TERTULIA POLÍTICA

 

Un alacrán y un sapo se encuentran en la orilla de un río.

El alacrán le pide que lo lleve en su lomo

para cruzarlo. El sapo le pregunta: ¿Y cómo sé que no me vas

a picar con tu ponzoña? El alacrán le responde: Porque

si lo hago, yo también moriría. El sapo acepta

y comienzan a cruzar, pero a mitad del río, lo pica.

El sapo empieza a paralizarse y, sabiendo que ambos

se ahogarían, le alcanza a preguntar: ¿Por qué? Así soy yo...

es mi naturaleza, responde el alacrán antes

de morir ambos / El Alacrán y el Sapo / Fábula de Esopo

 

Me propuse no escribir hasta el próximo 9 de enero, pero lo que hoy ocurre en el país, me obligó a escupir mi opinión. No sé si sea la correcta, pero creo compartirla con la inmensa mayoría de los mexicanos: Enrique Peña Nieto es un mentiroso, traicionero y antipatriota.

El mexiquense no quiere a México, mucho menos a los mexicanos. Él está en lo suyo, enriqueciendo hasta la locura y dejando hacer y dejando pasar, a quienes integran su cártel criminal, en el que incluye a familiares y amigos.

Su asalto fue perfectamente trazado. Calcularon tiempos. Midieron distancias. Hicieron alianzas. Administraron la voracidad de los partidos políticos y, lo más sencillo, recurrieron al manual de contingencias de Don Porfirio Díaz: ese gallito quiere su maíz, pero también, perro con hueso no muerde. El señor Díaz Mori advirtió siempre, con esa actitud realista que lo caracterizó hasta el final: nunca estamos tan bien, que no podamos estar mejor, ni nunca estamos tan mal que no podamos estar peor.

El gasolinazo, lo quieran disfrazar, como lo quieran maquillar, para calmar el ya generalizado descontento social, empieza a escapar al control del Estado. Hoy, nadie, absolutamente nadie nos puede prohibir comunicarnos y generar condiciones, para secundar el rechazo, al criminal incremento a los hidrocarburos.

En todo el país se escucha el descontento; el desorden y el enojo empiezan a golpear con rabia las puertas de la tranquilidad social, sostenida con alfileres, al menos desde el año 2000, cuandoVicente Fox ascendió a la presidencia de la república, para dar a cada familia mexicana su vochito y su changarro. Ni lo uno, ni lo otro, se embarcó en un proyecto personal de enriquecimiento ilícito a su favor y el de sus hijastros.

Felipe de Jesús Calderón, en el 2006 inició su fallida guerra contra el narcotráfico, condenó a los mexicanos al terror del crimen asociado con el poder; empezó a bañar de sangre las calles y comunidades de todo el país. Corrompió a las instituciones, particularmente a la más honorable de que dispusimos durante años los mexicanos: el Ejército. Su locura nos sigue golpeando.

Quienes cobran hoy en el gobierno federal, los tres poderes incluidos; dirigentes de partidos políticos, senadores, diputados. Hay de todo y todos los beneficiarios del gobierno, se tropiezan, se empujan para justificar lo que constituye el más rudo, el más sangriento, el más criminal aumento a los energéticos en nuestro país. Nunca antes se resintió un revé, un golpe a la economía con la rudeza del que entre en vigor a partir del 1 de enero, para empezar a matarnos lentamente.

Los esquemas de comercialización de la gasolina, el gas y el costo de la energía eléctrica, se diseñaron ahora para bolsear a los mexicanos; para que los beneficiarios del peñismo se enriquezcan hasta enloquecer y, obvio, pagar favores en el extranjero y a extranjeros que han sido benefactores del presidente y su sequito.

