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EN TERCERA PERSONA

No hay registro en la Zona Metropolitana de un día en que el saqueo haya abarcado al mismo tiempo tantos puntos. Debió ser para algunos todo un éxito

4 de enero de 2017. Un día histórico en la Ciudad de México y en esa extensión suya que se conoce como la “zona conurbada”. Los medios de comunicación y las redes sociales informan sobre disturbios y saqueos en diversas tiendas y centros comerciales.

Personas no identificadas, muchas de ellas con máscaras y pañoletas, ingresan en la tienda Soriana de Pabellón Azcapotzalco, y en la tienda Coppel de Cuautepec —en Gustavo A. Madero— y cargan autos y camionetas, pero sobre todo motocicletas, con todo lo que pueden llevarse. La lista incluye reproductores, ropa, bebidas, alimentos, colchones y artículos electrodomésticos. Lo más robado son, sin embargo, las pantallas de televisión.

Uno de los encapuchados es alcanzado por elementos de seguridad, quienes le propinan una golpiza. Otro de los saqueadores extrae un arma de fuego y lanza un disparo al aire: el tiro ahuyenta a los guardias: el saqueador ingresa de nuevo en la tienda y se lleva “dos cajas más”.

Las escenas se repiten en Chedraui, Elektra, Comercial Mexicana, Bodega Aurrerá y varias tiendas Oxxo.

Los rumores se extienden a lo largo de la Ciudad. El gobierno capitalino hace un llamado para evitar su propagación, pero resulta inútil. Cierra la Comercial Mexicana de Tlatelolco, el Walmart de Tepeyac, y también los de Eduardo Molina y San Juan de Aragón.

Los municipios de Naucalpan, Cuautitlán Izcalli, Atizapán y Nicolás Romero son presas del pánico. Los comercios cierran en cascada, al igual que en las delegaciones Cuauhtémoc, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Azcapotzalco y Miguel Hidalgo.

Los camiones de la ruta 18, que va del Estado de México a los Indios Verdes, dejan de dar servicio luego de la quema de un autobús en Acueducto de Guadalupe. Se oyen las aspas de helicópteros de la Secretaría de la Seguridad Pública; las sirenas de la policía aúllan sin parar.

En Cuautitlán, los comerciantes se arman con fierros para enfrentar la llegada de posibles saqueadores. En Coyoacán, los clientes son echados de Walmart y Suburbia. Los comerciantes bajan las cortinas en Ecatepec y Acolman.

Incontables estaciones de gasolina dejan de funcionar desde medio día. Manifestantes que originalmente fueron convocados para protestar contra el alza en el combustible toman posesión de algunas estaciones y empiezan a repartirlo: cuando los encargados cierran las válvulas, la turba sale disparada al saqueo de tiendas de conveniencia.

Se reporta que, en Atizapán, tiendas de abarrotes, de ropa y otros comercios han cerrado sus puertas. “Toque de queda, toque de queda”, se oye por medio de altavoces, según la prensa, en diversas calles del municipio.

En el Centro Comercial Mundo E la sicosis lleva a los locatarios de varias cadenas a bajar las cortinas.

Hay un enfrentamiento en la México-Tacuba entre varios sujetos que intentan saquear una Comercial Mexicana y la policía: los vándalos se refugian en una unidad habitacional y desde ahí enfrentan a los uniformados con piedras y cohetes.

Los granaderos impiden la toma de gasolineras en diversos puntos.

En la Colonia Guerrero, los rumores que informan que “se acercan los saqueadores” provocan el cierre del mercado Martínez de la Torre.

Las autoridades hablan de cientos de personas saqueando en diversos puntos de la Ciudad: 25 de ellas irrumpen al caer la noche en Plaza Galerías, en Marina Nacional.

El gobierno capitalino declara que la urbe “está blindada ante cualquier escenario que ponga en riesgo la seguridad de los habitantes”. Nueve mil elementos patrullan las calles. Pero los disturbios no cesan a lo largo del día.

Fuentes de la procuraduría indican que en por lo menos cinco puntos los saqueadores llegaron a bordo de microbuses o combis. Luego de llevar a cabo el saqueo, huyen a bordo de las unidades en las que llegaron.

#SaqueaUnWalmart y los hashtag #Elektra y #Coppel se vuelven tendencia en redes sociales.

A las 9 de la noche hay cerca de 200 detenidos. La mayoría son jóvenes de entre 18 y 26 años.

Un juez califica de legal la detención de seis personas involucradas en el cierre de una gasolinera ubicada en Venustiano Carranza: los indiciados son menores de 21 años y fueron aprehendidos en la Calzada Ignacio Zaragoza en posesión de bombas de fabricación casera.

Es el día del saqueo. No hay registro en la Zona Metropolitana de uno que haya abarcado simultáneamente tantos puntos.

Debió ser para algunos todo un éxito.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

Ámbito: 
Nacional