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SERPIENTES Y ESCALERAS

Estamos viendo el declive de la política; presenciamos la destrucción de toda una generación de hombres y mujeres de poder a manos de ellos mismos. Enfrente estamos todos los demás, observando pasivos el derrumbe de nuestro estado y de nuestras instituciones.

 

En algún momento, cuando los ánimos se calmen y las pasiones se controlen, quizá la prudencia regrese a Morelos. Hoy vemos conflictos en varios lados, inconformidades en muchos sectores y pleitos de todos contra todos. Nuestro estado vive un momento muy difícil no sólo por las crisis que no nos sueltan desde hace varios años; también padece un clima de crispación que se ha apoderado de muchos actores políticos y sociales. Pusimos al loco a cargo del manicomio.

En independencia de los problemas que cotidianamente se reportan en los periódicos y de las noticias que se comparten de boca en boca (y de tuit en retuit), habría que observar el ambiente que hoy tenemos en nuestra entidad. Nos hemos acostumbrado a lo absurdo, vemos normal lo anormal y nos hemos convertido observadores pasivos de caos.

Hagamos un recuento:

En los últimos meses el congreso del estado se ha confrontado con la universidad, con la iglesia, con los transportistas, con los jubilados, con los estudiantes y ahora con el alcalde de Cuernavaca. En muchos casos las acciones legislativas responden al interés de un tercero, pero al final el desgaste ha quedado en los diputados. Nunca antes como ahora el poder legislativo ha sido tan cuestionado por su conducción y por la honorabilidad de sus integrantes.

Caso similar ocurre en el gobierno del estado. Graco Ramírez se ha confrontado con los mismos sectores y otros tantos más. Al tabasqueño le abuchean los campesinos, los maestros, los médicos, los estudiantes, las enfermeras, los familiares de las víctimas y hasta los deportistas. Su gobierno se confrontó de manera directa con la iglesia y con la universidad, al tiempo de imponer su voluntad y caprichos en los tres poderes del estado. Nunca ningún gobernador de Morelos fue tan odiado como Graco.

En los ayuntamientos los problemas se convirtieron en algo normal. Casi todas las administraciones municipales están quebradas y en muchos casos los alcaldes se mueven como señores feudales. En los municipios se violenta recurrentemente la ley, se actúa por ocurrencias y se lastima de manera indiscriminada a los ciudadanos. La arbitrariedad se volvió moda.

Las calles del estado se han vuelto escenario de cosas terribles: todos los días hay marchas y manifestaciones, bloqueos y plantones, pero también aparecen cuerpos mutilados acompañados de mensajes que anuncian las próximas ejecuciones y señalan a las autoridades corruptas. Nos acostumbramos a los secuestros, a los levantones, a las extorsiones y a las balaceras.

Todo está pasando hoy en Morelos y a todo nos hemos acostumbrado. El pleito y la confrontación se convirtió en algo común y pareciera que así seguirán las cosas hasta que la gente, con su voto, se decida a cambiar las cosas. El ciudadano se acostumbró a la ineficiencia del gobierno y hasta los diputados se acostumbraron a obedecer al dirigente de un partido.

Tenemos al loco a cargo del manicomio.

  • posdata

La semana pasada el congreso de Morelos inició un proceso de revocación de mandato contra del alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco Bravo. La acción legislativa se fundamentó en la falsificación de documentos para acreditar residencia y poder competir.

El procedimiento no avanzó porque el alcalde capitalino promovió una controversia constitucional y un amparo para evitar la acción de los diputados. La falta de pericia jurídica de los abogados que llevaron el caso abrieron la puerta al munícipe y permitieron que un juez le otorgara la suspensión requerida.

La historia no concluyó ahí: cuándo el ex futbolista ganó la partida, Rodrigo Gayosso montó en cólera y ordenó hacer algo; la presión que metió el hijastro a los legisladores fue mucha, la estabilidad interna se trastocó y comenzaron a delinearse caminos jurídicos muy peligrosos para el congreso.

Cuentan los enterados que desde ayer el gobernador tomó personalmente las riendas del tema y puso a trabajar al equipo jurídico del gobierno del estado. Alguien tuvo la brillante idea de reponer el proceso, para de esa manera dejar sin efecto la controversia y el amparo concedido. Al parecer así lo harán.

