MORELOS AGONIZA, POR EL ENDEUDAMIENTO IRRESPONSABLE DEL GOBIERNO DE GRACO RAMÍREZ
La actuación irresponsable e ilegal del gobernador Graco Ramírez ha provocado severos daños a la economía de Morelos y no solo en sus acciones de dejar de finiquitar adeudos, sino también en la adquisición de créditos que no serán pagados durante su administración.
La solicitud de adquirir otro empréstito por mil 500 millones de pesos por parte del gobernador es porque más de dos terceras partes están destinadas hacia el pago de intereses del crédito anterior solicitado, por dos mil 806 millones de pesos, el resto para evitar las sanciones de la Auditoría Superior de la Federación en el desvío sobre 459 millones de pesos que fueron destinados para el Museo Juan Soriano, que es construido en Cuernavaca.
Es decir, las presuntas obras de infraestructura que fueron realizadas por el gobernador con los dos mil 806 millones de pesos sirvieron para solamente construir un estadio de futbol en Zacatepec, cuyo costo -aun sin concluir hasta nuestro días- es superior a los mil 200 millones de pesos.
El resto de los recursos fueron otorgados en pagar diversos conciertos en la Arena Teques, y algunos “gastos menores” en viajes familiares a Europa y Estados Unidos de Norteamérica.
El gobernador “olvidó” realizar los pagos mensuales a las instituciones bancarias del empréstito por dos mil 806 millones de pesos, que por contar como garantía las prerrogativas federales a los municipios los bancos de ahí han tomado algunos recursos y ahora reclaman los intereses generados por la deuda.
El mismo secretario de Hacienda, Jorge Michel Luna, ratificó lo anterior con otro discurso y nunca mintió al decir que sobre el crédito que fue puesto a licitación es que mil 50 millones de pesos son para renegociar solamente los intereses del primer endeudamiento por dos mil 806 millones de pesos.
La irresponsabilidad en dejar de pagar a los bancos, obliga al estado entrar en un esquema de refinanciamiento, que de dejarlo de lado solamente provocaría problemas financieros a los 33 ayuntamientos porque las prerrogativas que reciben en su totalidad serían quitadas por los bancos.
Graco Ramírez está metido en un severo conflicto financiero, porque el nuevo endeudamiento -por mil 500 millones de pesos- son a pagar durante los próximos 20 años, violándose con ello la Ley de Coordinación Fiscal que solamente permite a los Ejecutivos estatales endeudarse por un periodo máximo de 12 años.
Al terminar la gestión actual, la deuda para el estado de Morelos sería por más de los 10 mil millones de pesos, en un estado que apenas tiene ingresos propios por mil 100 millones anuales.
Luego entonces, en caso de que hubiera responsabilidad financiera los adeudos de Graco Ramírez quedaría plenamente solventados en el año 2040, si el endeudamiento fuera tomado por la banca de desarrollo.
Actualmente, conforme al Presupuesto de Egresos del año 2017 aprobado por el Congreso local hay destinados 450 millones de pesos para el pago de deudas; sin embargo, el 2015 y el 2016 no fueron solventados los compromisos adquiridos por el gobierno “progresista”.
Esto ha implicado también que haya severos retrasos a proveedores, desde el año 2014 al actual suman más de 800 millones de pesos, situación que ha generado la quiebra de algunas empresas locales.
Estas observaciones han tratado de ser borradas por un organismo fantasma y que actúa como ministerio público, como lo es la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, cuyo titular, José Vicente Loredo Méndez, no ha servido para nada.
Antes del cambio de nombre del organismo “fiscalizador” el entonces auditor Luis Manuel González Velázquez había detectado un desvío sobre los 800 millones de pesos en el empréstito por dos mil 806 millones de pesos, por ello la decisión de realizar un cambio que fue negociado con la bancada legislativa del Partido Acción Nacional.
Por la complicidad de los grupos parlamentarios del PAN y PRD con Graco Ramírez, Morelos quedará rezagado en su desarrollo y más endeudado. Todo esto forma parte de los caprichos de un gobernador que hace su trabajo vía redes sociales y pocas veces viene de visita al estado. ¡Pobre Morelos!