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Rodolfo Becerril Straffon, presidente estatal del PRI.
El presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Rodolfo Becerril Straffon dijo estar muy consciente del papel que le ha tocado desempeñar y aceptó que su responsabilidad al frente del instituto se dio en uno de los momentos más difíciles.
Durante una plática informal, confesó que su mejor momento como político lo vivió en la década de los noventas, cuando incluso pudo haber sido el candidato tricolor a la gubernatura del estado en el 2000, pero “yo no era el dueño del partido y no pude llegar”.
Economista de profesión y además con un doctorado en la materia, el dirigente fue muy reflexivo. Advierte que vive sus últimos momentos como guía del priismo estatal e incluso agregó, “ya en este momento no hay tiempo para nada, todo mundo ha dejado atrás sus obligaciones para tomar un descanso con motivo de navidad y año nuevo, yo también cerraré la puerta en un rato más y nos veremos hasta enero”.
Más adelante habla de la cercana reestructuración de la directiva estatal, que muchos grupos empujan y hasta han llegado, por intereses de algunos personajes a la toma de las instalaciones del partido, para recordar que “el CEN tenía muchos pendientes como para atender el caso Morelos, luego se da la sustitución de mandos en la cúpula y no se pudo lograr la emisión de la convocatoria, pero ya, seguramente a partir de la segunda mitad de enero, estaremos llamando a la transformación”.
Menciona que ya en cuatro estados que estaban pendientes de dirigencias nuevas, se hicieron cambios, “Maricela Sánchez Cortés parece que va como delegada al estado de Oaxaca y es parte de otros cambios recientes, por eso se advierte que la elección de mi relevo está cerca”.
Rodolfo Becerril no ve sencillo el futuro del partido en el estado rumbo a las elecciones del 2018 y admite además que los cuadros de competencia están desgastados.
Sobre sí mismo estima que “a lo mejor aún puedo ser útil en algún espacio”, sin aclarar si podría intentar participar de algún cargo de elección.