Para los habitantes de Tepalcingo, la única solución al conflicto entre la población y la Diócesis de Cuernavaca es que el obispo Ramón Castro Castro vaya al municipio y dialogue personalmente con ellos antes de la realización de la gran Feria del Tercer Viernes de Cuaresma.
“Con el corazón en la mano, señor obispo, le pido por favor que lleguemos a un arreglo; no podemos seguir así”, dijo Ángel Castañeda, tesorero del Comité del Santuario de Jesús Nazareno, el Santo Patrono de la comunidad.
La inconformidad entre la población volvió a presentarse luego de que se reportara que la Diócesis de Cuernavaca quiere quedarse con el total de las ganancias que se generen en el Santuario durante el desarrollo de la Feria, la más grande de Morelos y la segunda más extensa del país.
Tan sólo el año pasado, la Feria de Tepalcingo arrojó una utilidad cercana a 1.3 millones de pesos a favor del Santuario.
Esos recursos, según afirma el comité, han sido utilizados en varias obras de restauración y conservación de la construcción y de las obras de arte que ahí se encuentran.
De acuerdo con Ángel Castañeda, hace tiempo que muchas de las ceremonias religiosas se realizan en la localidad de Atotonilco.
Tal situación los llevó a temer que, en poco tiempo, la cabecera municipal sea despojada de su santo patrono, porque “sin nuestro Santuario y sin nuestra imagen no somos nada”, aseguró.
Con el corazón en la mano, señor obispo, le pido por favor que lleguemos a un arreglo, no podemos seguir así: Ángel Castañeda, tesorero del Comité del Santuario de Jesús Nazareno. Foto: GUDE SERVÍN
Una vez que el obispo negó el traslado de la imagen mediante un video que subió a su cuenta de redes sociales en Twitter, los pobladores le pidieron que acuda al pueblo como la “eminencia” que es y también desmienta el deseo de la Diócesis de quedarse con todas las ganancias de la Feria.
En la conferencia de prensa que realizaron ayer en Cuautla, los habitantes, representados por Mahelet Enriquez Sánchez, mostraron el convenio que habrían elaborado con las autoridades eclesiásticas, donde se establece la repartición de las ganancias por partes iguales.
De acuerdo con Enriquez Sánchez, el documento no está firmado porque la Diócesis de Cuernavaca finalmente se negó a recibir únicamente la mitad de los recursos.
El documento, del cual El Sol de Cuernavaca tiene una copia, habría sido elaborado en secreto. De hecho, su octava cláusula señala que “los firmantes se obligan a mantener la más estricta confidencialidad sobre los acuerdos contenidos y responderán por los daños y perjuicios que su violación ocasione”.
¿Quiere la Iglesia ver sangre?
Para algunos pobladores, la falta de solución a este conflicto se debe a la negligencia de sus representantes, como Luis Millán, vicario general de la Diócesis de Cuernavaca quien, afirmaron, ha expresado que quiere ver sangre.
Osvaldo Blanco aseguró: “Esperemos que esto llegue al obispo y que él trate de solucionar el problema, y sí lo responsabilizamos si hay algún tipo de agresión, porque el vicario Millán dijo que quería ver sangre en Tepalcingo desde el año pasado, y sí hubo”, afirmó el poblador, haciendo referencia al enfrentamiento suscitado en febrero de 2016.
Además, acusó a los sacerdotes que han llegado a Tepalcingo de realizar cobros a los habitantes hasta por tocar las campanas, sin llevar a cabo alguna obra de beneficencia o realizar trabajos de restauración en los deteriorados lienzos que alberga el Santuario, los cuales datan del siglo XVI.