Carlos Heredia Zubieta, profesor e investigador del CIDE, advirtió que ante el amago de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, de revisar desde una perspectiva unilateral el Tratado de Libre Comercio, México está “ante un sismo político y ante un terremoto de política comercial que no anticipamos y, por lo tanto, no estamos preparados como país, como gobierno, incluso como sociedad, para responder a lo que vendrá”.
En entrevista, dijo que el hecho de que el Banco de México anuncie medidas monetarias, y la Secretaria de Hacienda medidas financieras y presupuestarias, “en todo caso, digamos, atiende una de las aristas que tiene que ver con este terremoto político, cultural, social y fronterizo que estamos viviendo”.
El académico, crítico del TLC, advirtió que en la nueva circunstancia que se avecina a partir del 20 de enero, cuando Trump tome posesión como Presidente de Estados Unidos, “es el hecho de que vamos a tener que cambiar nuestra propia política interna, porque salvo los casos de gente que por vocación en la Secretaría de Relaciones Exteriores está dedicada a defender a los mexicanos en el exterior, el grueso de la clase política mexicana siente un profundo desprecio por sus compatriotas que se fueron, y además consideran que la economía mexicana es más competitiva mientras más bajos salarios pague dentro de México, eso va a tener que cambiar de forma radical”.
A partir de la oposición al TLC, Heredia Zubieta se convirtió en el líder de la Red de Acción frente al Libre Comercio, organización crítica al acuerdo y que tuvo distintas acciones para tratar de concientizar lo que podía pasar con el TLC.
Una de esas acciones fue la publicación en la edición de diciembre de 1992 del World Policy Journal, del artículo “El otro TLC: lo que un buen acuerdo debe ofrecer”.
En ese texto, que en México se publicó en la revista Nexos, Heredia y Jorge Castañeda planteaban que “un buen acuerdo debe contener financiamiento compensatorio o la creación de fondos regionales”, del que carece el Tratado que con la llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos está en veremos.
Economista con posgrado en economía por la Universidad McGill, de Montreal, Canadá, Heredia, crítico de las políticas en esta materia de los presidentes Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, señaló que no está seguro que Trump se haya referido a una renegociación del TLC, sino más bien a una revisión unilateral.
“Trump ha dicho que va a revisar el TLC para corregir cosas que podrían desfavorecer a Estados Unidos, de modo que sea benéfico para los intereses de Estados Unidos. Y dice, que si los socios –México y Canadá– no conceden estas mejoras a los intereses de Estados Unidos, entonces podría anunciar el retiro de Estados Unidos del TLC”, mencionó.
El investigador dijo que Trump ha puesto énfasis en tres puntos: la mudanza de empresas de Estados Unidos a México; el alza de los salarios para los trabajadores de México y lo que llama temas de nueva generación que no están en el TLC, pero sí en el Acuerdo Transpacífico, como el comercio digital, cooperación, transparencia, anticorrupción y la propiedad intelectual.
Sobre estos tres puntos, los explicó así: “Trump va poner obstáculos para que las empresas de Estados Unidos se instalen fuera de su territorio, y que aquellas que están afuera, regresen; el movimiento que él está tratando de propiciar es que aquellas empresas que tenían intención de irse no lo hagan y aquellas que ya se había ido regresen”.
En el punto sobre el salario de los trabajadores mexicanos, Heredia dijo que “aquí en México la clase política, el gobierno en general no han visto con detenimiento, es decir, para disuadir a las empresas de Estados Unidos que se vayan a México, hoy la brecha salarial en la industria manufacturera y específicamente en la automotriz es brutal”.
“Es decir, un trabajador calificado de la industria automotriz mexicana, puede ganar, digamos, unos 15 o 20 mil pesos, que en este momento son mil dólares al mes, mientras que un trabajador de las mismas capacidades en Estados Unidos gana cuatro o cinco veces más”.
