dejar sucesor. Y debido a la renovación de algunos de sus integrantes, esos espacios están en la mira del autócrata.
4.- ¿Alguien lleva la cuenta cuántos supuestos representantes populares en el Congreso del Estado se han sumado a las filas de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, dejando o no sus respectivos institutos políticos? Aunque, de fondo, todos han sido cañoneados.
5.- En el propio Congreso, el desgobernador removió a quienes habían detectado y denunciado irregularidades en las cuentas estatales lo mismo que en el millonario préstamo que recibió el Graco-Duarte, para dar paso a sus incondicionales, en tiempo de su secretaria como mandamás en el Legislativo.
6.- ¿Cuántos alcaldes han sido doblegados por el tirano que desgobierna Morelos por la vía del ahorcamiento económico, lo mismo que por las amenazas de vincularlos con el crimen organizado? Por lo pronto, acusó a los de Cuernavaca y Tlaquiltenango de tener nexos con el crimen organizado y jamás probó sus dichos ni hizo las denuncias formales correspondientes, acaso porque no tuvo nunca pruebas, o porque para variar es omison..
Cuánto se parece la democracia al estilo Graco-Duarte a la de Trump o la del recientemente desaparecido Fidel Castro, con la salvedad de que este último alguna vez sí fue un luchador social y revolucionario, y no un títere del imperio priista que lo ha recompensado con creces…