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ESCAPARATE

De los perros y las perradas…

A Juan Carlos, a los que amamos la vida en todas sus manifestaciones…

Que ni piense el desgobernador Graco Ramírez que nos vamos a olvidar de los perros… Ni de las perradas que han caracterizado esta administración, que no sólo han lastimado a los seres humanos, sino al medio ambiente y a nobles criaturas con mayor nobleza que la que refleja el actual dictador de Morelos.

¡Basta ya de perradas!

¿Dónde están los perros?

De no presentarlos vivos a la brevedad, sumaremos a los crímenes de lesa humanidad que hemos atestiguado con las fosas clandestinas ya descubiertas y las que faltan, la del sacrificio inhumano, animal, que seguramente ya cometió contra los indefensos canes, a manos de sus “perros de caza”…

No me voy a detener en Georgina Gutiérrez, sedicente procuradora ambiental, porque como he señalado en más de una ocasión: el tirano escoge a sus colaboradores no por sus capacidades, sino por incondicionalidad, como para convalidar proyectos inviables y peligrosos como la termoeléctrica y el gasoducto que los verdaderos especialistas han rechazado y criticado hasta el cansancio.

Lo pregunto, como muchos, al desgobernador: ¿dónde están los perros y cuándo le serán devueltos a quien sí los ama, su propietaria, y que se ocupa de una noble labor a la cual las autoridades debían apoyar, no sólo las de medio ambiente, sino las de salud y otras instancias, no sólo para demostrar que en realidad cumplen con su obligación, y que son humanos… aunque no lo parezcan?

¿Qué nuevo negocio encontró el Graco-Duarte en los perros, como para andarlos secuestrando, sustrayendo de su hogar? ¿No han bastado ya los que encontró en el transporte, en el fútbol, en la gastronomía, en el parque ecológico de ricos, en las promociones de conciertos para pudientes con dinero del pueblo, en la perniciosa tala de árboles y saqueo de tierra de monte, en la propia Policía levantando inocentes para cobrarles estratosféricas multas, en el sistemático cambio de placas, en los seguros impuestos con socios a los automovilistas, etc., etc.?

Si tanto le preocupan los perros, como la fauna en Morelos al desgobernador, ¿dónde está la creación de la ley respectiva en la materia, moderna, acorde con los cánones internacionales, con el presupuesto que sustente un proyecto de verdadera nueva visión en torno a la vida en todas sus manifestaciones, a cargo de personas especializadas que realmente amen nuestra naturaleza?

¿Qué no hay presupuesto?

¿Y de dónde sale entonces el dinero para colocar carteles con la figura del tirano en todo el país para promover su impensable candidatura presidencial, cada vez más lejana con el rostro que ya le conocíamos desde los setenta y que hoy está expuesto en su peor expresión?

Porque lo peor que puede ocurrirle a una sociedad frente a un aprendiz de dictador es darle un poquito de poder… Porque hay algunos que, esos sí, hasta a los de casa que les dio cobijo muerden…

Lo he dicho ya: lo ocurrido nos da una idea de la “visión” de quien nos desgobierna, porque si así trata a los perros que no compiten políticamente con él, que nada le han hecho, es posible entender más claramente por qué persigue al Obispo y al alcalde de Cuernavaca, al rector de nuestra Universidad, a la sociedad que se organiza para revocarle el mandato, a las personas que debido a su ineficacia, complicidad o incompetencia deciden crear grupos de autodefensa para hacer lo que este gobierno ha olvidado que constituye su responsabilidad principal: la salvaguarda de la integridad y la vida de todos… Incluidos los perros.

¡Basta ya de perradas!

¿Cuándo volverán a casa los perros?

 

 

 

 

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