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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

Eolo Pacheco |
2017-01-20

¿Quién puede distinguir hoy a un político de otro? ¿En qué son diferentes el PAN del PRI o el PRD de MORENA, si todos actúan de la misma manera y hasta comparten integrantes. En México ya no hay ideología de partidos: todos intercambian personajes y se cambian de camiseta sin recato alguno.

De un tiempo a la fecha los partidos mantienen una especie de competencia por el fichaje de nuevos personajes. De manera poco decorosa casi todos los institutos políticos trafican con la militancia del rival, compran liderazgos y reclutan figuras de otros colores. Estamos viendo una lucha estéril que muestra la pobreza doctrinal de los partidos y la poca consistencia moral de los actores de poder. ¿Es confiable quien postula figuras de otras siglas o en aquellos que saltan de un lugar a otro?

El tráfico de poder entre los partidos no es nuevo, de hecho, salvo el PAN y el PRI, los demás organismos  surgen de las escisiones de otros. Pero lo que ahora vemos supera los límites de la prudencia y el pudor; hay personajes que sin recato pasan de la derecha a la izquierda o que en menos de un sexenio han tenido dos o más colores. Insisto: no es nada nuevo, así son los partidos políticos y esa es su manera de hacer política; pero es asqueroso.

En Morelos la izquierda (PRD y Morena) suman constantemente a nuevos personajes a sus filas, todos surgidos de otras instituciones y muchos de ellos de muy mala fama. El Movimiento de Regeneración Nacional es la moda, todos voltean a verlo y muchos se suman pensando que tendrán un lugar en las próximas elecciones. En el PRD la historia es otra: su dirigente compra o amenaza para llevar nuevos rostros y piensa que esta oleada de nuevos militantes es el camino para ganar el 2018.

Los dos se están equivocando, la estrategia es mala y les puede costar el triunfo en las próximas elecciones. MORENA no está comprando a nadie, puede darse el lujo de reservarse el derecho de admisión, pero ha abierto la puerta a todos, sin importar sus antecedentes, sus capacidades, su liderazgos o sus propuestas. En el partido de AMLO en Morelos se acepta de todo: panistas, priístas o perredistas, buenos o malos, honestos y corruptos, líderes sociales o narcos.

El PRD tiene que recurrir a la compra o la amenaza para tratar de verse fuerte. El Sol Azteca es hoy el partido con menos rentabilidad, el que más desgaste tiene y al que muchos ven como el seguro perdedor de las próximas elecciones. Los perredistas tienen muchos pecados que purgar y una enorme cuenta que pagarle a los ciudadanos. Sumarse al PRD es apostar por una derrota segura en el 2018.

Los partidos piensan que el ciudadano es estúpido, que no se da cuenta de sus jugadas y que de nueva cuenta comprará sus discursos. Unos y otros, de izquierda, de centro o de derecha, viejos o nuevos, pretenden arman una propuesta electoral a partir de los mismos personajes de siempre; suponen que un simple cambio de color representa la  purificación y suponen que a la gente no le importa que un político cambie constantemente de piel. Se equivocan.

Construir un proyecto electoral con lo mismo de siempre es un error. Es iluso pensar que quienes han hecho un mal papel dentro de un partido serán mejores sólo por cambiarse de camiseta. Ítem más: es torpe suponer que el ciudadano ve bien este tipo de saltos y aprueba la falta de congruencia y moral de aquellos que mutan de ideología sin pudor. Este tipo de movimientos no ayuda a la persona, ni mucho menos al partido.

En Morelos la izquierda compite en un mismo sentido sin detenerse a pensar en algunos aspectos prácticos de su estrategia: unos y otros están añadiendo nombres a sus listas, les ofrecen oportunidades y condiciones para competir en la próxima elección; lo interesante será ver cómo acomodarán a todos y controlarán los enfados naturales de aquellos que llegan con una enorme expectativa y al final se quedarán sin lugar en la fiesta.