Esta táctica no es nueva, de hecho es una vieja argucia leguleya que por muchos años se aplicó de manera discrecional en gobiernos marrulleros. Lo delicado es que si bien funcionaba en procesos menores y ambientes locales, difícilmente avanzará en un asunto que compete a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Explico: si la estrategia legal del congreso es reponer el proceso para dejar sin efecto la controversia y el amparo que hoy protege a Cuauhtémoc Blanco, la Corte podría interpretar esta acción como una medida para evadir la justicia y violentar un acto de autoridad. Si así sucediera no sólo se mantendrían firmes las acciones jurídicas que protegen al alcalde de una posible destitución, entonces los diputados quedarían expuestos a una acción de la Corte por violar una suspensión, lo cual podría implicar hasta la destitución de los legisladores.

Esta es la defensa jurídica que ha seguido el alcalde:

1-     Cuauhtémoc Blanco promovió un juicio de amparo en contra del artículo 41 constitucional por considerar que su contenido es contrario a la constitución federal. Lo promovió como ciudadano, por sus derechos humanos y como presidente municipal. La Suprema Corte le concedió la suspensión para que el Congreso no lo separe del cargo, sin suspensión del procedimiento.

2-     El alcalde promovió una controversia ante la Corte y otra ante un juez de distrito por vía de amparo indirecto. Recibió las dos suspensiones y difícilmente lo separarán antes de terminar su período. La controversia y el amparo NO se contraponen.

3-     La controversia es un juicio entre instituciones y el amparo es un juicio de un particular en contra de una autoridad por considerar que sus actos violan sus derechos humanos. Ambos actos de autoridad protegen hoy a Cuauhtémoc Blanco ante el procedimiento que en su contra promueven la comisión de gobernación del congreso local.

4-     Habría que recalcar que aun cuando Cuauhtémoc Blanco gane el juicio que hoy enfrenta, si decide entrar a otra contienda electoral se le puede impugnar por la falta de residencia, ya que este caso no se cierra ni ha sido juzgado.

Lo que sucede hoy en el congreso es inédito, llamativo y sumamente delicado. Los diputados se han equivocado porque están respondiendo a las ordenes de alguien que es dominado por sus rencores y convalidan una serie de irregularidades procedimentales que tendrán consecuencias.

Reitero: Cuauhtémoc Blanco ha cometido muchos errores y tiene muchas deficiencias, pero el congreso logro ser peor que eso.

  • nota

La presión que reciben algunos legisladores por los arrebatos hormonales del hijastro del gobernador (y ahora del propio gobernador) es mucha. La rabia conduce a los actores políticos y ello es un signo claro de desesperación.

Cuidado: quien actúa con desesperación y toma decisiones en medio del enojo, por lo regular se equivoca. Este nuevo episodio político que involucra al congreso, al alcalde, al gobernador y a su hijastro, puede ser el punto de quiebre del régimen de nueva visión.

¿Cuál es la razón de querer destruir a como de lugar a Cuauhtémoc Blanco?

Digo, porque si se trata simplemente del respeto a la ley, la acción a la que todos hacen referencia ocurrió hace más de un año y fue convalidada por las autoridades electorales locales y federales. ¿Y los derechos políticos adquiridos? ¿Y los derechos humanos?

Lo decía mi papá: el que se enoja, pierde.

  • post it

Para entender lo que socialmente está ocurriendo en el conflicto entre el alcalde de Cuernavaca, el hijastro del gobernador, el gobernador, la primera dama y los diputados, habría que recurrir a una herramienta técnica que nos otorgue elementos de juicio..

La Encuesta Nacional 2016 elaborada por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) se enfocó en el humor social y en evaluar la percepción del rumbo del país, en el desempeño de los gobernadores y en el uso de las redes sociales. El estudio se levantó hace menos de tres meses y se dio a conocer hace poco más de dos.

Los resultados nos permiten entender porqué la gente reacciona como lo hace cuando, en este caso, los involucrados son Cuauhtémoc Blanco, una figura deportiva de talla internacional y Graco Ramírez, uno de los tres peores gobernadores del país.

Eso es lo que concluye GCE en su último estudio:

“A la pregunta de “si el gobernador de su estado fuera su vecino y usted tuviera que ausentarse de su casa por varios días, ¿le confiaría las llaves?”, el 74.7 por ciento de los mexicanos respondieron que no; el 22.4 por ciento dijo que sí; el 2.1 por ciento respondió que no sabe y el 0.8 por ciento no respondió.

