VICENTE LOREDO MÉNDEZ, EL AUDITOR DE PAPEL…
El elefante blanco y costoso que significa la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) al estado de Morelos, cada día pierde más credibilidad, si es que algún día la tuvo, lo peor es que ni los propios diputados confían en el órgano de revisión de cuentas.
El “trabajo” de Vicente Loredo Méndez al frente de la dependencia es más actuar como ministerio público, dejándose de lado su verdadera labor de atender las irregularidades que presuntamente incurren los poderes del gobierno, los ayuntamientos y algunas instituciones más.
La falta de confianza hacia la ESAF es evidente por parte de los propios diputados, quienes anunciaron realizar una auditoría a su gestión pero con el apoyo de un despacho contable externo.
Es cierto, desde la creación de la ESAF para darle chamba a Loredo Méndez no hay ni una sola denuncia contra ex presidentes municipales, por presuntos desvíos de recursos financieros.
La única chamba que recibió el auditor fiscal fue investigar el uso de los recursos por dos mil 806 millones de pesos del préstamo adquirido por el gobierno de Graco Ramírez, ante las fundadas sospechas de que la única obra hecha con ese dinero fue un estadio de futbol en Zacatepec.
La incapacidad del servidor público quedó evidenciada y también dejó en entredicho a una institución, en la que anteriormente su ex auditor Luis Manuel González Velázquez habría encontrado un desvío de recursos del empréstito por cerca de mil 200 millones de pesos.
Más que investigar y hacer el trabajo fincado al fiscal, simplemente hubo una “limpieza” en los recursos públicos en los que habían encontrado desvíos, situación que generó una mala imagen al Congreso de Morelos.
Hoy, Vicente Loredo Méndez trata de justificar su aviaduría con una “auditoría” más a la Universidad Autónoma del Estado, que no es más que buscar la noticia de escándalo y de pretender sorprender a la sociedad.
La posición asumida por el auditor no ha causado más que hilaridad y enojo no solo por parte de la comunidad universitaria, sino también de toda la sociedad que observa de Vicente Loredo un hombre de servilismo a cambio de un plato de frijoles.
La desconfianza hacia la ESAF es tanta porque al momento ha sido evidente el desfalco en los ayuntamientos por parte de sus ex presidentes municipales, por mencionar un ejemplo está Cuernavaca con Jorge Morales Barud.
Cuernavaca, en el trienio del priísta fue abandonada, pisoteada y entregó los recursos materiales y financieros del pueblo para beneficio del gobierno estatal y quien lo maneja.
Con Morales Barud hubo dispendio, opacidad y hasta abuso en el uso de los recursos públicos y contrario en actuar la ESAF está inmóvil, no hay ni el menor intento por buscar sancionar a un ex presidente municipal que actuó contra la comunidad de la capital morelense.
Y el ejemplo de Cuernavaca es solamente un pequeño botón de la inutilidad y el gasto que implica pagar a un auditor fiscal, que además tiene un mayor presupuesto y la labor de la institución es totalmente nula.
Por si fuera poco, la ESAF también mantiene laudos laborales por más de 12 millones de pesos, por parte de trabajadores que fueron despedidos sin sustento alguno y bajo el argumento de tener una supuesta militancia partidista.
La mayoría de los despedidos eran auditores quienes conocieron del desvío (que tienen documentado) por más de mil 200 millones de pesos del Poder Ejecutivo de Morelos, que tapó Vicente Loredo Méndez con tal de tener en su mesa un plato de frijoles diarios.
La desconfianza hacia la ESAF por parte de la actual legislatura local es directamente al auditor fiscal Vicente Loredo Méndez, porque incumplió con los requisitos de inegibilidad en el cargo.
La convocatoria expedida en su momento tenía candados para que no llegarán al cargo personas con militancia partidistas, honorables, de conocimiento del área fiscal y que pudieran responder en la labor encomendada.
La militancia de Vicente Loredo Méndez está en el Partido de la Revolución Democrática, al momento de ser designado por la 52 Legislatura local. Vicente Loredo no tiene calidad moral y menos ética para pretender desacreditar la imagen de la UAEM, menos para tener un cargo en el que solamente es un aviador y de lujo.