Oaxaca: las raterías de Morena
El dueño de Morena pregona que su partido lo integran mujeres y hombres honestos y de bien, que no luchan por el dinero y menos por cargos.
Sin embargo, la terca realidad confirma el discurso “engañabobos” de AMLO frente a hechos que ofenden e indignan.
La siguiente historia retrata de cuerpo completo las mentiras de AMLO y la deshonestidad e inmoralidad de diputados de Morena en el Congreso de Oaxaca.
Días antes de la toma de posesión de Alejandro Murat, al gobierno de Oaxaca, en el Hotel Fiesta Inn de la capital se reunieron diputados de Morena con la secretaria general de ese partido, Yeidckol Polevnsky.
La señora Polevnsky —farsante mayor que hasta de nombre se cambió— pidió a los diputados morenos que acudieran a la toma de posesión de Murat y se comportaran institucionales; sin escándalos y sin expresiones altisonantes.
Les dijo que era “un compromiso de Andrés” y que, a cambio, el PRI se comprometió a entregar a Morena la presidencia de la Junta de Coordinación Política y la Tesorería del Congreso local. Es decir, Morena tendría el control político y económico del Congreso.
El acuerdo fue sellado por María de las Nieves, coordinadora de los diputados locales del PRI, y por Yeidckol.
Sin embargo, cuando la CNTE se enteró de la negociación, elevó el costo de las amenazas y chantajes y dejó correr la versión de que habría “muertos”. Vale recordar que en la toma de posesión de Gabino Cué se produjeron dos muertos y en la de Ulises Ruiz seis personas perdieron la vida.
El objetivo era desbarrancar el gobierno de Murat desde su toma de posesión.
Por eso el PRI madrugó a la CNTE y a Morena, al llevar a cabo la toma de posesión en secreto. Y no se perdió una sola vida.
Lo curioso es que a la toma de posesión “del madruguete” sí acudió el líder de los diputados de Morena, Irineo Molina.
Y cuando se hizo público el albazo del PRI, el resto de diputados de Morena estalló y “soltó la lengua”. Exigieron los 200 mil pesos prometidos —para cada uno de los nueve diputados morenos—, pactados por la señora Yeidckol y el PRI, para asistir a las 7 de la mañana, a la toma de posesión, según el plan original.
Pero también dijeron que les prometieron un millón de pesos “por cabeza”, a cambio de no protestar y no realizar plantones y mítines los días siguientes.
Por eso, luego del albazo, los diputados de Morena pidieron el dinero pactado y la destitución de su coordinador, Irineo Molina, a quien acusaron porque “los vendió” por mucho más que 30 monedas.
¿Qué tal…? ¡Retrato de cuerpo completo de militantes y diputados de Morena que —como dice su dueño— no van por puestos y menos por dinero!
¿A quién importan las raterías de Morena, de sus diputados y su dueños?
Al tiempo.