En el caso de la confianza al gobernador (incluido el jefe de Gobierno de la Ciudad de México), vinculada a la pregunta ¿le confiaría las llaves de su casa?, los mandatarios que tuvieron los porcentajes más bajos fueron: Veracruz, Javier Duarte (PRI), a quien el 89.0 por ciento de los encuestados dijeron que no le confiarían las llaves de su casa, en caso de ausentarse. Le sigue el mandatario de Morelos, Graco Ramírez (PRD), con 89.6 por ciento; luego está el chiapaneco Manuel Velasco (PVEM), con el 86.2 por ciento; el oaxaqueño Gabino Cué (PRD-PAN), con 84.3 por ciento y le sigue el quintanarroense Roberto Borge (PRI), con 84.9 por ciento.

Los gobernadores con mayor porcentaje de confianza, son: la sonorense Claudia Pavlovich (PRI), con 44.1 por ciento; le sigue el yucateco Rolando Zapata (PRI), con 38.5 por ciento; el campechano Alejandro Moreno (PRI), con 36.9 por ciento; el guanajuatense Miguel Márquez (PAN) y el independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, con el 35.8 por ciento. 

Control y aprobación

El GCE preguntó: ¿considera que su gobernador tiene las riendas de su estado o que las cosas se están saliendo de su control?, a lo que el 64.2 por ciento de los entrevistaron contestaron que las cosas se le están saliendo de control; sólo el 42.3 por ciento dijo lo contrario.

Los gobernadores con los porcentajes más bajos en esta pregunta, son; el chiapaneco Manuel Velasco, con el 91.1 por ciento que creen que las cosas se le están saliendo de control. Le sigue el oaxaqueño Gabino Cué, con el, 90.1 por ciento; el veracruzano Javier Duarte, con el 88.8 por ciento; el morelense Graco Ramírez, con el 82.8 por ciento y el tamaulipeco Egidio Torre, con el 77.7 por ciento.

Los gobernadores con los mejores porcentajes, son: el campechano Alejandro Moreno; le sigue el yucateco Rolando Zapata; la sonorense Claudia Pavlovich; el aguascalentense Carlos Lozano y el poblano Rafael Moreno Valle.

Gestión

A la pregunta ¿usted aprueba o desaprueba la gestión del gobernador de su estado? El 52.9 por ciento de los entrevistados desaprobaron la gestión de sus mandatarios; el 42.3 por ciento los aprueba y el 2.5 por ciento ni aprueba ni desaprueba.

Esta medición significa que más de la mitad de los mandatarios del país, están desaprobados por sus gobernados. Los gobernadores con los porcentajes más negativos, son: el veracruzano Javier Duarte tuvo el 83.6 por ciento de desaprobación; le sigue el chiapaneco Manuel Velasco, con el 79.4 por ciento; el morelense Graco Ramírez, con 74.7 por ciento; el oaxaqueño Gabino Cué, con 74.3 por ciento y el quintanarroense Roberto Borge, con el 72.0 por ciento.

Los mandatarios con los porcentajes más elevados en aprobación de la gente, son: el campechano Alejandro Moreno; la sonorense Claudia Pavlovich; el yucateco Rolando Zapata; el guanajuatense Miguel Márquez y el de Aguascalientes, Carlos Lozano.”

La conclusión es simple:

La gente NO confía en Graco Ramírez.

Si la gente piensa que detrás de los ataques contra Cuauhtémoc Blanco está Rodrigo Gayosso, la opinión pública se pone del lado del futbolista, porque piensan que los ataques son una revancha política del gobernador Graco Ramírez.

Mientras el gobierno y sus aliados no tengan la confianza de la ciudadanía, cualquier acción se interpretará como un asunto político y generará desconfianza, incluso aquellos temas donde tienen la razón.

El problema de Graco y de sus aliados es que la gente ya no confía en ellos.

  • redes sociales

Los programas de entretenimiento toman ahora a los personajes de las redes sociales como parte central de sus transmisiones. Así sucede con los XV años de Rubí y los gritos de #LadyWuuu.

Ahí está demostrada una vez más la fuerza de las redes sociales y su influencia en todos los ámbitos de nuestra sociedad.

Hay que estar atentos, porque en cualquier momento llamarán a #LordWhatsApp al show de Laura en América.

Ya me imagino a la señorita Laura diciendo: ¡Que pase el desgraciado!

  • es viernes

Dicen que el amor es una larga paciencia; cuentan que existe una etapa del amor en la que hasta los defectos son virtudes. El amor puede llegar por la vía de una canción, un abrazo, algunas palabras amorosa y una mirada. De todas las valentías, la primera, la central, es aceptar el amor como es, así, con sus defectos y también con sus virtudes.

Por amor: Hoy toca.

Comentarios para una columna amorosa: eolopacheco@elregional.com.mx

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