oblado Dos Aguas, municipio de Coalcomán, Tierra Caliente, Michoacán, 13 de diciembre de 2006. Un grupo de soldados pertenecientes al 62 Batallón de Infantería es agredido por un grupo de personas armadas que se encontraban protegiendo un plantío de mariguana. Aparentemente eran empleados del cártel de Los caballeros templarios. Uno de los agresores murió. Otro resultó herido. Uno más se fugó.
Los soldados aseguraron tres armas largas, tres cargadores y 50 cartuchos para fusil AR-15, calibre .223.
El civil fallecido era originario del municipio de Salvador Alvarado.
Se llamaba José Alan Montoya Camacho. Él fue el primer muerto en combate en la guerra contra el crimen organizado, ordenada dos días antes, el 11 de diciembre, por el entonces presidente Felipe Calderón, a través de la denominada Operación Conjunta Michoacán. El detenido era oriundo de Coalcomán. Él fue el primer capturado de guerra entre el Estado mexicano y el crimen organizado, una lucha que todavía continúa.
Hoy, martes 13, se cumplen diez años del inicio de hostilidades.
Son ya 3 mil 653 días desde que se registró aquel primer enfrentamiento. A partir de entonces, las agresiones de grupos armados contra fuerzas de seguridad se convirtieron en una constante que durante una década han dejado 4 mil 366 víctimas mortales de ambos lados, lo que representa 4.8 por ciento de las más de 90 mil muertes relacionadas con el crimen organizado en el mismo lapso. Es decir, los enfrentamientos directos entre tropas y criminales, que suman 3 mil 956 escaramuzas en una década (97 por ciento de los choques de criminales fue contra efectivos del Ejército y 3 por ciento contra miembros de la Marina) solo han generado cuatro de cada 100 muertes violentas.
De acuerdo con informes de transparencia obtenidos por MILENIO e información del gobierno federal, el número de elementos de las secretarías de la Defensa y Marina que han muerto durante esos choques armados asciende a 388 desde diciembre de 2006 a la fecha.
Hasta el momento la mayoría de las bajas se registraron en el sexenio de Felipe Calderón: 274 soldados y marinos fueron asesinados por miembros de cárteles de las drogas. En la administración de Enrique Peña Nieto, todavía a falta de dos años de su término, ha habido 114 bajas.
El índice de letalidad de las tropas es contundente: si los soldados y marinos han tenido 388 bajas en esos 3 mil 956 combates, los grupos delincuenciales sufrieron 3 mil 978 muertes de diciembre de 2012 al mismo mes de 2014.
Desde esa fecha, el gobierno federal dejó de hacer pública la cifra de civiles armados abatidos en los enfrentamientos con las tropas federales; sin embargo, de acuerdo con un recuento de MILENIO, en 2015 y en 2016 hubo 155 casos más.
Si se compara el número de enfrentamientos con el total de muertes en combate se obtiene un promedio de una víctima mortal por cada choque.
Documentadas Desde diciembre de 2006 el saldo de muertes violentas relacionadas con el crimen organizado, documentadas por MILENIO, asciende a 90 mil 658 víctimas hasta noviembre pasado, lo que deja un promedio cercano a 25 personas asesinadas cada día con el sello del narco. Una cada hora, desde hace ya 10 años de lucha contra el narcotráfico.
Desde el principio el número de crímenes ligados a los cárteles de la droga se vieron en aumento.
En 2007 se presentaron 2 mil 773 asesinatos y un año más tarde los homicidios se duplicaron hasta llegar a 5 mil 679 casos.
En 2009 la cifra se disparó: se reportaron 8 mil 281 decesos.
Hubo casos muy difundidos. Una de las balaceras más sangrientas entre militares y presuntos delincuentes ocurrió el 8 de febrero, cerca de la frontera con Estados Unidos, en el municipio de Vill Ahumada, Chihuahua, donde se registró un choque entre sicarios y fuerzas federales que dejó un saldo de 20 personas muertas.
Las autoridades señalaron que un grupo de hombres armados llegó por la mañana a la localidad y secuestró a nueve personas a las que trasladaron en varios vehículos hasta un rancho en las inmediaciones de la ciudad. Tras recibir una denuncia anónima, los elementos del Ejército pusieron en marcha un operativo por tierra y aire para liberar a las personas y arrestar a los secuestradores, quienes fueron hallados en un rancho conocido como El Vergel.
A pesar de los esfuerzos, seis de los secuestrados fueron ejecutados por los criminales que desalojaron el rancho. En ese momento fueron perseguidos por los militares, con quienes se enfrentaron en varias ocasiones a tiros en la carretera Ciudad Juárez-Chihuahua. El resultado de esos tiroteos fue de 14 sicarios muertos y un militar caído, además de los seis secuestrados.
Tres civiles fueron liberados.
Para 2010 la cifra de muertos superó los 12 mil casos y desde ese momento inició el periodo más violento de esta guerra, que duró hasta 2012; en estos tres años se reportaron más de 37 mil muertes violentas por ajusticiamientos y disputas de territorios entre los grupos delincuenciales.
A partir del primer año del actual gobierno se observó una disminución de los homicidios relacionados con el crimen organizado:
2013 cerró con 10 mil 95 homicidios, los que significa una disminución de 2 mil casos en comparación con los tres años anteriores.
En 2014 y 2015 también se registró una reducción considerable de los asesinatos al promediar 8 mil casos por año. Esta media se ubica por debajo de los niveles registrados en 2009.
Sin embargo, en los 11 meses del presente año se registró un repunte de las llamadas ejecuciones, de nueva cuenta se superaron las 10 mil víctimas mortales y se prevé que cierre el año con una cifra muy cercana a los 11 mil homicidios.
Como muestra del recrudecimiento de la violencia en los últimos meses están los enfrentamientos entre fuerzas militares y delincuentes que se registraron los pasados 3, 4 y 5 de diciembre en la comunidad Suchilapan del Río, municipio de Jesús Carranza, Veracruz donde se reportaron 20 muertes Los ataques a personal militar fueron perpetrados como represalia tras el decomiso de 58 paquetes con 66.6 kilogramos de cocaína en la localidad, informó el gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares.
Estados más violentos Chihuahua ha sido la entidad más violenta de la década. En el estado fronterizo se han cometido 21 mil 29 asesinatos ligados al crimen organizado, que representan casi uno de cada cuatro homicidios de este tipo en el país.
En segundo lugar se ubica Guerrero con 10 mil 256 asesinatos, seguido por Sinaloa con 9 mil 317 casos, ambas entidades con fuerte presencia de cárteles y secuestradores, como Chihuahua.
Entre las tres entidades mencionadas se concentra 44 por ciento de todos los asesinatos cometidos durante los 10 años que lleva la guerra contra el narcotráfico.
Otras demarcaciones con altos niveles de violencia son Baja California, Estado de México y Michoacán, que reportan más de 4 mil víctimas mortales del narcotráfico. Por su parte, en Tamaulipas se reportan 2 mil 708 asesinatos desde diciembre de 2006