¿EL FIN DEL GOBIERNO?: 25 DE 33 ALCALDES, SE LE REBELAN A GRACO RAMÍREZ…
Es innegable que hoy Morelos vive tiempos difíciles y un vacío de poder reflejado cotidianamente por los abusos cometidos desde el gobierno del estado, que ha logrado una crisis en las instituciones.
Por primera ocasión, los presidentes municipales conforman un frente común que evidencia la falta de un gobernador con liderazgo, pero aún más: también se confronta con el Poder Legislativo y asume al Judicial como el que limpia la casa.
Desde el Poder Ejecutivo por la complicidad con la Cámara de Diputados, 25 de los 33 alcaldes han reaccionado debido a que consideran violaciones a su autonomía, abuso de poder y otras cuestiones que lesionan los intereses de sus gobernados.
Tres acciones importantes han tomado en los últimos seis días los ediles: la primera, el apoyo y solidaridad con su homólogo en Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco; la segunda, el desconocimiento y destitución del director del Instituto de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal de Morelos (IDEFOMM), Francisco Velázquez Adán, así como el veto a la reforma de la Ley Hacendaria en su artículo Sexto, con el descuento del dos por ciento de sus participaciones financieras que provienen del gobierno federal y que serán utilizadas para el pago de laudos heredados.
La rebelión de los presidentes municipales, poco más de dos terceras parte de los 33 que hay en la entidad, es un acto con trascendencia que muestra la debilidad en la administración de Graco Ramírez, así como su ausentismo del estado para resolver los conflictos -ya no problemas- que hay en la entidad.
El asunto es político y también asume posturas como la ingobernabilidad que hoy vive Morelos, derivado de delitos de omisión e irresponsabilidad por parte de quien por ley debe resolver los problemas del estado.
En segundo término y aspecto secundario queda la destitución de un servidor público inútil como siempre lo fue el director del IDEFOMM, Francisco Velázquez Adán, quien solamente cobra su salario, sus prestaciones sociales y representó un estorbo para los municipios.
Sin embargo, la preocupación mayor de los alcaldes está en el descuento del dos por ciento a las participaciones federales que reciben, para el pago de laudo y deudas que heredaron de sus antecesores.
Actualmente, a los ayuntamientos por participaciones federales el gobierno estatal solamente otorga el 50 por ciento de las remitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de las que un ocho por ciento sirven para el pago de la deuda por dos mil 806 millones de pesos del crédito adquirido por la administración de Graco Ramírez.
Ahora con la reforma financiera desde el Poder Legislativo local para que les sea descontado el dos por ciento de las prerrogativas que reciben del gobierno federal para el pago de laudos y deudas, complica la vida económica de los ayuntamientos.
Prácticamente los deja en la insolvencia y la incapacidad de ser operativos, porque los recursos les son entregados por parte del gobierno estatal a cuenta gotas y a expensas de lo que decida la Tesorería.
La decisión tomada por los diputados locales contra las finanzas de los ayuntamientos, los alcaldes aluden que viola su autonomía y lo escrito dentro del artículo 115 de la Constitución Política Mexicana.
Ante ello han solicitado a Graco Ramírez, en su papel de gobernador, vetar dichas reformas, porque de lo contrario advierten que vendrán las controversias constitucionales correspondientes ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Los presidentes municipales en franca rebelión al gobierno estatal -en sus tres poderes- saben que de iniciar su postura por lo que han denominado “la autonomía municipal”, entonces evidencian lo que ya todos los habitantes de Morelos saben y viven de manera cotidiana: un vacío de poder en el estado.
La rebelión de los presidentes municipales contra un gobernador, al menos de 25, no se había dado nunca en la historia del estado y no porque haya un marco democrático mayor con absoluta libertad de expresión, sino debido a que hay un total abandono, abuso de poder e imposiciones.
Todavía los alcaldes en franca insurrección tienen más sorpresas para Graco Ramírez cuando venga en su próxima visita a Morelos, que sería el dejar de lado el Mando Único, porque así lo exige la sociedad al ser un modelo policíaco en fracaso.
Los jefes del Cabildo saben que cuentan con el apoyo de la mayoría de los integrantes del Congreso de la Unión, para iniciar una serie de actos jurídicos que les permita recuperar en la entidad la autonomía cedida por sus antecesores.