En castellano: la izquierda ha prometido tanto a sus nuevos militantes que no les van a alcanzar las candidaturas.

  • posdata

El príncipe tenía todo para ganar: edad, apoyo político, recursos económicos… pero erró el camino.

Rodrigo Gayosso tiene altas aspiraciones políticas, busca trascender en la vida pública y ha demostrado que no se conforma con el éxito económico. El problema es de formas, de estrategias y de alcances.

El hijastro del gobernador avasalla, agrede, persigue y siempre se equivoca. Hasta ahora lleva un récord perfecto: todos los temas en los que ha participado terminan mal; es un Rey Midas al revés que todo lo que toca se echa a perder.

Los tiempos comienzan a ser adversos para el joven perredista, poco a poco su influencia va mermando y uno a uno sus enemigos van perdiéndole el miedo y cobrando fuerza. Socialmente Gayosso está muy lastimado, se ha convertido en una figura a la cual le achacan todos los males y le cargan todas las culpas, de ahí el mote de Hijastro Incómodo.

Hasta ahora Rodrigo puede presumir el control de muchas cosas: el gobierno, el partido y una parte importante del congreso. A pesar de ello el Príncipe no controla a la sociedad, no influye en la opinión pública, ni ha podido revertir el profundo desgaste que tiene su figura.

Gayosso equivocó el camino, emuló a Graco al pelearse con todos y perdió de vista que en política los amigos son de mentiras, pero los enemigos son de verdad.

El dirigente del PRD quiere ser gobernador, dice que buscará la dirigencia nacional de su partido, pero en lo que debería ocuparse es en no caer en la cárcel. Quien gane la próxima elección en Morelos (y no será el PRD) tratará de encarcelarlo.

  • nota

El proceso electoral del 2018 comenzará el 01 de septiembre del 2017, pero el diseño de las estrategias para la sucesión debe empezar desde ahora. El escenario nacional y el local son complejos para todos los partidos: a nivel federal el PRI cargará el desgaste del ejercicio del presidente Enrique Peña Nieto en tanto que en Morelos el PRD tendrá los saldos que le dejará el gobierno de Graco Ramírez. El secreto del triunfo de la siguiente elección no serán las estructuras, la clave de la victoria son caras nuevas en la boleta.

Ejercer el poder ofrece muchos beneficios, pero también se pagan consecuencias. El PRI y el PRD tienen el control de las instituciones del país y del estado, manejan recursos, personas y tienen muchos elementos que les permiten hacer campaña desde el gobierno; este tipo de movimientos se disfrazan de diferentes maneras y los programas sociales y la operación institucional siempre se encamina a favor de las siglas partidistas que avalan a los gobernantes.

Pero junto con las ventajas también hay desventajas: Ejercer el poder implica tomar decisiones que muchas veces resultan incómodas para amplios sectores de la sociedad, tienen la responsabilidad de atender problemas muy serios como la inseguridad y llevan a cuestas la estabilidad económica del país y de los estados. Cuando las cosas van mal, el culpable siempre es el gobierno.

En Morelos se van a combinar las fortalezas y las debilidades de ambos partidos: PRI y PRD deberán asumir los costos de sus gobiernos, pero también contarán con los beneficios del manejo de las administraciones. El PRD llegará al 2018 con más desgaste porque la calificación del gobernador tabasqueño es peor que la del presidente (Graco es el penúltimo gobernante peor calificado, sólo arriba de Manuel Velasco de Chiapas). Aunado a ello el perredista ha generado un enorme encono social, unió a muchos grupos en su contra y se ha convertido en protagonista de todos los conflictos. Quien quiera ganar la elección sólo deberán que prometer una cosa: Cárcel a Graco.

El PAN y MORENA tienen una enorme oportunidad de avanzar en la siguiente elección, pero ni uno ni otro muestran consistencia o estrategia.

El 2018 en Morelos será un duelo sotanero: ganará el menos malo.

