Cientos de habitantes de Puente de Ixtla, enclavado en la zona sur del estado, marcharon contra la violencia hacia la mujer en un lugar donde la Alerta de Violencia de Género existe desde agosto pasado. Instantes previos a la protesta, a 10 minutos de la cabecera municipal, sobre la carretera que conduce al Lago de Tequesquitengo, abandonaron dos cadáveres, uno de ellos femenino, hasta el momento sin identificar. El otro cuerpo corresponde a un hombre. De acuerdo con datos preliminares, vestía prendas de mujer. La presidente municipal de Puente de Ixtla, Dulce Medina Quintanilla, descartó que se trate de una ola de asesinatos a pesar de que en esta semana se registraron dos feminicidios, cinco homicidios y una persona herida de gravedad a consecuencia de un ataque a balazos. Lo que preocupa, dice, son otros delitos contra la mujer como lesiones y violencia verbal. El miércoles el ex edil de Puente de Ixtla, Julio Espín Navarrete, actual diputado por el Partido Nueva Alianza, presentó una iniciativa para reformar el Código Penal local en materia de feminicidios. La pretensión, dijo, es “terminar con la impunidad para los responsables de estos crímenes y sancionar al servidor público que entorpezca la procuración de justicia”. Puente de Ixtla y Amacuzac son el centro de operación de Santiago Mazari Miranda, El Carrete, considerado por la PGR como uno de los criminales más buscado en el país al ser el líder de Los Rojos en Morelos. La dependencia federal ofrece una recompensa superior a los 3 millones de pesos por ayudar a su captura.