Dijo que la brecha es demasiado grande, y que en realidad el mensaje subyacente que envía Trump es que se necesita que suban los salarios en México, “sólo que ni las empresas, ni el gobierno, ni los sindicatos están entendiendo el mensaje de esa manera, y es que aquí en México ha habido la fijación de decir ‘México es competitivo porque tiene bajos salarios’. Eso es una brutalidad, eso, en ninguna parte del mundo avanzado la gente te dice soy competitivo porque tengo bajos salarios. Te dice porque tengo capital humano extremadamente calificado, porque tengo inversión en capital que hace que suba la productividad del trabajo, o porque tengo técnicos súper preparados”.
De dos sopas
Sobre la nueva generación de comercio, que no está en el TLC y si en el Transpacífico, Heredia se centró en la propiedad intelectual, donde Estados Unidos demandará respeto para sus marcas y que no se permita que los chinos hagan piratería, y que no se solape que se infrinjan las normas de propiedad intelectual.
“Por eso no sé si en este momento podemos usar el verbo renegociar, lo que creo que va a estar sobre la mesa es una revisión y que Estados Unidos va a decir éste es el menú, había dos sopas, pero ya nada más queda una.
“Me sorprendería mucho que Trump estuviera a favor de abrir un proceso en el que dijera ‘a ver, Canadá, qué quieres, a ver México, qué quieres, y yo quiero esto y empiezan a moverse las fichas, cuántas canicas traes tú, cuántos traigo yo’; ésa sería una negociación, pero yo dudo mucho que se vaya a dar eso. Yo pienso que va por ahí: mejorar el TLC para adaptarlo a los intereses de Estados Unidos como él cree que son”.
Heredia, sostuvo que en los 22 años de TLC, éste funcionó como todos, en donde hay ganadores y perdedores, actividades que han florecido, como la automotriz o la aeroespacial, la agroindustria exportadora, pero que simultáneamente se ha caído el empleo manufacturero en su conjunto.
“El TLC ha sido motor para un segmento de la economía mexicana, pero hay amplios segmentos de la economía que no participaron de las cadenas de valor y que necesitamos una estrategia orientada a fortalecer el mercado interno”, dijo.
El economista criticó a los funcionarios mexicanos, que, dijo “tienen una fijación de que los tratados son un fin por sí mismos, es decir, no son instrumentos de política pública, no son un vehículo para mejorar la calidad de vida de la gente, son un monumento al libre comercio, son un monumento ideológico, son un monumento por el cual nosotros somos los últimos de los mohicanos, y cuando ya el paradigma neoliberal de libre comercio, como lo conocimos a partir de los años ochenta, está en crisis, estamos llegando a un fin de ciclo, aquí seguimos insistiendo en rescatar lo agonizante”.
Panorama
El próximo año llegará con mucha incertidumbre económica, ante los riesgos que se enfrentarán con los principales socios comerciales, entre ellos Estados Unidos, advirtió ayer el titular de la Secretaría del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida.
En ello coincidieron el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, y el secretario general de la CTM, Carlos Aceves del Olmo.
“La perspectiva de 2017 es una perspectiva muy complicada, en el país y en el mundo; hay una enorme incertidumbre como bien lo señalaba el líder de los trabajadores de la CTM, don Carlos Aceves.
“Con respecto a qué ocurrirá con nuestros principales socios comerciales, y lo cierto es, que es donde yo quisiera hacer énfasis, que hay una enorme unidad de los factores de la producción en este tripartismo y capacidad de diálogo para enfrentar cualquier tipo de problema juntos”, dijo el titular de la STPS.
Juan Pablo Castañón afirmó que para los próximos dos años deben mantenerse unidos todos los sectores de la producción para enfrentar las amenazas al empleo.
“La unidad para nuestro país es fundamental para afrontar los tiempos exitosamente, en este mismo diálogo seguimos avanzando en materia de justicia laboral, seguimos avanzando en capacitación y empleo”, agregó.