VAYA QUE la política exterior mexicana está cambiando: ahora es el secretario de Hacienda el que lleva la voz cantante en la relación con Estados Unidos.
DESDE AYER Luis Videgaray anda de gira, primero, para asistir a un foro en la Universidad de Harvard y, posteriormente, participar en Washington en la cumbre de ministros de finanzas del G-20, así como en el Encuentro de Primavera del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
SEGÚN la SHCP, se reunirá con líderes empresariales, analistas financieros, académicos y representantes de organismos internacionales. Lo que no dice la dependencia es que en la agenda está anotada una cita con Paul Ryan.
SE TRATA del presidente de la Cámara de Representantes, quien hasta hace unos días sonaba para buscar -por medio de un "asalto" a la convención republicana- la candidatura a la Presidencia, pero ya declinó.
QUIENES sí saben qué trae en la maleta Videgaray aseguran que el tema a tratar con Ryan es... Donald Trump.
El gobierno mexicano quiere hacerle llegar al Partido Republicano el mensaje de que le preocupa la posibilidad de que el magnate sea su candidato presidencial.
TAL Y COMO se había adelantado, Christophe Pierre será el nuevo embajador de El Vaticano en Washington, lo que deja vacante la Nunciatura en México.
QUIENES conocen los sótanos de la política sotanera afirman que la designación que haga el Papa Francisco del nuevo Nuncio servirá, de paso, para hacer un balance de su reciente visita.
PORQUE si algo quedó claro es que el Episcopado mexicano está claramente dividido en, al menos, dos bandos. Cada lado estaría representado, aunque no necesariamente encabezado, por Norberto Rivera y Alberto Suárez Inda, ambos cardenales pero de muuuy distinta fe.
COMO el Pontífice fue objeto de tironeos entre unos y otros, los expertos afirman que con el perfil del nuevo embajador vaticano se sabrá, finalmente, a qué ala de la iglesia mexicana le dio el Papa su bendición.
NO TODOS en Chiapas están tan chiapasionados como el gobernador Manuel Velasco quisiera.
EL PASADO fin de semana la aseguradora GNP llevó a cabo su convención nacional -nomás 560 participantes- en aquel estado. Los organizadores tramitaron con el secretario estatal de Turismo, Mario Uvence Rojas, así como con su homólogo municipal, Humberto de Paz Cuesta, llevar a cabo la cena inaugural en el quiosco de la plaza principal de Chiapa de Corzo.
CUANDO ya tenían todo listo, el alcalde Héctor Gómez Grajales les salió con que ¡siempre no! Y por si fuera poco, las grillas entre el munícipe y los regidores también impidieron que se hiciera en el exconvento de Santo Domingo de Guzmán y en las ruinas del Templo de San Sebastián.
EL COLMO es que cuando le reclamaron al secretario Uvence Rojas, éste simple y sencillamente se lavó las manos.
COMO QUIEN DICE, los monumentos históricos y las bellezas naturales de Chiapas terminaron opacadas por las fealdades políticas.