I. Consecuencias. Tras las acciones de los senadores perredistas, quienes rompieron una piñata de Donald Trump, el equipo de trabajo del Presidente electo de Estados Unidos ya analiza la actitud de los legisladores, informó Larry Rubin, colaborador de Reince Priebus, jefe de gabinete de Trump. Precisó que, si bien queda claro que se trató de una fiesta perredista, es importante que el Senado se deslinde, porque las personas que analizan estos hechos pueden valorar que se trata de una actitud del órgano legislativo mexicano. Rudeza innecesaria la de los perredistas, quienes además lanzaron ofensas, ¡actúan sin pensar! ¡La política y la diplomacia no son un chiste, señores!
II. Afinidades. Mientras algunos políticos mexicanos se empeñan en deteriorar aún más la relación entre México y Estados Unidos, otros utilizan todo lo que está a su alcance para tejer un mejor entendimiento. Claudia Ruiz Massieu, titular de Relaciones Exteriores, se reunió con un grupo de estudiantes mexicanos graduados en universidades estadunidenses, conocidos como dreamers, para visitar el Museo Mural Diego Rivera y almorzar comida mexicana. Escuchó sus inquietudes e intereses. Además, les solicitó su apoyo para difundir las acciones del gobierno mexicano en la atención a connacionales en el exterior. Eso es trabajar con sentido y responsabilidad, no andar rompiendo piñatas de Trump.
III. Terremoto financiero. Parece fantasía, pero no lo es. La administración del exmandatario Gabino Cué, en Oaxaca, no pagó lo correspondiente al Centro de Instrumentación y Registro Sísmico y esta deuda podría provocar que el Sistema de Alerta Sísmica de Oaxaca deje de funcionar correctamente. El pago no realizado alcanza los 17 millones 781 mil 313 pesos , durante el periodo 2012-2013, y seis millones 250 mil pesos, correspondientes a 2016. El problema no es sólo financiero, ya que, si no llega el dinero, el sistema no trabajará adecuadamente en una de las zonas más riesgosas y no se podrá difundir la alerta de un sismo en la región centro del país. O sea, estamos telúricamente desprotegidos.
IV. No hay de otra. Javier Luévano, secretario de Gobierno de Aguascalientes, dobló las manitas. Dijo que no se pedirá retirar a la entidad de la alerta de viaje que se emitió en Estados Unidos, que advierte a sus ciudadanos sobre la violencia generada en México por organizaciones criminales. “Lo que nos debe preocupar y ocupar es el trabajo para que, en materia de seguridad, sigamos siendo uno de los mejores estados”. Además, precisó que se trabajará para evitar un incremento en la inseguridad de Aguascalientes. “Sigue siendo un estado seguro”, dijo. Sólo él lo cree porque Rubén Ángel Berumen de la Cerda, comerciante estatal, exhortó a la ciudadanía a hacerse acompañar de un policía al retirar dinero de cualquier banco, debido a la ola de violencia constante. ¿Quién miente?
V. Inocentes. Así como a Alejandra Barrales, líder nacional del PRD, se le ocurrió sugerir a sus legisladores que donen su bono navideño, también Octavio Martínez Vargas, secretario electoral perredista, llamó a los congresistas de esa fuerza política a no aceptar prestaciones económicas extraordinarias o, bien, destinarlas a acciones en servicio de la población. El integrante de la dirigencia nacional del sol azteca reconoció que estímulos económicos de ese tipo han generado descontento e indignación entre la ciudadanía. Suena lindo. ¡Cuánta bondad! Pero, ¿sabe usted cuántos parlamentarios se unirán a estas propuestas? Hasta el momento sólo dos diputados amarillos han renunciado, voluntariamente, a su bono de fin de año: Waldo Fernández González y Agustín Basave Benítez. ¡Ja! Si de eso piden su limosna.