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PUNTO Y APARTE

En su condición de coordinador de la Comisión de Educación de la Conago, el gobernador Graco Ramírez fue anfitrión al final de la semana anterior del secretario de Educación federal Aurelio Nuño. El presidenciable de la SEP hizo desde Cuernavaca un anuncio que no es menor para la educación del país y el futuro de los mexicanos: una reforma a los planes de estudio y a los libros de texto, con un debate nacional previo. Nuño se vio cómodo en tierras tlahuicas, donde a diferencia de otras entidades como Guerrero, Oaxaca y Chiapas (ese día hubo zipizape entre policías y maestros en aquella entidad), la comunidad de trabajadores del magisterio -suman más de 25 mil- no realizan protestas ni bloqueos de calles. Ese mismo día el IEBEM atendió a la dirigencia de la Sección 19 del SNTE para avanzar en la atención de las quejas de los maestros y se prevé tranquilidad en el entorno político-social durante los próximos días, ante la celebración del Día del Maestro y el anuncio de los acostumbrados beneficios destinados por el gobierno a los docentes en una fecha tan especial. A ver.

 

La revelación del Departamento del Tesoro de EUA, dada a conocer por medios nacionales el viernes anterior, causó preocupación en una sociedad morelense de por sí temerosa de las condiciones de inseguridad pública que mantienen la recurrencia de delitos graves como el homicidio doloso, las extorsiones, los robos con violencia y otros. Que en Morelos, y concretamente en Cuernavaca, presuntamente opera el cártel de “Los Laredo” fue una noticia nueva que tomó a todos por sorpresa y sembró dudas y miedos, pese a que de manera pronta las principales autoridades del gobierno estatal salieron al paso con un desmentido. El gobernador Graco Ramírez y su segundo de a bordo declararon que no existe registro de la actividad de esos supuestos criminales, ni en la capital ni en otro sitio de la entidad morelense.

 

Por el momento, las reacciones de algunos sectores, sobre todo a través de las redes sociales, no se hicieron esperar reflejando incredulidad ante un asunto de tal envergadura, dado a conocer por dicha instancia norteamericana. Lo deseable ahora es que las autoridades federales y estatales esclarezcan pronto el asunto y lo desmientan si se trata de una información falseada por el Departamento del Tesoro gringo, o sancionen con todo rigor a quienes no detectaron a “Los Laredo” en el radar de las dependencias mexicanas y morelenses de seguridad. Desde mi particular punto de vista, lo anterior es un nuevo exceso del gobierno estadounidense, repetido en su reciente alerta de viaje, donde vuelve a mencionar algunos caminos del Estado de México, con paso por Zempoala (en territorio morelense), como sitios inseguros para los ciudadanos norteamericanos. La misma expresión y el mismo texto en un documento burocrático del Departamento de Estado, desde 2013 hasta el pasado viernes. ¡Ya cámbienle! Dicha “travel warning” incluyó a Acapulco, lo que motivó una airada protesta del gobernador Astudillo y los turisteros acapulqueños. La violencia –dicen- no ha perjudicado a ningún vacacionista gringo. ¡Qué alivio!

 

 
 
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