http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=104087
SOBRE el gasolinazo hay algunos puntos convincentes como el hecho de que la mayor parte del subsidio a la gasolina terminaba beneficiando a quienes más tenían, pero no a quienes más necesitaban.
PORQUE, de acuerdo con un estudio del CIDE, hacia 2012 el subsidio gasolinero representaba ¡el 3 por ciento del PIB! Y lo peor es que el 52 por ciento del beneficio se lo llevaban los sectores de la sociedad con mayor poder económico.
DE HECHO, a lo mejor ahora a muchos se les olvida, pero diversos expertos le exigieron al gobierno acabar, precisamente, con ese subsidio.
PEEERO lo que no dicen ni el gobierno ni sus voceros, es que buena parte de la molestia ciudadana por el gasolinazo obedece a que la clase política no pone de su parte. Para los diputados sigue habiendo superbonos y megaaguinaldos; para los funcionarios federales, sus fabulosas prestaciones y el pago de gastos superfluos; para los sindicatos gubernamentales, dinero a manos llenas; para los partidos políticos, recursos sin fin; y para las campañas, todo el dispendio que haga falta.
Y A ESO, por supuesto, también hay que sumarle la corrupción en todos los niveles y las ineficiencias de Pemex, lo que provoca que ningún presupuesto alcance. Pero de eso no se habla, ¿cierto?
POR CIERTO que una de las reacciones más notorias y encendidas contra el gasolinazo provino de un priista: Aristóteles Sandoval. El gobernador de Jalisco no sólo dijo que el aumento es injusto, sino que además indigna y causa enojo.
Y FUE un poco más allá: dijo que su gobierno analiza "rutas de acción" y que, en breve, anunciará medidas para enfrentar "este momento difícil". ¡Sopas!
QUIZÁS por eso, horas más tarde, el dirigente nacional tricolor, Enrique Ochoa, salió a pedir que el tema de la gasolina no se convierta en una bandera política populista. Too late!, dijo el gringo.
EN EL BÚNKER de Insurgentes Norte se preguntan preocupados si el supuesto rompimiento entre los hermanos Humberto y Rubén Moreira terminará convirtiéndose en pleito de dimensiones épicas.
SOBRE TODO la mayor duda es si desde el gobierno federal se le seguirá extendiendo el manto protector a Humberto o si, por el contrario, desde la Secretaría de Gobernación se pondrán del lado del actual mandatario.
LA PREOCUPACIÓN en el priismo obedece, principalmente, a que una fractura en la familia imperial de Coahuila representaría un grave riesgo para el tricolor de cara a las elecciones de 2017, en las que se jugará la gubernatura, el Congreso local y las 38 alcaldías.