Graco y PRD acorralados por el “tarifazo”
Ahora el descontento y la lucha no son sólo por el gosolinazo de Peña, sino por el tarifazo al transporte colectivo del desgobernador a cambio del Gracobús. Y si al dictador le ordenaron frenar los bloqueos a Pemex a cualquier costo, compró otro problema del que va a tener que dar marcha atrás. El costo del tarifazo lo pagan él y el PRD.
Manifestaciones, protestas y nuevos bloqueos son la muestra expresa del repudio de la sociedad contra un desgobierno que, por atender las exigencias del Federal de liberar las plantas de Pemex de los manifestantes, cedió al tarifazo que le exigían los colectiveros, sin detenerse a meditar la cloaca que iban a destapar: tanto de las servicio propiamente de transporte en la entidad, como la de insolvencia, ineficacia e incapacidad de esta administración.
La problemática del transporte en todas las regiones de la entidad, con sus particularidades, quedó al descubierto con el tarifazo, lo mismo que la disposición gubernamental de acallar a los colectiveros para obtener a cambio el Gracobús.
Y quien suele esconderse, el director de Inmovilidad y Destransporte, no podrá darse abasto para atender la problemática de la que “olvidó” hacerse cargo en todo este tiempo, porque cada municipio presenta un diagnóstico y sintomatología distintos.
El acorralamiento gubernamental estriba en que:
1.- Se buscó dos problemas: el malestar por el gasolinazo y ahora el del tarifazo.
2.- Si llueven los amparos de las organizaciones sociales contra el tarifazo del Graco-Duarte, el aumento en las tarifas será suspendido en tanto definen los tribunales un fallo definitivo, y entonces el desgobernador tendrá, además de la sociedad, a los colectiveros en su contra.
3.- Al margen de la vía legal por los amparos, el Graco-Duarte no podrá resistir la presión social y se verá obligado a establecer una nueva mesa de negociación con los grupos, que de ningún modo aceptarán aumento cualquiera en las tarifas del transporte colectivo. Por tanto, tendrá que dar marcha atrás a su precipitada e impensada –para variar- decisión de ceder a las pretensiones de los colectiveros.
4.- Puesto que de nueva cuenta tendrá a los colectiveros encima, se verá obligado –ahora sí- a sacrificar impuestos, ofrecerles subsidios u otros incentivos –como debió ser desde el principio- para que acepten no seguir peleando el aumento en el costo de las tarifas.
5.- Ahí no termina el pleito: los grupos sociales descontentos –nada más de los 33 municipios de la entidad- demandarán la inmediata solución de cada caso particular –lo cual no será sencillo-, por lo que tendrá que poner a trabajar –ahora sí- a sus incondicionales incapaces –lo cual pinta también complicado, porque sólo se concretaron a cobrar la beca-.
El acorralamiento del PRD va en el siguiente sentido:
1.- Queda de manifiesto el repudio al apropiamiento del Graco-Duarte del partido a través de su hijo putativo, cuyas minimarchas inocuas e insulsas no convencieron a una sociedad que, de antemano, sabe que el dictador tiene copado y/o cooptado casi todo en la entidad, menos al pueblo. Poca cosa.
2.- Mucho hace que la dirigencia nacional del partido del sol azteca debió intervenir en el caso Morelos. Pero como hay mucha$ razones para no hacerlo, por lo menos ahora le costará más caro al desgobernador conservar la franquicia que alquiló, porque no la puede comprar para siempre.
3.- Los clavos del ataúd del PRD nacional y estatal los están poniendo una dirigencia en el país que no ve lo que ocurre en la entidad, y los desgobernadores de esas filas que lo quieren todo a costa de lo que sea.
4.- Si en el 2015 el PRD dio un retroceso descomunal en las votaciones por el repudio al desgobernador, para 2018 lo más que podrán rescatar –acaso- serán las plurinominales, con las que el Graco-Duarte garantizará beca para unos cuantos de los suyos… O su propia tabla de impunidad y salvación.
Otra vez la sociedad tiene al Graco-Duarte contra las cuerdas. Esperemos que esta vez no lo deje escapar.
Depende de la sociedad…