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VIDA POLÍTICA

 ¡ESTO YA NO AGUANTA MÁS!: URGENTE LA DESAPARICIÓN DE PODERES EN MORELOS

La pugna por el manejo de los negocios que deja el ayuntamiento de Cuernavaca, ha dejado un saldo demasiado doloroso para el pueblo de todos los morelenses, con la ruptura del Estado de Derecho, primero, y ahora con la ausencia de poder y el revanchismo entre los intereses de unos cuantos.

A Cuauhtémoc Blanco, se le ha instaurado un juicio sumario por un presunto delito que como dicen los abogados es cosa juzgada, la inegibilidad o elegibilidad para ser alcalde de la ciudad es un punto que los órganos competentes hicieron lo propio bajo el precepto Constitucional y electoral.

Actualmente, al presidente municipal de Cuernavaca lo pretenden linchar políticamente, porque también los intereses económicos de los partidos políticos por manejar el poder son demasiados.

No es estar a favor de Cuauhtémoc Blanco la posición, sino de hacer respetar la legalidad que ha quedado quebrantada desde el mismo Congreso estatal, que es donde pululan los intereses particulares y no los de la sociedad del estado.

Un abogado con un viejo prestigio y entró al negocio de los particulares, porque también forma parte de la corrupción que aqueja a nuestro estado, solamente habrá que saber quién está detrás de Raúl Carrancá y Rivas, la respuesta es Manuel Martínez Garrigós.

Carrancá y Rivas no acudió al Congreso local a pedir un juicio político contra Cuauhtémoc Blanco solamente por defender el Estado de Derecho, sino que sus propios intereses y de quien le paga sus quincenas, Manuel Martínez Garrigós, fueron los que incitaron al abogado constitucionalista formar parte del complot contra el alcalde.

Sabe bien Carrancá y Rivas que una persona en este país no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, pero también tiene conocimiento que a la administración de Graco Ramírez le debe la impunidad de la que fue absuelto uno de sus nietos al asesinar a una persona en las calles de Cuernavaca.

Los perversos motivos de Raúl Carrancá y Rivas son los mismos que los del dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Morelos, Rodrigo Gayosso Cepeda, como los del Manuel Martínez Garrigós, que son los de seguir con el saqueo de los recursos que producen sus ciudadanos.

Cuernavaca es un negocio de millones de pesos en la concesión de la basura, del alumbrado público, del sistema de agua potable y alcantarillado, del cobro de impuestos, de las multas viales y muchos más que bien conoció Manuel Martínez Garrigós durante su administración como edil.

La ambición del gobierno estatal por controlar el gobierno municipal de Cuernavaca también forma parte de este quebranto del Estado de Derecho, porque Graco Ramírez sabe que forma parte del quebranto de la Ciudad de la Eterna Primavera y quiere continuar con su postura de mantener en su poder los recursos financiero de la capital morelense.

Hoy, aunque el tema está dentro de la cancha del Poder Judicial, también éste se ha prestado a la ruptura del Estado del Derecho, al recibir un juicio sumario contra una persona fuera de sus propios tiempos legales.

Los actuales magistrados fueron designados por el padrinazgo de los partidos políticos, basta ver los integrantes de la Comisión Dictaminadora del TSJ, algunos con militancia panista y otros perredista.

Es decir, una vez más dentro de Morelos y después del nueve de enero del próximo año seguirá la simulación del respeto al marco del Estado de Derecho, para perjuicio de los habitantes de la entidad.

Hoy el río está revuelto y la ganancia de los pescadores va en aumento sobre todo la de la familia real, que no se cansa de saquear al estado.

La pugna por el poder lamentablemente no es entre morelenses, sino son los políticos fuereños quienes mantienen a la tierra del agrarismo en el desamparo y la ingobernabilidad.

Mientras los de arriba del poder se pelean por los recursos del estado y, en especial, los de Cuernavaca, los morelenses y sus residentes de buena fe viven temerosos por los asaltos, los homicidios, los robos de sus pertenencias y bienes familiares.

La policía más que ser utilizada en asuntos por restablecer la perdida tranquilidad y armonía del pasado, es utilizada en asuntos personales y como evidencia está el asalto al ayuntamiento de Cuernavaca.

Los que están mudos de lo que pasa en Morelos son los diputados federales que recibieron un bono de miles de pesos, quizá eso los mantiene callados y como tampoco ya vienen a la entidad lo que pase en este territorio, simple y sencillamente ya no les incumbe.

Ante toda la revuelta que hay en Morelos donde los tres poderes del gobierno no funcionan, el ayuntamiento está tomado y el evidente vacío de poder lo mejor será que venga la desaparición de poderes, así como instaurar desde la Ciudad de México un gobierno social y un Concejo Municipal de los ciudadanos.

Que sea un gobierno de reconciliación en donde ya no metan las manos los partidos políticos, que sea de la sociedad y un Poder Judicial con magistrados que sean verdaderos abogados, en la entidad nos sobran.

En estos días la desaparición de poderes es más que necesaria, es indispensable y urgente, que se vayan los fuereños y que regresen los morelenses de buena fe. ¿O no?

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