Es el puntero
Por si alguien pensó que las cosas habían cambiado, Jesús Zambrano recordó que el puntero en el PRD para el 2018 es Miguel Ángel Mancera.
El propio jefe de Gobierno de la Ciudad de México generó la incertidumbre. Dijo que podría declinar a ser candidato presidencial.
Mancera lo dijo pensando en un escenario de alianza en el que apareciera un aspirante mejor posicionado, como moneda de cambio para amarrar la estrategia aliancista.
Las declaraciones de Mancera y Zambrano reflejan la inquietud de los perredistas en torno al eje de lo que será la campaña 2018 para el sol azteca: la alianza con la derecha, que muchos perredistas no aceptan.
Voz solista
La de Ricardo Monreal es la única voz que se pronuncia de manera abierta, en voz alta, por una alianza de la izquierda toda para el 2018.
El delegado en Cuauhtémoc dijo que está planeando cómo instrumentarla.
No será nada fácil. La razón principal es que en Morena esas decisiones estratégicas las toma una persona: López Obrador, a quien a veces lo apoya su dedito.
Monreal busca transmitir el mensaje de que es aliado del Peje, pero tiene ideas propias e incluso hace planes sin consultar al tabasqueño.
Lo cual es loable, siempre y cuando no agarre al dueño de Morena en trance de intolerancia y lo acuse de pertenecer a la mafia del poder.
Con piloto automático
El proceso de modernización del Sistema de Trasporte Colectivo avanza gracias al uso de tecnología mexicana.
La divisa es hacer más con menos.
El sistema digital de pilotaje automático, que se incorpora de manera paulatina al Metro, fue diseñado por ingenieros mexicanos. Se evitaron así grandes erogaciones por concepto de uso de tecnología foránea.
El Metro empata ya parámetros internacionales de operación que benefician a los usuarios. La modernización equivale a mayor seguridad y movilidad eficiente.
Hasta el 2018
El proceso de consulta para elaborar el nuevo modelo educativo avanza. Si no tiene contratiempos comenzará a aplicarse hasta el 2018.
Al titular de la SEP, Aurelio Nuño, le interesa destacar que no es una propuesta del gobierno, sino que tiene carácter social.
El tramo propiamente académico de la reforma educativa comenzará a aplicarse cuando la presente administración prepare las maletas, de manera que la pregunta pertinente es: ¿será el definitivo?
Y es que antes hay que elaborar nuevos planes de estudio, ajustar el contenido de los libros de texto y familiarizar a los maestros con el nuevo modelo.
Un desafío colosal que se extenderá más allá de este sexenio. Una tarea de Estado, no de un gobierno o un partido.
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/1001765.html