  • post it

Hace unos días Graco Ramírez acudió a una entrevista en el programa Despierta que conduce Carlos Loret de Mola. Ahí el periodista cuestionó al gobernador sobre una historia que es secreto a voces en Morelos: la influencia de Rodrigo Gayosso en las decisiones de gobierno. Esta es la transcripción de lo que se dijo:

CARLOS LORET: Gobernador ¿no es políticamente incorrecto tener a su hijo como dirigente del PRD en el estado?

GRACO RAMÍREZ: Te voy a plantear el tema de Rodrigo: los dirigentes del PRD, el Consejo Estatal, me hablan a mí, en una reunión las candidaturas en 2015 ya resueltas, y me dicen vamos a tomar la decisión de elegir a Rodrigo porque el presidente del partido va a ser candidato a diputado; dije: yo les he planteado mi punto de vista, no es lo más conveniente, pero la decisión fue unánime, votaron todas las expresiones para que fuera presidente.

CL: ¿No es para quedar bien con el gobernador?

GR: ¡No! ¡No! en el perredismo eso no pasa, es otra cultura política. ¿El perredismo quedar bien con el gobernador? ¡No es así la conducta!

ENRIQUE CAMPOS: Ahora, hay un asunto serio de amenazas, o presuntas amenazas de muerte de Rodrigo Gayosso a Juan José Arrese un comunicador que por cierto dice que tuvo que salir de Cuernavaca por las amenazas de Rodrigo ¿Qué tanto se ha metido usted en ese tema?

GR: No, por supuesto que no hay amenazas; fue la llamada de un funcionario amigo de Arrese.

EC: ¿Funcionario de su gobierno gobernador?

GR: De mi gobierno qué le dice Oye… este… eeeh Rodrigo dijo esto… dice que dicen pero Rodrigo se ha encontrado con él y nunca le ha dicho nada ni nada digo, Arrese es un…

CL: ¿Se fue o no?

GR: No, no, ahí esta, ahí está, ahí está viviendo…

CL: Se habla que él es el operador.

GR: Esa gente… 

CL: ¿Es el que cobra?

GR: No, no es cierto hombre, son mitos que se han creando. El gobierno de Morelos tiene 3 años consecutivos Carlos, de reconocimiento de transparencia, el propio auditor entregó un reconocimiento al (inaudible) presupuestal, el auditor superior de la federación entregó una carta reconociendo el esfuerzo de transparencia que hemos hecho al cien por ciento. El año que viene la OCD con expertos inter regionales, va ser un precedente, van a evaluar y transparentar todo lo que el gobierno hace en licitaciones, vamos a hacer la licitación de los créditos para el Morebus y va a estar la auditoría superior de la federación, la auditoría Estatal y observadores independientes para ver todas las licitaciones que estamos haciendo para el Morebus y todo lo que hagamos para el crédito también.

CL: ¿No deja un mal aroma que el hijo del gobernador sea un operador de este alcance?

GR: Mira: los hijos tienen derechos políticos igual que todos y yo creo que hay Juniors que se dedican a otras cosas y él que se dedica a la política… pues tiene todo el derecho, pus cómo voy a impedirle el derecho a ejercer su propia convicción.

CL: ¿Respalda su actuación?

GR: Discutimos y platicamos y convenimos, hay un trato de respeto, pero él es el responsable de sus decisiones y es una gente a la que yo le confío y le conozco y es una gente que quiere construir y quiere sacar adelante un proyecto político progresista.

EC: ¿Lo ve como su sucesor?

GR: No. No, no, no, porque es otro tipo de temas. Él tiene todo el derecho a participar pero cómo voy a decir que lo veo como un sucesor, ¡no soy una monarquía hombre! él tiene derecho y si él alcanza los niveles de reconocimiento es una decisión de la gente no mía.

  • redes sociales

Día uno. Comienza la Era Trump.

  • es viernes

Por todo y con todo: hoy toca.

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