Sin aguardar la respuesta, el gobernador de Nuevo León, que se hace llamar El Bronco, se arrancó revelando el fin de la película infantil.
Les dijo: “Sus papás son los que les traerán regalos esta Navidad, ellos son Santa Claus”.
Así, de golpe, puso a los niños regios ante la cruel realidad.
Un poco antes lo había hecho con los mayores en todo el estado. ¿Se acuerdan que prometí quitar la tenencia? Pues olvídenlo, se queda.
Así va por el estado, repartiendo decepciones a manos llenas. Y todavía espera que “la raza” le ruegue que sea candidato presidencial.
Sentidos opuestos
La cruzada para sanear la imagen del gobierno de Quintana Roo perdió una batalla.
Siguiendo con rigor una estrategia mediática, el nuevo gobernador de la entidad, Carlos Joaquín, ha ido dosificando las acusaciones en contra del anterior mandatario, Roberto Borge, al que le entran todos los golpes pues está en plena fuga.
En esas estaba Joaquín, intentando limpiar la imagen de la administración pública de la entidad, cuando estalló el escándanlo de una fiesta rumbosa de uno de sus más cercanos colaboradores.
Fiesta de jeque, describieron las crónicas de los diarios locales, a todo lujo, con regalos fastuosos para los cientos de invitados.
A la fiesta acudió el gobernador. Para que el mensaje de saneamiento sea creído por la población, es necesario que haya congruencia en todos los ámbitos.
Godzilla en la Casa Blanca
¿Si Donald Trump fuera una película, de que género sería?
Empezó su campaña presidencial como comedia tipo farsa. Poco a poco pasó, sin embargo, de provocar risas a generar gestos adustos, preocupados, con gente mordiéndose las uñas, como en un drama.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, es un cinéfilo que no perdona la cubeta de palomitas, declaró que pronto sabremos si Trump protagonizará una película de terror.
Hay quien dice incluso que atestiguaremos una película de catástrofe.
Aficionado a las cintas de zombis y a esas en las que aparecen monstruos como Godzilla, Carstens está de plácemes: verá la película desde su butaca en Suiza.
Zona de penumbra
El encarcelamiento del presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, Antonio Lozano, ratifica que muchas federaciones deportivas operan en una zona de penumbra.
Lo denunció en su momento Alfredo Castillo, titular de la Conade.
Sus directivos tienen como norma no rendir cuentas. De hecho se indignan si alguien les pregunta cómo gastan el dinero que manejan. Dinero público, por cierto.
El caso en contra de Lozano, acusado de peculado, puede cambiar las reglas del juego confederado. No se adelantan conclusiones aunque hay otras federaciones, como las de boxeo o tiro con arco, que ya ponen sus barbas a remojar.