I. Transformación. Puede haber quienes pretendan no percibir los cambios que México ha vivido en los cuatros años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, pero en la actual administración se ha construido un proyecto nacional sobre bases sólidas. El líder de los senadores priistas, Emilio Gamboa, aseguró que la implementación de 13 reformas estructurales constituye el plan más ambicioso de los últimos tiempos. Cuatro años de gobierno en los que el mandatario mexicano, desde el principio de su gestión, tomó decisiones para dar al país un nuevo impulso, no sólo para una administración o un sexenio, sino para cimentar las bases del futuro del Estado mexicano. Ahora, nuestro país es un destino confiable para la inversión nacional y extranjera, con más de 120 mil millones de dólares y la creación de dos y medio millones de empleos formales.
II. Cifras duras. El académico y analista Sergio Aguayo afirmó que, ante la descomposición de los policías municipales, el mando único policial, conocido como Mando Mixto, no es la solución para la inseguridad, pero “no hay de otra”. Si ya se les corrompieron a las policías municipales, el mando único garantiza una cierta homogeneidad en los controles de confianza, en el armamento, en el entrenamiento. Durante una ponencia ante jóvenes del PRD refirió que la lucha contra el crimen organizado, desde 2006 a la fecha, ha dejado 193 mil 784 homicidios y 11 mil 696 secuestros. Ante el poder de los criminales, nada garantiza oficiales incorruptibles. Comprobado.
III. Buena voluntad. De este lado de la frontera no existen sino buenos deseos para que marche la relación bilateral con Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, es uno de los optimistas. Aseguró que desde la unidad en México y al poner en práctica los principios internacionales establecidos en nuestra Constitución, se podrá establecer una relación diplomática con el nuevo gobierno de EU; apuntó que el reto con los vecinos del norte es profundizar la agenda para beneficio del país. Lo difícil es que si antes, cuando las relaciones estaban tersas, no se hizo, ahora con Trump al frente, el desafío es doblemente grande.
IV. Podredumbre. Francisco Bueno Ayup, político sonorense, reincide en sus mañas como acosador sexual. Operador de Guillermo Padrés en Sonora, pasó por Querétaro y ahora rebotó como director municipal de Administración y Finanzas de la ciudad de Durango. En donde se para deja constancia de su vileza. Se le ha acusado de acoso sexual, extorsión, de exigir moches, abuso de autoridad, escándalo en vía pública y desacato a una orden judicial para el pago de pensión alimenticia. Ahora, el colmo, acosó sexualmente y de manera bochornosa a Nancy Briceño Duarte, periodista que lo entrevistó. Canalla. Primer problema de muchos para José Ramón Enríquez, el edil.
V. Tercia de ases. Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Relaciones Exteriores, reconoció el liderazgo de Claudia Pavlovich y de Doug Ducey, gobernadores de Sonora y de Arizona, respectivamente, para promover un mejor entendimiento y mayores intercambios entre México y Estados Unidos. Ni la SRE ni el gobierno sonorense se han dejado intimidar por las amenazas de Donald Trump. Hay muchos convencidos de que el republicano sólo blofeaba en su campaña. Ante la duda, lo mejor será ponerse a trabajar. Es de destacarse la importancia de la estrecha relación que han desarrollado políticos, empresarios e integrantes de la sociedad civil en beneficio de la población a ambos lados de la frontera. Bien hecho.