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El gobierno de Estados Unidos anunció ayer duras represalias contra Rusia por la presunta injerencia del Kremlin en las elecciones del pasado 8 de noviembre para favorecer a Donald Trump.
Se trata de un paquete de sanciones sin precedentes en los ocho años de gobierno de Barack Obama, que incluye sanciones económicas contra instituciones e individuos rusos, además de la expulsión en 72 horas de hasta 35 diplomáticos rusos y de sus familias. También cierra dos centros que Moscú tenía en Nueva York y Maryland.
En la parte de sanciones económicas se incluye la congelación de bienes de dos de las principales agencias de inteligencia del Kremlin: el Departamento Central de Inteligencia (GRU) y el Servicio Federal de Seguridad nacional. También se les congela los bienes en EU a cuatro al director del GRU, Igor Kostyukov, así como tres de sus máximos subordinados.
En el capítulo de expulsiones, Washington dio 72 horas a 35 diplomáticos y a sus familias para abandonar el país. Entre ellos está incluido el cónsul ruso en San Francisco, aunque no ha trascendido la lista completa.
Pero eso no es todo; Obama anunció personalmente que “estas acciones no son la suma total de nuestra respuesta a las actividades agresivas de Rusia”, y agregó que no tiene intención de anunciar públicamente todas estas medidas futuras. El mandatario saliente instó también a los “amigos y aliados” de Washington a “oponerse” a lo que consideró una campaña de Moscú para “socavar las normas internacionales de comportamiento” e “interferir con la gobernanza democrática”.
PRUDENCIA. Estas decisión llega a tres semanas del nombramiento oficial de Trump como nuevo presidente de EU, programado para el 20 de enero. El republicano, que ha demostrado su simpatía por el presidente ruso, Vladímir Putin, en reiteradas ocasiones, se mostró ayer, sin embargo, prudente sobre este nuevo paquete de sanciones contra Moscú.
El magnate anunció que se reunirá con los líderes de las agencias de inteligencia estadunidenses la próxima semana para que den todos los detalles de la presunta injerencia rusa en las elecciones para beneficiarle, “en el interés de nuestro país y de su buena gente”, dijo en un comunicado.
INFORME. Estas declaraciones llegan tras semanas en las cuales el conservador había mostrado su incredulidad ante las sospechas de Washington, avaladas por las agencias de inteligencia. Y precisamente ayer estas agencias publicaron el informe que les pidió Obama hacer cerca de un mes para evaluar la supuesta injerencia.
Este revela los detalles de los ataques informáticos, de los que responsabilizan a dos grupos de ‘hackers’ (piratas informáticos) que estarían vinculados al Kremlin. Estos habrían sido los responsables de atacar al Partido Demócrata, a diversos ‘think tank’ y universidades de EU, a las que habrían robado contraseñas y habrían suplantado su identidad en línea para robar información, entre verano de 2015 y la primavera de 2016.
RESPUESTA. Moscú reaccionó al anuncio asegurando que la Casa Blanca intenta boicotear la normalización de las relaciones entre EU y Rusia, y el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, aseguró que Putin puede responder a las sanciones con medidas que serán recíprocas y que causarán “notables molestias” a Washington.
Además, la emisora CNN aseguró que Moscú habría decidido cerrar fulminantemente la Escuela Angloamericana de la capital rusa, en la que estudian la mayoría de los hijos de diplomáticos de EU en el país.