Las crisis de 2017
El panorama no pinta nada bien tanto en el plano nacional como estatal durante 2017. Sin necesidad de bola de cristal, empeorarán las crisis de inseguridad, la económica ha de agudizarse y el cada vez más creciente malestar social debe tener más preocupados tanto al desgobernador de Morelos como al Presidente Peña.
Si logramos sobrevivir al Graco-Duarte y a lo que queda de 2016, habrá que tomar aliento para enfrentar lo que se avecina:
1.- En el plano estatal, todo parece indicar que el desgobernador, con la complicidad y/o compra de los poderes Legislativo y Judicial terminará echando del Ayuntamiento de Cuernavaca a Cuauhtémoc Blanco, no sólo por su rebeldía, sino por la preocupación que implica al tabasqueño volver a perder con alguien que no es político y que, como él, tampoco es de aquí.
2.- Se esperan más movimientos sociales, no sólo por el caso del ex futbolista, sino por los últimos estertores de los colectiveros, aunque ya se percibe en ellos la resignación en torno a la imposición del Morebús. Pero también continúa vigente la batalla del desgobernador contra el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el otro gran peligro en los planes del autócrata de cara a la elección 2018. En virtud de que no hay resultados en el plano del combate al crimen organizado ni en la captura de criminales, la sociedad externará su hastío no sólo contra el Mando Único y el superpolicía que dice estar a cargo de la seguridad, sino contra el Fiscal que no da una y que a cada rato le roban evidencias de casos que mucho hace debían estar resueltos. El malestar por los proyectos impuestos contra toda lógica social y técnica, como la termoeléctrica y el gasoducto, pronto serán un polvorín.
3.- La mayoría de los alcaldes de la entidad no sólo ha externado su respaldo a Cuauhtémoc Blanco, sino que parecen despertar de su letargo debido a las crisis económicas que enfrentan por los laudos que los tienen quebrados, y la ministración de partidas a cuentagotas, previo chantaje o exigencia de sumisión, al más puro estilo graquista.
4.- Continuará el desprestigio del Congreso del Estado, que al recibir nuevamente demandas de juicio político contra el Graco-Duarte, ha de desecharlas, porque ni modo que lleven al banquillo de los acusados a su patrón.
Por lo que toca al plano federal, la situación no es más sencilla:
1.- Iniciamos el año con un gasolinazo de 15 por ciento, cuando el compromiso de campaña de Peña y a lo largo de su administración fue de que bajaría y que, con la liberación del precios y la competencia con nuevos empresarios, no rebasaría el tres por ciento.
2.- El presupuesto 2017 está sumamente recortado, afectando sectores básicos como la educación, la salud, los estados y municipios, pero no así los compromisos con su terruño, el Estado de México.
3.- En enero, con la toma de posesión de Donald Trump, el destino nos habrá alcanzado: la imposición de nuevas reglas para el Tratado de Libre Comercio, la expulsión –si no masiva, sí cuantiosa- de mexicanos que si antaño no encontraron en el país salidas económicas ni empleos, mucho menos ahora tiene el gobierno de Peña con qué recibirlos y, para colmo, los centroamericanos en nuestra frontera esperando asilo que no recibirán de Trump, también significan un grave problema para el que no tienen solución.
4.- El país está hecho un polvorín, y no me refiero solamente a Guerrero con lo recientemente ocurrido –sobre lo cual no dieron la cara Osorio Chong ni Peña-, sino porque en términos generales así se encuentra el país. Michoacán, Tamaulipas, el bajío y, para no ir tan lejos, empezando por Morelos, enfrentan graves problemas de inseguridad porque no hay plan para combatirla, mucho menos para construir una verdadera policía, la atención a víctimas ni combate a la corrupción.
5.- ¿Qué ofrecerá a cambio Peña para no ser más humillado cuando comience la construcción del muro?
6.- La guerra por la sucesión presidencial va a complicarse, porque todo apunta a que el PRI perderá la silla del águila y tendrá que concertacesionar con el PAN y el PRD para seguir en el poder, aunque sea detrás del trono.
Y por no dejar, baste agregar que en el plano internacional, es inminente la alianza Estados Unidos con Rusia para destrozar a China, mientras la Eurozona se hace trizas, sobre todo después de la salida de Reino Unido y con una Alemania que no puede sostener al resto de los países miembros eternamente, so pena de una rebelión interna, porque es su dinero el que se está usando para ello.
Bueno, por lo pronto, a disfrutar las fiestas en puerta.
Ya en enero, a rezar por lo que nos aguarda… O a tomar la iniciativa, para empezar a arreglar no el mundo, sino este Morelos no menos destrozado por el desgobernador.