Enrique Peña Nieto, juro que los precios de la gasolina, de los hidrocarburos se mantendrían y por primera vez en la historia, no aumentarían durante 2015. Sus asesores fueron habilidosos; provocaron ligeras bajas ocasionales, por ejemplo en el gas, pero de un hachazo decidieron tirar el árbol. De un solo bombazo, empezaron a matar lentamente a los mexicanos; las consecuencias del aumento a las gasolinas y al gas, cantados por el momento, dejarán sin comer a millones de familias mexicanas y desparecerán de un plumazo, equivalente a una firma de aprobado, a la escuálida y muy disminuida clase media mexicana.

Para conseguir la reforma energética, el presidente Peñasobornó, regaló, entregó todo lo que los partidos y sus usufructuarios le pidieron.

Ejemplos a la mano, los triunfos de Graco Ramírez en Morelos, para entregar esa gubernatura al PRD y, de ahí, siguiera enriqueciendo a los Chuchos (Ortega Martínez y Zambrano Grijalva).

En Baja California, entregó la gubernatura al Partido Acción Nacional (PAN) para que, con Francisco Vega de Lamadrid, un sujeto enloquecido de poder, ladrón y cómplice de cárteles criminales, pero además mal, muy mal de su función mental, es decir loco, el blanquiazul mantuviera el poder en su estado ancla.

Peña Nieto hizo todo lo que debía, para conseguir su valoradaReforma Energética, su cheque en blanco, su pasaporte a la riqueza incalculable, lo que hoy lo muestra como un sujeto sin escrúpulos, capaz de todo con tal de conseguir sus objetivos.

Lo que se anuncia como un acto de modernidad económica del país, no es otra cosa que la oportunidad de alinear las cosas, para que el Grupo Atlacomulco y sus satélites en todo el país, se sigan enriqueciendo a costa del hambre de los mexicanos.

Veamos, la intención de abrir cuando menos 3 mil gasolineras el año próximo, es un truco bajo, una operación que busca empobrecer más a los mexicanos, pero también para enriquecer a los suyos.

Veamos:

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en manos deErnesto Nemer Álvarez, primo político de Enrique Peña Nieto (fue esposo de Carolina Monroy del Mazo), recibe cada mes, casi 500 millones de pesos, producto de la colecta entre los gasolineros que pagan por cada una de las estaciones, entre 30 mil y 70 mil pesos mensuales, de acuerdo al número de dispensarios de que disponen.

La entrega se hace en el estacionamiento del Hotel Camino Real Polanco, en un área fuera de cámaras, espacio que le es concedido por la empresa, gracias a que los propietarios de gasolineras, afiliados a la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), se instalan y hacen sus consumos en ese lugar, durante sus visitas a la ciudad.

Las gaseras, entregan también algo así como 350 millones de pesos mensuales a la Profeco, a condición de que se les permita seguir robando a los consumidores. Esa entrega se hace en Monterrey y Ciudad Juárez, y proviene de la familia Zaragoza, principal distribuidora del energético en el país.

¿Y LOS RESPONSABLES?

Entre los responsables directos de la aprobación de la reforma energética, cuyas consecuencias se resentirán a partir del 1 de enero, hay gobernadores, como Graco Ramírez, que se convirtió en un vulgar activista del tema, a cambio de la impunidad que hoy goza para robar en Morelos, pero también se hizo beneficiario de los juegos del poder, que lo llevaron a presidir la Conago.

Por lo anterior, el cínico impulsor de la reforma energética,Graco adelanta que desde la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), junto con los mandatarios de Querétaro, Francisco Domínguez y de Campeche, Alejandro Moreno, coordinadores de las comisiones de hacienda y energía, en ese orden, se reunirán el 4 de enero con el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, para abordar el tema.

Eso no es más que una payasada, para pedir favores a costa del silencio de los mandatarios estatales, sobre el tema del gasolinazo.

El robo más lastimoso que se ha cometido en agravio de los mexicanos, a punto de consumarse, motivó ya la reacción de peligrosos grupos criminales, como el Cartel Jalisco Nueva Generación, que anuncia el incendio de gasolineras.